Por Fernando Gómez y Gerardo Szalkowicz, desde Caracas. El sábado amaneció en llamas el área de almacenaje del Complejo de Refinación Amuay y aires de tristeza y confusión comenzaron a circular en torno a lo ocurrido. Sin perder tiempo, los medios de comunicación privados dijeron que fue negligencia del Gobierno Bolivariano.
Hasta ahora para el Gobierno Nacional no hay indicios concretos que haya sido un sabotaje y desde que ocurrió la explosión en la refinería que dejó un lamentable saldo de 48 personas fallecidas, el presidente de la República Hugo Chávez ordenó que se investiguen los hechos sin descartar “ninguna hipótesis¨, y el Ministerio Público designó un equipo compuesto por 50 funcionarios para investigar las causas de lo ocurrido.
En diálogo con la Radio del Sur de Venezuela, David Paravisini, profesor universitario en políticas públicas y energía, comentó que “hay que ser cuidadoso con decir que fue un accidente o un hecho premeditado, esperaría a que sea el presidente de la república el encargado de dar a conocer los resultados de la investigación, mas teniendo en cuenta que estamos en un momento electoral y hay que ser prudentes”, pero no descartó que “hay suficiente elementos para que Venezuela sea objeto y sea la dirección para el ataque por parte del capitalismo internacional, que se siente amenazado por el proyecto que aquí se impulsa”.
Según Paravisini, el socialismo del Siglo XXI que tienen como proyecto generar “una nueva forma de relación donde se incorpora al 100% de la población a la construcción de la patria, de la independencia, tiene enemigos en el capitalismo internacional, que ha demostrado que tienen intenciones de producir efectos en contra de nuestra patria que van desde el golpe de estado, hasta el paro petrolero, guarimbas y un permanente sabotaje internacional sobre todo los medios de comunicación”. Es por esto que los hechos ocurridos en Amuay pueden llegar a tener un elemento político si “vemos que existen intenciones de producir un perjuicio en nuestro país, y sobre todo en la industria petrolera y en las Fuerzas Armadas. El petróleo es la base material de la trasformación y el cambio que permite hacer la inversión social en la población que es el objeto y el motor de la transformación, y las Fuerzas Armadas Bolivarianas Venezolanas es el puntal para defender estos logros, nuestra industria, nuestro territorio que está siendo amenazado constantemente” explicó.
Por su parte, organizaciones sociales e intelectuales salieron a denunciar que el candidato presidencial de la derecha venezolana, Henrique Capriles, candidato de la oposición venezolana, utilizó este lunes el incidente ocurrido en la refinería Amuay, para “hacer proselitismo político, atacar al Gobierno Nacional y deslegitimar la labor de los trabajadores de la industria petrolera venezolana”. Mas allá que en la rueda de prensa que realizó en Caracas haya negado que existiera “el tema político partidista”, aprovechó la ocasión para asegurar que “muy pronto nos tocará con el favor de Dios, y por la decisión de nuestro pueblo, ponernos al frente de la industria petrolera, ponernos al frente del país”, en mención a su candidatura a la presidencia de la República.
Capriles afirmó que estará al frente del país “para que nuestros trabajadores tengan seguridad, para que situaciones de este tipo no se repitan en el futuro”. Estas palabras apoyan las realizadas por José Toro Hardy, ex directivo de Pdvsa, quien al igual que Capriles apoyó el paro y sabotaje petrolero en 2002, quién aseguró que “la causa principal de la explosión en Amuay es que no se hizo mantenimiento” reforzando de esta forma la matriz de opinión que sostiene los medios de comunicación opositores.
El rol de los trabajadores petroleros
Luego del Paro Petrolero de 2002-2003, conocida como la mayor huelga general de la historia de latinoamericana, el presidente Chávez denuncio esas conspiraciones y paso el control de las empresas a los trabajadores que lucharon contra el sabotaje y la gerencia petrolera de aquel momento.
El mismo sábado de la tragedia de Amuay, Globovisión uno de los medios de comunicación opositores al gobierno bolivariano, dio lugar a las palabras de Toro Hardy quién señaló que todos los venezolanos “pagarán las consecuencias” de este accidente en Amuay., ya que a su juicio, el fondo del siniestro “se debe al despido de los especialistas en materia petrolera durante el año 2002”. Aparecen en la escena pública los “expertos” para decir que los trabajadores nunca estuvieron preparados para operar la refinería y que lo ocurrido todo esto paso porque aquella gerencia fue echada y reemplazado por trabajadores inexpertos.
Respondiendo a esta denuncia Will Rangel, presidente de la Federación Unitaria de Trabajadores Petroleros subrayó que “los trabajadores, mas allá de lo riesgoso que es la situación, estamos preparadas para afrontar estos hechos” y destacó que “los trabajadores son capaces de sacar adelante una empresa petrolera, cuidar de ella y atender una crisis”.
Hay petróleo para rato
Amuay, es la refinería más importante de Venezuela y figura en el ranking de las cuatro principales a nivel mundial. Este dato generó la especulación que rápidamente circuló por las redes sociales, de que había un posible desabastecimiento de combustible a nivel nacional.
El presidente de PDVSA y ministro para Petróleo y Minería, Rafael Ramírez informó que el resto de las operaciones del complejo están en total normalidad y mencionó que están despachando el crudo almacenado en las refinerías de Amuay y Cardón, el cual asciende a 2 millones 144 mil barriles de combustible, mientras que en el resto del país existen 4 millones 323 mil barriles de reserva.
A nivel nacional existen varias refinerías que aseguran en la actualidad un promedio diario de producción de 735 mil barriles de combustible. La refinería El Palito, situada en el estado Carabobo, produjo este domingo 135 mil barriles combustible, en la de Puerto La Cruz, estado Anzoátegui, obtuvieron 180 mil barriles y en la refinería Isla, en Curazao, 170 mil barriles. “No van a producirse problemas en el suministro interno y externo, en dos días las actividades pueden reiniciar y la capacidad de producción está intacta”, concluyó el presidente de la petrolera estatal.
Mantenimiento de las intalaciones
La inversión en mantenimiento del Centro de Refinación Paraguaná (CRP), que es la fusión de las tres importantes refinerías Amuay, Cardón y Bajo Grande, ha alcanzado los 4 mil 800 millones de dólares en los últimos cinco años, informó Rafael Ramírez. “Se ha ejecutado esa cantidad inmensa de recursos solamente en mantenimiento en el complejo. Eso ha implicado cerca de 500 paradas programadas de plantas, es decir actividades de mantenimiento en los últimos cinco años”, comentó Ramírez.
El también presidente de Petróleos de Venezuela (Pdvsa) afirmó que Pdvsa tiene los equipos necesarios para este proceso y que “hemos venido cumpliendo el número de paradas de planta, mantenimiento de equipos y, en el caso respectivo de tanques y esferas, es un mantenimiento que se lleva a cabo cada diez o quince años”, dijo.
Mencionó que en el lapso de los últimos cinco años han invertido más de 6 mil millones de dólares en mantenimientos rutinarios y extraordinarios en todas las refinerías del país. “eso desvirtúa esa información que han puesto a circular los factores opuestos a este proceso que indica fallas en nuestro mantenimiento y que sólo ejecutamos 20% del mantenimiento programado”, enfatizó.