Por Mario Hernández
La toma de los colegios secundarios contra el intento de aplicación de la Nueva Escuela Secundaria (NES) por parte del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires lleva diez días.
En ese marco, hoy se realiza un corte en pleno centro porteño y una movilización al Ministerio de Educación de la Ciudad. Dialogamos con Santiago, ex secretario general del Centro de estudiantes del Normal 1, actualmente militante de la Federación Universitaria de Buenos Aires (FUBA), para conocer el panorama con más de 13 colegios tomados.
-¿Qué motivó la toma de esta cantidad de colegios?
-Empezaron siendo 4 colegios artísticos y se fue sumando el resto. En cuanto al rol de las autoridades, hubo asambleas en el Nacional 17 en el cual hicieron una serie de maniobras para que la toma no se votase a favor, y suspendieron las clases para que los alumnos no pudieran hacer otra asamblea. Lo mismo pasó en el Comercial 4, cuando hubo que hacer la asamblea suspendieron las clases con la excusa de una desinfección.
Esto se está replicando en la mayoría de los colegios: en el Yrurtia la policía amenazó con sacar a los alumnos a patadas, en el Mastrazzi la policía monta seguridad en la puerta las 24 horas. En el Mariano Acosta sucede algo particular, porque muestra el compromiso que tienen las autoridades para aplicar la reforma, razón por la que estamos tomando el colegio. Allí la rectora, Raquel Papalardo, llamó a la policía, que le hizo una contravención a un estudiante secundario que está defendiendo la medida votada democráticamente en una asamblea del Centro de estudiantes.
-En ese sentido, fue llamativa la actitud de Papalardo, que suele referenciarse con el kirchnerismo en la Ciudad de Buenos Aires. Por otra parte, se dice que es una persona que acompaña las causas de los estudiantes.
-Lo de Papalardo es un reflejo del compromiso que tiene el kirchnerismo con el macrismo en la Ciudad para aplicar esta reforma por la cual los estudiantes estamos tomando 13 colegios y tomamos más de 60 en 2012, más de 20 en 2013, y por la cual venimos haciendo movilizaciones de miles de estudiantes, cortes de calles y festivales.
Finalmente, la reforma contra la que estamos luchando es el reflejo de la Ley de educación nacional sancionada por el kirchnerismo, y es por eso el compromiso de las autoridades para dejar pasar esta reforma, porque involucra a todo el poder político.
Hoy en día la NES, amparada en la Ley de educación nacional sancionada en 2006, escrita por Daniel Filmus, al igual que la Ley federal del menemismo, cierra más de 140 orientaciones en Capital, cierra cursos a través del decreto 1990, deja a decenas y decenas de docentes sin trabajo por el recorte y la eliminación de materias específicas como Historia y Geografía en 4to. y 5to. años, Filosofía, Psicología, Economía, y muestra el derrumbe educativo producido por todos estos gobiernos, tanto macristas como kirchneristas, que en la Legislatura votan juntos el presupuesto a la baja de la educación pública con la complicidad también del ex UNEN -hoy ECO-, Martín Lousteau.
Muestra el compromiso de todo el poder político para atacar a la educación, beneficiando la educación privada: mientras bajan los subsidios a la escuela pública, suben el presupuesto a la privada. Por eso los estudiantes reaccionan ante el derrumbe curricular que hay hoy en día, sumado al derrumbe edilicio; por ejemplo, el Maestrazzi está infectado de ratas y cucarachas y el Normal 9 tiene una invasión de palomas en el patio del colegio. Los techos se caen, como en el Normal 5, sobre los asientos de los estudiantes, los baños se clausuran como en el Mariano Moreno; hay goteras, patios inundados, colegios enteros con peligro de derrumbe, como el Fader, que no se puede utilizar en las elecciones porteñas porque todo el casco histórico está en peligro de derrumbe y, sin embargo, los estudiantes van a cursar todos los días.
Hay un derrumbe educativo producto tanto de lo edilicio como de lo curricular, que involucra a todo el poder político; por eso no me sorprende lo de Papalardo: el kirchnerismo está asociado con el macrismo para hacer pasar esta reforma.
-Este movimiento empezó particularmente en las escuelas artísticas, ¿por qué?
En 2012 el conflicto lo iniciaron los colegios técnicos, este año les tocó a las escuelas artísticas porque no tienen nada asegurado. El año pasado el Ministro de Educación de la Ciudad, Esteban Bullrich, firmó un acta donde se aseguraba la doble titulación y una serie de decretos que beneficiaban a la escuela artística; hoy no se cumple nada de eso.
También producto de la crisis edilicia, al Yrurtia le prometieron un edificio nuevo hace 10 años y no se lo cumplieron. Tanto el cierre de cursos, el recorte de horas, incluso la no aseguración de la validez nacional del título, sumado a la crisis edilicia, hizo que los artísticos fueran el puntapié inicial contra una reforma que afecta a todo el sistema educativo.
Hago la aclaración de que soy de la Federación Universitaria porque también en las universidades los techos se caen a pedazos como en Psicología, también afecta a los terciarios, a los docentes que se están quedando sin trabajo y sin horas, hay todo un movimiento de conjunto que está enfrentando esta medida. Hoy en la Facultad de Ciencias Exactas se hizo una movilización de 1.000 estudiantes reclamando por mayor presupuesto, los docentes también empiezan a movilizarse junto como el gremio combativo Ademys, también los terciarios a través de la Coordinadora de terciarios, comienza a haber una lucha de conjunto contra el derrumbe educativo provocado por los gobiernos nacional y de la Ciudad de Buenos Aires.
Las Jornadas de debate sobre la NES fueron una pantalla
-¿Qué pasó con el diálogo? El año pasado se había hecho un parate en la implementación de la NES para dialogar con estudiantes, padres, docentes, la comunidad educativa en general.
-Las jornadas que conseguimos a raíz de las 60 tomas de 2012 fueron una pantalla. En las Jornadas NES que tuvimos durante 2014 discutíamos cosas como contaminación del agua, que está muy bien, pero el objetivo era discutir nuestras cajas curriculares.
Los estudiantes y docentes no teníamos poder de voto ni de veto de las medidas que implementaba la Nueva Escuela Secundaria… Finalmente ese diálogo al que alude hoy Bullrich, cuando dice que no entiende la necesidad de la toma de colegios porque siempre está abierto al diálogo, es una farsa; le estamos exigiendo que nos reciba desde hace más de tres años.
El movimiento secundario quiere que los atienda en conjunto, no por separado, para dar una respuesta a las demandas.
-¿Cómo siguen hacia adelante?
-El conjunto del movimiento estudiantil le exigimos al Ministro Bullrich que nos dé una respuesta, por eso nos vamos a movilizar hoy al Ministerio de Educación porteño. Entendemos que mientras el conjunto de los partidos patronales discuten el cepo cambiario y la Corte Suprema, es decir, que la agenda está marcada por otros intereses, los estudiantes, mediante las tomas y la organización estudiantil, le ponen su propia agenda.