Por Ulises Bosia. En el día de ayer nueve provincias eligieron a sus respectivos gobernadores junto con las elecciones presidenciales.
Se trató de las provincias de Buenos Aires, Jujuy, La Pampa, San Luis, Santa Cruz, San Juan, Formosa, Entre Ríos y Mendoza. Salvo en el caso de San Luis, en las otras ocho provincias triunfaron candidatos que apoyan a la presidenta electa.
Con los matices y variantes del caso, lo primero a destacar es que fue ratificada la tendencia al triunfo de los distintos oficialismos, que ya se había expresado en los comicios previos durante este año. En consecuencia, con las excepciones de Catamarca y Río Negro donde meses atrás el Frente para la Victoria había conseguido arrebatarle la gobernación al radicalismo, las cosas se mantuvieron tal como estaban. De hecho seis de los nueve gobernadores lograron su reelección. A diez años del 2001 bien vale tomar nota de que el bipartidismo goza de mejor salud en el panorama provincial que en el nacional. Se destaca una gran primacía del kirchnerismo y una performance catastrófica para el radicalismo, reducido a las gobernaciones de Santiago del Estero y Corrientes, la primera de las cuales además está aliada al gobierno nacional.
En la provincia de Buenos Aires, el primer distrito electoral del país, Daniel Scioli alcanzó la reelección con un 55% de los votos al cierre de esta edición de Marcha. La contundencia de los guarismos expresa la transformación de la valoración popular de la gestión del Frente para la Victoria, que hace solamente dos años había sido derrotada en las elecciones legislativas de 2009 por De Narváez, ahora ubicado en un lejano segundo lugar. En tercer lugar se ubicó Margarita Stolbizer, candidata del Frente Amplio Progresista, quien casi alcanzó un 10% de los votos, un número nada desdeñable pensando en los cargos legislativos en juego pero ajeno por completo a la disputa real de la gobernación.
Mendoza aparecía como la mejor oportunidad para el radicalismo de obtener una gobernación, con el peso de figuras de relevancia nacional como Cleto Cobos y Ernesto Sanz. Sin embargo, y a pesar del intento denodado del candidato a gobernador Roberto Iglesias de despegarse de la figura descendente de Alfonsín, poco pudo hacer frente al caudal de votos de la presidenta que coronó gobernador al kirchnerista Francisco “Paco” Pérez.
En San Luis fue revalidada la hegemonía de los Rodríguez Saá, ininterrumpida desde 1983, aunque esta vez con la peculiaridad de que ninguno de los dos hermanos será gobernador. Claudio Poggi, actual jefe de gabinete provincial del “Alberto”, fue el elegido por los mandamases de la política puntana para darle continuidad a su proyecto en la única provincia del país que le dio la espalda a Cristina Fernández.
El pueblo de la provincia de Jujuy, sacudido pocos meses atrás por las demandas populares de acceso a la tierra y la vivienda, sancionó el regreso a la gobernación de Eduardo Fellner, actual presidente de la Cámara de diputados de la Nación, acompañado por Guillermo Jenefes, un empresario con grandes intereses en la industria tabacalera y en los medios de comunicación de la provincia. Ante una derrota segura, el radical Gerardo Morales, un acérrimo opositor de los movimientos sociales jujeños, prefirió ser electo como senador por la minoría.
Los actuales gobernadores de San Juan, Formosa, Entre Ríos, Santa Cruz y La Pampa lograron la reelección en sus cargos. José Luis Gioja, activo impulsor de los intereses mineros multinacionales en nuestro país, alcanzó su tercer mandato consecutivo tras haber reformado meses atrás la Constitución provincial mediante un plebiscito. Gildo Insfrán logró un apabullante triunfo en una de las provincias más postergadas del país en la que la mayor parte de la vida económica depende directamente del Estado. Ni las repercusiones nacionales de la represión a los indígenas qom de fines del año pasado ni tampoco la ayuda divina le permitieron al Cura Francisco Nazar encabezar un proceso de cambio que quiebre una continuidad de 16 años. Por su parte el entrerriano Sergio Uribarri también alcanzó la reelección cómodamente y el santacruceño Daniel Peralta derrotó al radical Eduardo Costa en la cuna del kirchnerismo, donde los recientes e intensos conflictos populares de los sindicatos docentes y petroleros no hicieron mella en la performance oficialista. Finalmente en la provincia de La Pampa el actual gobernador Oscar Jorge también llegó a la reelección tras la renuncia de Carlos Verna en desacuerdo con las directivas de la presidenta para el armado de las listas legislativas.