¿Por qué nos resulta tan difícil entender la economía? ¿Es realmente tan inalcanzable o la cuentan así, para que nos sintamos lejos, como de quien viene -de mala fe- a arreglarnos la heladera? ¿Por qué el ajuste es “tan necesario” para los Ministros de Economía?
Imaginemos la primera clase de Economía en cualquier universidad de la Argentina. El profesor entra al aula con un gran manual bajo el brazo, saluda y luego de presentarse pregunta a las y los estudiantes ¿saben lo que es la economía? Ante el silencio, toma el manual, lo abre y lee en voz alta con una certeza similar a la de las ciencias naturales: La economía es la ciencia que se encarga de estudiar la asignación eficiente de los escasos recursos que posee la humanidad para satisfacer sus necesidades. Si todo fuese abundante y sobrase, continúa, ¿alguien estudiaría cómo producir y distribuir los bienes? Ahora sí, todas y todos responden al unísono: ¡Por supuesto que no!
Hemos sido testigos, quien lee este texto y quien lo está escribiendo, de un acto fundacional. Todo conocimiento económico posterior, sencillo o complejo, se estructurará a partir de allí. Muchas de las certezas que tendremos y, sobre todo, las preguntas que nunca nos llegaremos a formular, acaban de tener sentencia de muerte y, lo más cruel será, que nosotros seremos los propios sepultureros.
Desde este lugar generamos una serie de miradas por lo mitos de la Economía (con mayúsculas) para acercarnos a su terminología tanto como lo estamos de las consecuencias de sus decisiones.