Trata y explotación sexual

Había llegado la mercadería para el comedor comunitario, y el cronista de Hecho en Buenos Aires se encontraba haciéndole una nota a Margarita Meira, fundadora de la Asociación de Madres Victimas de Trata. Se escuchan gritos y ella sale a la calle. Gente corriendo, mas gritos y un disparo. A las 11 de la mañana del martes 20 de marzo, una moto se acercó a la puerta de su casa, donde funciona el comedor. El hombre que maneja la moto saca el arma, se le cae, se cae la moto, se levanta, se acomoda y dispara. El arma se trabó y por eso fue solo un disparo. Los/as vecinas buscan el casquillo, lo encuentran y lo guardan. El tipo de la moto volvió y entró la desesperación. No hizo nada más que buscar el casquillo. No lo encontró. Estuvimos con ella, para acompañarla y que nos cuente un poco más de toda esta historia…

Desde la conquista de América y su imposición de la “colonialidad del poder” a través del sistema esclavista y explotador, africanos/as y sus descendientes, indígenas y sus descendientes, fueron cuerpos para ser tratados, explotados, ultrajados físicamente y en su identidad, parte de lo que se llama etnocidio, una forma de genocidio. Pues bien, los cuerpos de “las negras”, las afrodescendientes, las mujeres indígenas, entre otras, se vieron doblemente atravesados por la violencia, la racista y la de género: siempre fueron cuerpos violables para los amos blancos que disponían de ellas como si fueran de su propiedad.