Por Diego Fina. Con dos goles de Fred y uno de Neymar el conjunto local superó de manera indiscutida por 3 a 0 al último campeón mundial en el Maracaná. Por su parte, Italia obtuvo el tercer puesto tras vencer a Uruguay en los penales.
Los jugadores brasileños sin dudas supieron aislarse de todos los problemas y protestas que rodean a Brasil en las vísperas de una nueva Copa del Mundo. En un duelo de desarrollo y resultado impensado dieron cátedra ante una deslucida España, a la cual dominaron de principio a fin con un Neymar inspirado, para festejar su cuarta Copa Confederaciones. De esta forma los dirigidos por Luiz Felipe Scolari llegan con ilusión a la cita máxima del fútbol, a su vez que dejan a los europeos con los pies sobre la tierra.
El juego fue intenso y vibrante desde el minuto inicial, cuando Fred empujó desde el piso un balón con destino de red tras un centro de Hulk que Arbeloa no pudo dominar. A partir de este momento se vería una España desconcertada, sin respuestas, con sus figuras Andrés Iniesta y Xavi Hernández desconocidos. De hecho lo que siguió fueron situaciones de gol para la Verdeamarela, con opciones claras de Oscar y Paulinho a los ocho y doce minutos respectivamente: la primera se fue apenas al lado del palo, mientras que en la segunda respondió bien Iker Casillas. La clave fue la presión ejercida en todo el campo por los jugadores del conjunto local, que nunca dejaron jugar con comodidad a los dirigidos por Vicente del Bosque y se dispusieron a salir de contra en cuanto recuperaban la posesión de la pelota. La visita recién reaccionaría con un remate de larga distancia por parte de Iniesta, controlado por Julio César. Pero luego el duelo retomaría el trámite inicial con dos situaciones claras de Fred, un mano a mano y un tiro libre que pasó cerca. Sin embargo llegaría el momento bisagra del encuentro: salvada espectacular de David Luiz en la línea tras un remate de Pedro y posterior gol de Neymar con un zurdazo inatajable luego de un pase quirúrgico de Oscar.
Historia repetida en la segunda etapa. Brasil golpeó de entrada al minuto con otra gran definición de primera de Fred en una buena jugada colectiva. Encima España desperdiciaría una chance inmejorable a los 54 minutos con un penal errado por Sergio Ramos. Los locales comenzaron a florearse con la tenencia del balón y rendimientos superlativos de Luis Gustavo, Oscar, Fred, Marcelo y Neymar, al que sólo podían frenar con faltas, como lo hizo Gerard Piqué, quien vio la roja tras una fuerte patada. El arquero Julio César también transmitió seguridad desde el fondo e intervino correctamente cuando lo exigieron, tapando dos mano a mano a Pedro y a David Villa.
Brasil no dejó dudas, fue lujoso, contundente, efectivo y demoledor para justificar un 3 a 0 ante el mejor equipo de los últimos años, como lo entendió Neymar: “Fue un juego especial, contra el mejor equipo del mundo, con jugadores fantásticos. Estoy feliz por conseguir algo maravilloso”. Por su parte, Del Bosque admitió la superioridad de su rival: “No hay que poner paños, ni excusas. Ellos han sido mejores. Tuvieron más energías. En cada acción las trasladaron. Si bien pudimos estar 1-1 y pasamos al 2-0 (por la jugada que salvó David Luiz sobre la línea), no podemos entrar en detalles. Han sido mejores en líneas generales. Hemos hecho una buena Copa Confederaciones. Hemos tenido jugadores que se entregaron al máximo. La convivencia fue extraordinaria durante 28 días”.
En el encuentro que se jugó en el primer turno por el tercer puesto, Italia venció 3 a 2 en los penales a Uruguay, luego de igualar por 2 a 2 en el tiempo reglamentario de un duelo atractivo. Los europeos venían de caer también desde los doce pasos ante España, a su vez que los sudamericanos habían perdido ante el país organizador por 2 a 1 sobre la hora en las semifinales.
Brasil reafirmó su paternidad ante España, a la cual venció en cinco de las seis oportunidades que se enfrentaron oficialmente. Además mostró por momentos un fútbol de alto vuelo, como para soñar con obtener su sexta Copa del Mundo y nada menos que en su casa. No será fácil, en especial con rivales como Alemania, España y Argentina, pero con el plus de la localía las probabilidades aumentan. Falta poco y este nuevo título le sirve al Scratch para llegar con confianza. Salud campeón.