Por Joaquín Urioste, desde Córdoba. La noticia fue anunciada por el gobierno provincial. Una de las principales multinacionales del mundo dedicadas a la producción y comercialización de agroquímicos y semillas transgénicas desembarca en Córdoba. Estimaron una inversión de $1.600 y planean construir “la planta más grande para América Latina”.
En Córdoba se anunció el desembarco de una de las multinacionales proveedoras de productos para la agricultura más grandes del mundo. Se trata de una inversión de $1.600 millones donde se construirá en la localidad de Malvinas –a unos 12 Km de la capital cordobesa- una planta destinada a la “selección de semillas de maíz”. Es la sexta planta que Monsanto tiene en el país y será la “más importante para américa Latina”, según lo adelantó el gobierno de la provincia. Fuentes oficiales aseguraron que este emprendimiento generará 400 puestos de trabajo directos y este número se triplicará en la época de campaña de maíz. “Son empresas relacionadas con el agro negocio, que para Córdoba es fundamental, es la mayor fuente de riqueza de la provincia”, dijo el gobernador De la Sota.
Monsanto es una empresa fundada en Missouri, EEUU en el año 1901 y a través de su larga historia ha desarrollado actividades en varios sectores productivos. Su primer negocio exitoso fue la venta de edulcorante artificial a la empresa Coca Cola, al que le siguieron la producción del Agente Naranja –un defoliante altamente tóxico utilizado por las tropas estadounidenses en la guerra de Vietnam- la fabricación de plásticos, compuestos utilizados en transformadores, entre un sinnúmero de productos de dudosa simpatía con la salud humana y el medioambiente.
Desde sus comienzos Monsanto ha estado implicada en varios casos de encubrimiento y fraude en relación a estudios donde se registró el impacto que el Glifosato -y otros tantos productos comercializados por la empresa- tiene en la salud humana.
Actualmente Monsanto se dedica principalmente a la producción de agroquímicos y de semillas transgénicas (controla más del 80% del mercado mundial). Entre otras cosas fabrica y comercializa el Glifosato -bajo el nombre comercial de Roundup-, un agroquímico empleado en la producción de soja transgénica y cuyos efectos nocivos para la salud está ampliamente comprobada a través del reporte de cientos de casos de cáncer en poblaciones cercanas a zonas agrícolas donde se realizan fumigaciones con este poderoso herbicida.
Oro verde
Si bien existen legislaciones que prohíben el uso de Glifosato en casi toda Europa -exceptuando España y Rumania- es bien sabido que Argentina es uno de los países pioneros en implementar y extender el uso de agroquímicos y semillas genéticamente modificadas. Actividad que se realiza desde el año 1991 mediante su promoción desde la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación.
En la actualidad Monsanto posee 5 plantas erradicadas en nuestro país: dos plantas procesadoras de semillas (Rojas y Pergamino); una productora de herbicidas (Zárate) y dos estaciones experimentales (Carmet y Fontezuela).
Nuestro país es el tercer productor mundial de soja en bruto (detrás de EEUU y Brasil) y el primero de aceite de soja, actividad que es controlada principalmente por grandes grupos económicos nucleados en la Aapresid (Asociación de Siembra Directa de Soja), ACSoja (Asociación de la Cadena de la Soja) y la Cámara de la Industria Aceitera (CIARA).
Esto es acompañado por una situación internacional más que favorable donde los precios de los commodities agrícolas se ubican en máximos históricos. El precio de la soja subió más del 40% en el último año, es decir, a unos USD 646 por tonelada. La estimación de la campaña de soja para Argentina en el período 2012/13 podría ascender hasta los 55 millones de toneladas (21% de la producción global). De esta forma la superficie destinada para la producción sojera es cada vez mayor mientras que otros sectores como el ganadero son cada vez más marginales.
Si bien se trata de un negocio que actualmente genera beneficios extraordinarios para ciertos sectores agrícolas exportadores (se estima que la próxima campaña de soja equivaldría a USD 34.000 millones) son varias las complicaciones que acarrea el actual modelo de “monocultivo” a partir del uso de herbicidas tóxicos.
La situación en Córdoba
La comunidad de Malvinas –donde se instalará la planta de Monsanto- expresó su preocupación frente a este nuevo proyecto. Entre otras cosas, mantienen una asamblea donde participan más de 300 vecinos exigiendo un alto a las tareas de movimiento de suelo realizados por las maquinarias -que ya se encuentran trabajando en el lugar-, hasta tanto no haya estudios socioambientales concluyentes sobre el riesgo que supone la puesta en marcha de la planta.
El pasado mes se llevó a cabo en la capital cordobesa una multitudinaria marcha donde participaron un gran abanico de organizaciones en solidaridad con el grupo de madres de Barrio Ituzaingó Anexo, quienes encabezaron la actividad. Las consignas presentes fueron: por justicia, por que paren de fumigar y porque Monsanto se vaya de América Latina. La actividad contó también con la presencia de Nora Cortiñas de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, Línea Fundadora.
Actualmente, se está llevando a cabo un proceso judicial contra las fumigaciones con Glifosato realizadas en las cercanías del barrio Ituzaingó Anexo. Se trata de una zona cercada por plantaciones de soja dónde los casos de cáncer en la población ascienden a números inquietantes: de 2000 personas que residen en el barrio 200 tienen cáncer. Asimismo se registraron varios casos de nacimientos con malformaciones, entre otros problemas relacionados con la contaminación por herbicidas. Se trata del primer juicio de Latinoamérica de estas características.
Si bien existe una legislación local donde se prohíbe el uso de agroquímicos a menos de 2500 metros de cualquier sector urbano, son varios los casos en la provincia donde se registran áreas fumigadas inmediatamente próximas a zonas urbanizadas. Esto ha generado un gran rechazo tanto en poblaciones cercanas a campos fumigados como en sectores urbanos. Actualmente se visibilizan en la provincia, diversos conflictos y escenarios de disputa a partir de la problemática socioambiental.