Gerardo Szalkowicz

Una triada de actores ha logrado, como nunca antes, instalar en todo el mundo una imagen distorsionada de la realidad venezolana, o al menos de las razones de lo que allí ocurre. Un manipulado sentido común que fue impuesto por: a) la gran prensa cartelizada; b) el poder político que comanda la ofensiva, principalmente EEUU y sus gobiernos súbditos; y c) la creciente diáspora venezolana, de amplia mayoría antichavista.

El pueblo mexicano sufre una acumulación de tragedias. Tragedias naturales que pegaron duro en las últimas semanas, tragedias naturalizadas que lo azotan desde hace rato. Un Estado ausente que llega tarde y mal cuando la tierra tiembla, un Estado omnipresente como engranaje de un sistema de violencia múltiple, sistemática y cotidiana.

Venezuela se convirtió, como nunca, en la capital de la disputa continental. Ahí se librará este domingo otra batalla clave de gran impacto para el futuro de América Latina: la revolución bolivariana buscará fortalecerse con una buena participación en las elecciones para la Asamblea Constituyente y la oposición intentará sabotear los comicios y avanzar por la vía violenta hacia el “asalto final”, siempre en nombre de la libertad y la democracia.

Se publica en Argentina el libro “América Latina. Huellas y retos del ciclo progresista”, compilado por los periodistas Pablo Solana y Gerardo Szalkowicz.