Ciudad del PRO
La ciudad de Buenos Aires, uno de los principales distritos electorales del país, está en el centro de la escena política. El principal bastión macrista será escenario insoslayable de la primera gran contienda política de 2015, antes de las elecciones presidenciales de octubre. Mauricio Macri parece haber definido su preferencia por Horacio Rodríguez Larreta como sucesor, por sobre la hoy senadora Gabriela Michetti, quien a pesar de estar mejor en las encuestas, no sería la indicada para ocupar el sillón de Bolívar 1. Incluso la candidatura a ocupar ese puesto por el jefe legislativo del PRO, Cristian Ritondo, favorece indirectamente las chances de Larreta.
El cuarto distrito electoral del país es donde el PRO ha avanzado en los últimos años en la privatización y mercantilización de los espacios públicos y emprendimientos inmobiliarios porteños, expulsando y desalojando a miles de familias de sus viviendas. La educación y la salud, también son otras de las áreas que más sufrieron recortes presupuestarios. Todo ello, mediante la alianza legislativa con el kirchnerismo y otros partidos.
Los negociados salpicaron incluso a miembros del PRO, como el actual ministro de Desarrollo Económico, Francisco Cabrera, quien previo a la función pública, trabajó como directivo del banco HSBC. Recordemos que este banco es señalado por el incendio intencional del depósito Iron Mountain, donde se perdieron documentos que podrían esclarecer el capítulo local de la megacausa por evasión y lavado de dinero con cuentas suizas abiertas en todo el planeta. Las pericias que reflejaron una maniobra intencional investigan la causa que se cobró la vida de ocho bomberos y dos rescatistas.
Un viejo escollo peronista
Por su parte el FPV irá dividido a las PASO. La lista “oficial” encabezada por Mariano Recalde, uno de los jefes de La Cámpora, lleva de primer candidato a legislador al ministro de Trabajo, Carlos Tomada. Por otro lado la alianza entre Aníbal Ibarra y Carlos Heller, presentó una lista unificada para legisladores y comuneros integrada por referentes del Movimiento Evita y Nuevo Encuentro. Por fuera del FPV, se presentó el partido encabezado por Pablo Ferreyra y el Movimiento Seamos Libres.
En los últimos años la ciudad de Buenos Aires es un distrito esquivo para el peronismo porteño. En las legislativas de 2011 el FPV quedó como tercera fuerza por detrás del UNEN. Resulta difícil imaginar que el partido de gobierno que encabeza CFK, supere el trauma histórico de perder en la ciudad llevando de candidato al ex jefe de gobierno, Aníbal Ibarra, sobre quien todavía pesa en sus espaldas la responsabilidad por la muerte de cientos de pibes en el boliche Cromañon. Aun menos, si en la legislatura porteña el FVP levanta la mano junto al PRO para avanzar con proyectos reaccionarios y antipopulares.
La descomposición del progresismo
Poco queda del UNEN que fue segunda fuerza en las legislativas de 2013 y poco queda del llamado progresismo y la centroizquierda. Denominaciones difusas en tanto y en cuanto sus principales referentes ensayan alianzas con sectores políticos conservadores, como forma de no perder terreno institucional. Este es el caso del acuerdo entre Macri y Elisa Carrió, ya antes lo había ensayado Pino Solanas con la actual diputada nacional para fundar UNEN.
ECO, uno de los frentes que nacieron como consecuencia de la fractura de Unen, inscribió tres precandidatos a jefe de Gobierno y dos listas de aspirantes para la Legislatura. El diputado Martín Lousteau y la legisladora Graciela Ocaña, llevarán como primer legislador al socialista Roy Cortina.
Al igual que en ECO, SurGen de Pino Solanas y Margarita Stolbizer, tendrán más de una lista para jefe de Gobierno. Entre los que resalta Humberto Tumini, referente de Libres del Sur.
Posiblemente sea Lousteau quien resulte fortalecido de esta interna, cuyo perfil no dista mucho de la competidora por el PRO, Gabriela Michetti. Esto dejaría en una situación difícil de justificar a sus socios de Proyecto Sur, el Partido Socialista y Libres del Sur. Queda claro de ahora en más, que hablar de centroizquierda como referencia a este espacio, no hace más que abonar a la confusión.
Lo mismo se podría aplicar para algunos sectores del kichnerismo autodenominados “progresistas” , que luego en las presidenciales de octubre, terminen encolumnados detrás de Daniel Scioli, como indican los movimientos en el FPV.
La centro-izquierda y las alianzas de la izquierda con los movimientos sociales
Una de las novedades para estas primarias, fue la alianza de un conjunto de movimientos populares con el espacio históricamente conformado por los partidos de izquierda que conforman el FIT (Frente de Izquierda y los Trabajadores). Pueblo en Marcha (herramienta política conformada por el Frente Popular Darío Santillán, Democracia Socialista, el Movimiento por la Unidad Latinoamericana y el Cambio Social y El Avispero/ Bartolina Sisa) había manifestado públicamente, su apoyo al FIT y convocó a otras fuerzas a nivel nacional a conformar “un amplio polo de izquierda”. A esta alianza también se sumó, el Movimiento Popular La Dignidad (MPLD) que también integra el Frente Nacional Pueblo Unido que y tiene como uno de sus principales referentes a Carlos “el perro” Santillán.
El FIT hizo una importante elección en las legislativas de 2013 que le valió la obtención de bancas en el parlamento, tanto a nivel nacional como provincial. Las perspectivas para este 2015 son similares, así lo muestra la elección en Mendoza y lo mismo puede ocurrir, en Salta, Rio Negro, Jujuy, Córdoba, Buenos Aires o Neuquén.
Si bien existen diferencias entre dichos espacios políticos, algunas referidas a la lectura de los procesos populares y la relación con los Estados en América Latina y otras partes del mundo, las mismas se hicieron explícitas en una reciente actividad de debate político en la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA. También hay una serie de coincidencias que son previas a la confluencia en el terreno electoral, por ejemplo en el plano sindical (docente o estatales) donde también se discute una perspectiva común: la necesidad de la independencia política de los trabajadores y los sectores populares organizados, algo que no se logra si se plantean alianzas con facciones de los sectores dominantes.
Esta confluencia entre las fuerzas políticas integrantes del FIT y los movimientos populares, generó similares expectativas en diferentes lugares del país. Para la apuesta en la ciudad porteña, será la primera vez que tendrán voz propia los sectores que protagonizaron los hitos políticos más importantes del último período: el 19 y 20 de 2001, los cortes del Puente Pueyrredón, las luchas por la urbanización de las villas y el Indoamericano. Construcciones que se pusieron en juego, sin mediaciones ni voceros impostados.
En la ciudad de Buenos Aires también competirán en las PASO otras expresiones de izquierda como el MAS y el MST que en la anterior elección no lograron superar el umbral de votos necesarios. También AyL de Luis Zamora con quien a pesar de intentos varios tanto del FIT como de PEM, no hubo acuerdo. Completan el cuadro el frente Camino Popular integrado por la Unidad Popular de Víctor de Genaro, Camino de los Libres, PTP y Patria Grande, entre otros.