Los ‘indignados’ estadounidenses, nucleados en el movimiento ‘Ocupemos’, se reorganizan a partir de los desalojos sufridos. En los procedimientos hubo manifestantes muertos y la justicia falla en su contra.
Autoridades de Portland, Salton City, Filadelfia, Oakland, Denver y otras ciudades norteamericanas, ordenaron el desalojo de los campamentos del movimiento Ocupemos que denuncia el creciente desempleo, desigualdad y pobreza en Estados Unidos. Los gobiernos locales alegan que lo hacen para prevenir violencia, que los campamentos tienen condiciones poco higiénicas y que han atraído a adictos y ladrones. Desde su comienzo, los manifestantes tomaron como forma de protesta la ocupación de espacios públicos bajo el control de asambleas ciudadanas, en puntos estratégicos o simbólicos de las grandes ciudades.
Tres personas murieron en las inmediaciones de los acampes. Uno a causa de una ocasional balacera cerca de Ocupemos Oakland, en California; otro, un veterano de guerra, se suicidó en Ocupemos Burlington, Vermont, y el tercero habría fallecido por una supuesta sobredosis e inhalación de dióxido de carbono en Ocupemos Salton City, en el estado de Utah. Estos fueron los incidentes que sirviieron de pretexto para los desalojos policiales.
En Portland, Oregon, 50 personas fueron detenidas el domingo 13 de noviembre cuando fuerzas antimotines desalojaron a los activistas de los parques. Luego, la policía colocó cercas metálicas alrededor de los espacios públicos para prevenir nuevas tomas. Los manifestantes de Ocupemos Portland denunciaron que los activistas fueron brutalmente golpeados. Un día antes, cuando se vencía el ultimátum del alcalde de Portland para que los acampantes levantaran sus tiendas, miles de personas marcharon en solidaridad con el movimiento. En Salten City, Utah 19 manifestantes fueron arrestados durante la destrucción del campamento, el sábado 12. Otros desalojos ocurrieron en Denver, Colorado y Nueva York durante el pasado fin de semana.
En la madrugada del lunes cientos de personas se congregaron en el centro de Oakland luego de que se denunciara un inminente desalojo policial. El viernes, la alcaldesa había vuelto a pedir a los activistas que liberaran los espacios públicos, usando como excusa la balacera que había ocurrido cerca del campamento. Sin embargo, según la propia policía, no existe evidencia de que los involucrados en el incidente estuvieran relacionados con el movimiento. En octubre la policía desmanteló por la fuerza el campamento Ocupemos Oakland bajo órdenes de la alcaldesa, generando masivas protestas en apoyo a los ocupantes, que finalmente regresaron al predio.
El movimiento Ocupar Wall Street, que inicio sus protestas en Nueva York, instaló sus carpas en parques frente a edificios municipales y centros financieros para criticar la creciente desigualdad económica, la pobreza y el control ejercido por los más ricos y por las corporaciones sobre sus gobernantes.
Scott Olsen, veterano de guerra de Irak, quien fuera gravemente herido por el impacto de un cartucho de gas lacrimógeno lanzado por la policía de Oakland, hizo público su primer mensaje, aún sin haber recobrado el habla. En una red social, Olsen escribió que se siente mejor pero que todavía le queda un largo camino de recuperación. “Después de que mi libertad me fue literalmente arrebatada, mi habla está regresando, pero necesito mucho trabajo de rehabilitación”, dijo el joven de 24 años de edad. Agradeció el apoyo recibido y prometió que en el futuro cercano estará de nuevo en las calles. Olsen fue enviado dos veces a Irak y es el creador del sitio web llamado Odio a los infantes de Marina, un foro donde los militares expresan su resentimiento contra las Fuerzas Armadas estadounidenses.
El pasado fin de semana cientos de personas protestaron en Hawaii durante la reunión de los líderes del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), incluidos activistas de Ocupemos Honolulu. “Toda la ideología del capitalismo global es que hay un efecto de goteo hacia abajo, es el mito que han estado tratando de vender desde hace 40 años y todavía estamos esperando. La clase media está desapareciendo, los ricos son cada vez más ricos y los pobres cada vez más pobres y eso es debido a las políticas de organizaciones como la APEC”, consideró uno de los participantes en la protesta.
El sábado el movimiento Ocupemos Wall Street logró colarse en una cena de gala de los países de la APEC. Makana, un popular cantante hawaiano que estaba programado para entretener a los mandatarios, abrió su campera para mostrar la camiseta que llevaba puesta donde decía Ocupar con Aloha. El músico cantó su canción Somos la mayoría, en apoyo al movimiento Ocupar Wall Steet. Makana entonó la canción en diferentes melodías durante 40 minutos ante los mandatarios. En la canción denuncia la corrupción de la clase política y los banqueros y llama a sumarse a la protesta nacional de resistencia que ha tomado las plazas de numerosas ciudades en Estados Unidos.