Europa registró la cifra record de 24.5 millones de desempleados, alcanzando el nivel mas alto de desocupación en los últimos 15 años. Esto supone un aumento mensual de 167.000 desempleados en el conjunto de la Unión Europea.
La crisis económica que castiga a la Unión Europea actualiza índices de desempleo que no dan muestra de recuperación. Las menores tasas entre los países miembros se registraron en Austria con un 4,2 %, Países Bajos con 4,9 % y Luxemburgo con 5,2 %. Las mas altas fueron las de España, que registra un 23,6 %, Grecia con 21 %, Portugal con 15 % e Irlanda con un 14,7 %. Asimismo, la desocupación entre los menores de 25 años alcanzó el 22,4 %. En esta categoría España vuelve a arrojar las peores cifras, con el 50,5 % de sus jóvenes en situación de desempleo.
Ante esto, y en un escenario de caída de la economía estimada en el 1,7 % del producto bruto interno, el Jefe de Gobierno español, Mariano Rajoy, impulsó un plan de austeridad con severos ajustes presupuestarios dirigidos a aliviar la crisis económica y financiera. Se prevé un ajuste 27 mil 300 millones de euros, junto a un recorte del gasto medio de los ministerios del 16,9 % con el objetivo de reducir el déficit del 8,51 % al 5,3 %.
Este plan de ajuste busca recuperar la confianza de los socios europeos y de los inversores para sentar las bases de la recuperación. Sin embargo, y pese a las explicaciones dadas por Rajoy, el descontento social crece en España al mismo ritmo que las tasas de desempleo. El pasado 29 de marzo el país ibérico vivió su segunda jornada de huelga general en menos de dos años, durante la cual los principales sindicatos españoles manifestaron su rechazo a la medida de reforma laboral que facilita y abarata los despidos.
La situación en el resto de Europa
El resto de los países de la Unión Europea tampoco presentan panoramas alentadores en relación con la salida de la crisis. A nivel general, las últimas medidas de la UE fueron un segundo rescate a Grecia de 130.000 millones de euros y la firma de un tratado en Bruselas en el que 25 estados acordaron dar mayor control sobre los presupuestos nacionales a la Comisión Europea.
Ésta podrá enviar expertos de manera unilateral a los países con riesgo de necesitar un rescate financiero para proporcionarles asistencia técnica, siguiendo las directrices marcadas por el equipo que supervisa al gobierno griego en cuanto a la aplicación de las reformas impuestas por la UE.
La Comisión Europea sostiene que reducir las deudas públicas de los países hará que los inversionistas recuperen la confianza en contraste con el escaso control previamente ejercido y espera que la producción de la zona euro se contraiga en un 0,3 % durante 2012.
Los 27 estados miembros apuntan a reducir el déficit a un 3% para el 2014. Las estrategias seleccionadas son distintos niveles de ajuste y de reducción de gastos del estado.
Para recibir el segundo rescate, Grecia tuvo que comprometerse a un recorte del 1.5% de su presupuesto, incluyendo rebajas en las pensiones y trabajos de servicios sociales. Se le exigió bajar el salario mínimo y la flexibilización del mercado laboral para generar mayor competitividad.
Italia elevó el impuesto al ingreso y la edad jubilatoria. En el sector público cesaron los pagos y la contratación. Se aumentaron las cuotas de las obras sociales y se recortaron subsidios regionales así como también los beneficios impositivos hacia las familias.
Luego de recibir un rescate de 78 billones de euros del Fondo Monetario Internacional, Portugal redujo en un 5% el salario de los empleados del sector público. Se recortó el presupuesto militar y se detuvieron dos proyectos de tendido de vías para trenes de alta velocidad, junto con una política de privatizaciones.