La ONU denuncia la injerencia extranjera en Siria, aunque el organismo busca la salida del poder del presidente Bashar Al Assad.
Aunque la dirección de la Organizaciónde las Naciones Unidas (ONU), a través de su secretario Ban Ki Moon, ha dejado en claro que el presidente sirio Bashar Al Assad debe renunciar y darle paso a un supuesto gobierno de transición, dentro del organismo internacional las posturas no son blanco o negro. Principalmente por el rechazo a esta posibilidad defendida por Rusia y China, miembros permanentes del Consejo de Seguridad.
A estas tensiones en el seno de la ONU, este lunes se sumó la confirmación de la existencia de mercenarios extranjeros en la nación árabe, revelada por un equipo de expertos del organismo. Encabezado por Paulo Pinheiro, jefe de la misión, la investigación confirmó que en los grupos opositores en Siria combaten “elementos extranjeros”, que participan en crímenes de guerra.
“Existen fundamentos razonables para creer que las fuerzas antigubernamentales en ese país perpetran asesinatos, ejecuciones extrajudiciales y torturas”, expresó Pinheiro durante una videoconferencia ante la Comisión de Derechos Humanos dela ONU en Ginebra. La misión que realizó la investigación agregó que los grupos mercenarios reclutan a menores de 18 años para enfrentar al Ejército sirio, a los cuales “tampoco identifican a sus efectivos con uniformes o insignias para diferenciarlos de la población civil”.
El representante dela ONU también criticó al gobierno sirio por ordenar bombardeos y utilizar artillería pesada para combatir a los grupos irregulares, integrados por mercenarios de diferentes países y miembros de la red terrorista Al Qaeda. Durante la videoconferencia Pinheiro además rechazó que las naciones, encabezadas por Estados Unidos, apliquen nuevas sanciones contra Siria, porque ese tipo de medidas constituyen una negación de los derechos básicos del pueblo.
Frente a la crítica situación, donde 2.500.000 personas se encuentran refugiadas, el investigador de Naciones Unidas convocó a lograr un acuerdo político para terminar con el conflicto interno que ya lleva 19 meses, porque a su entender “no existen posibilidades de un solución militar”. “El conflicto se extiende hacia otros países del área y amenaza la estabilidad y seguridad de la región”, advirtió Pinheiro.
Sobre esta situación se pronunció la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay, quien repudió la actitud de las fuerzas irregulares y alertó sobre los malos tratos que reciben los militares sirios capturados, muchos de ellos asesinados.
La presencia de combatientes extranjeros en Siria fue denunciada en reiteradas oportunidades por la administración de Al Assad, como también por los gobiernos de China, Rusia, Irán, Libano, Venezuela y Cuba, entre otros. La llegada de mercenarios desde Libia y Turquía, financiados principalmente por las monarquías del Golfo Pérsico, ha sido confirmada por diferentes investigaciones periodísticas y por los propios grupos irregulares, como el Ejército Sirio Libre (ESL), que reclama una invasión militar encabezada porla Organizacióndel Tratado del Atlántico Norte (Otan), similar a la ocurrida en territorio libio el año pasado y que le costó la vida a al menos 20 mil civiles.