Por Nicolás Miranda. Hay bandas en la ciudad de Buenos Aires que saben que se puede hacer música de vuelo sin apelar sólo a la versión ruidista y colgada de la psicodelia. Que los efectos pueden acoplarse a un trance que está en el ritmo, y que dominando ambos se despega con el cuerpo y con la cabeza. Los Espíritus ciertamente lo saben, y parecen hacer sus canciones acorde a esto, concentrados en un ritual. Música espectral, que se baila, hecha por fantasmas que no se pisan la sábana entre ellos.
Ese ritmo esencial es capitaneado por Pipe Correa en batería, Fer Barrey en percusión y Martín Fernandez Batmalle en el bajo, y se nutre de la versatilidad de Miguel Mactas (violas, teclados, percusión) y el contrapunto entre la distorsión vocal y el wha wha salvaje de Maxi Prietto y los lamentos suaves y la calidez acústica de Santiago Moraes.
Los Espíritus han mostrado sus melodías mántricas a través de grabaciones que pueden escucharse, libremente, en su Bandcamp. Destacan allí los EPs “Lo echaron del bar”, de 2011, y el reciente “El gato”. En total, siete temas con estados de posesión y estados de hipnosis: capas frondosas, percusiones variadas, bajos corpulentos y tres guitarras que son tres sonidos y tres aproximaciones de distinto color al instrumento. Todos estos elementos están más amalgamados en los cuatro temas de “El gato”: éste tiene, como el primer EP, a la canción homónima como motor de arranque, contundente, pero con un giro perverso, arrabalero eléctrico. Se escucha “pasa lento el tiempo/lento el tiempo para mí”, y suena como si la voz arrastrara una sentencia que hay que exorcizar a guitarrazo y congas.
Mientras que “Lo echaron del bar” seguía arriba con “Jesús rima con cruz” y cerraba con la extensa zapada editada “Espíritus llamando”, en “El gato” vienen primero los doce minutos opacos de “El blus” y luego la dulce, pacífica pero intranquilizante “Aunque nos vayamos”. Sin tantas baterías y con la voz de Santiago en mayor plano, las canciones se tejen entre ecos y la repetición riffera, como un hechizo. Si antes había quedado claro que “ser inocente/no es suficiente”, ahora sólo quedan las sombras contra la pared. En el final, el reprise de “El gato” (“La sombra del gato”) es para abrir los ojos o volver a respirar.
En todas estas canciones y en sus recitales, Los Espíritus conjuran la noche, las puertas que se abren solas, voces como las apariciones que obsesionaban a los bluseros de antaño montadas sobre ritmos amilongados. Los temas vienen siendo editados en cuentagotas, como es comprensible en una banda cuyos integrantes participan en muchos otros proyectos con una búsqueda similar de trance y cadencia (Yataians, Morbo y Mambo, Prietto viaja al Cosmos con Mariano). Ojalá pronto puedan reunir estas canciones en un disco que se haga presente entre nosotros.
Los Espíritus estarán presentando “El gato” EP este viernes24 alas 23 hs. junto a Latin Lovers, Césped y Vúmetro en G104, Gascón 104, Capital Federal.
Para escuchar “El gato” EP: http://losespiritus.bandcamp.com/album/el-gato-ep