Por Mario Hernández. Dialogamos con Armando Jaime quien integró la CGT clasista de Salta en la década de 1970. Predicó el socialismo y el activismo desde las bases. En esta entrevista, habla del presente y del futuro político del país.
Armando Jaime fue obrero textil y maestro de escuela. Fue también activista gremial que desde su juventud temprana se referenció en el peronismo. Su militancia clandestina en Salta le destinó tanto a la cárcel como a la resistencia. Fue uno de los dirigentes más significativos de la CGT de Salta que en 1970 se definió por el socialismo. Pero también promovió la formación del Frente Antiimperialista por el Socialismo (FAS), junto a Agustín Tosco y al PRT de Mario Roberto Santucho, con el fin de impulsar la independencia de clase de los trabajadores y la unidad de las organizaciones revolucionarias.
La represión del gobierno de Isabel y la actuación de la Triple A lo condenarán a una nueva clandestinidad que, finalmente, lo llevará al exilio en 1976, recalando en varios países de América Latina y en España. Hoy a los 80 años, promueve desde diversas iniciativas políticas y sociales a la unidad del campo popular en Argentina y a nivel regional, aporta en la Articulación Continental de los Movimientos Sociales hacia el ALBA.
– Trazando un recorrido histórico, ¿cuál es tu visión de nuestra actualidad?
– Bueno, de hecho hay diferencias sustanciales en el terreno de la política, durante el Cordobazo vivíamos en dictadura militar, en cambio ahora vivimos una situación de democracia relativa, con algunas fallas, pero democracia al fin.
Pero no obstante eso, creo que en este momento, si bien el gobierno ha hecho algunas cosas interesantes como el tema de derechos humanos, la Asignación por hijo y algunas otras medidas, tiene una gran cantidad de falencias que da lugar a una crítica. Con los compañeros hacemos la diferencia entre lo que es un gobierno como el de Evo Morales, o el de Maduro, en Venezuela, o Cuba. Así como en Bolivia, Venezuela, Ecuador, hay una relación de producción de carácter capitalista, al igual que en la Argentina. La diferencia es que mientras esos gobernantes están proponiendo el socialismo como aspiración para sus pueblos y van caminando rumbo a eso, en Argentina el gobierno se declara capitalista nacional. E incluso, lo de “nacional” es relativo porque transan con los monopolios, por ejemplo, el caso de Chevron en la megaminería.
Hay que marchar hacia un movimiento de carácter socialista y revolucionario.
– Quiero volver a fines de los ´60 cuando conociste a Agustín Tosco, figura emblemática del Cordobazo…
– Sí, entonces nosotros trabajábamos mucho con el movimiento sindical acá en Salta y en otros puntos del país. Por ese motivo tuvimos una relación desde un punto de vista ideológico y político con Agustín Tosco y con otros dirigentes, y de ahí surgió una amistad que nos unió después políticamente en el Frente Antiimperialista del Socialismo (FAS). Fueron momentos donde impulsamos el sindicalismo de clase. En Salta organizamos agrupaciones obreras que nos llevaron a la conformación de la CGT clasista.
– ¿Cuáles eran las características del clasismo de los ´70?
– Bueno, por un lado una posición antiburocrática. Planteábamos dirigentes que defiendan realmente los intereses de la clase trabajadora. Por otro lado, defendíamos la independencia de los sindicatos de los gobiernos y a la vez de los partidos políticos, particularmente de la burguesía.
En el caso de la CGT clasista de Salta, invitamos en forma directa a los distintos partidos de izquierda para que participen en los debates. Podía venir desde el Partico Comunista o Vanguardia Comunista (maoístas).
– En referencia a la situación que se planteó con los docentes autoconvocados (DUS), ¿hay puntos de contacto entre éste proceso dentro del gremio docente, con aquélla historia?
– Sí, en Salta hay mucha gente de izquierda en la base que viene de aquellos tiempos. La Lista Verde (durante la gobernación Miguel Ragone, en 1973) ganó por el apoyo de la izquierda y enfrentando a toda la vieja dirección de derecha que tenía el peronismo. La CGT clasista surgió en ese momento porque había un posicionamiento de izquierda en el movimiento obrero de Salta, así como en otros movimientos, como el Movimiento de Aborígenes. El arrastre histórico en la provincia es lo que ha devenido en un apoyo al Partido Obrero.
Creo que a nivel sindical, también se va a ir dando una situación así. El caso de los docentes es un movimiento sumamente importante. Y tenemos una metodología distinta a la de algunos partidos de izquierda pero no pretendemos meterle un sello al movimiento, lo apoyamos hasta que eso dé algún resultado.
El gobernador, Urtubey
– Siempre que lo menciono hablo de su prontuario porque me interesa particularmente al ser uno de los presidenciables, por lo menos es su intención. ¿Cuál es tu visión sobre este político peronista de la provincia de Salta?
– Acá en la provincia de Salta, en los días posteriores al Cordobazo, se hizo un “Salteñazo”: un número grande de mujeres irrumpió en el barrio de la aristocracia salteña y tomó el Club “20 de Febrero”. Es un club importante en la historia de Salta, porque agrupa a toda la aristocracia salteña, lo que aquí se llama “el cholaje”, o sea, la oligarquía de Salta. A este club pertenecía el joven Urtubey.
Toda su gestión gubernamental está orientada en favorecer a la oligarquía. Por ejemplo, este gobierno defiende la policía infantil, como forma de contener a los chicos pobres que no tienen hogar y andan en la calle. Otra medida que tomó de carácter reaccionario, es la enseñanza religiosa en todas las escuelas de la provincia. Aumentó enormemente la dotación policial, desde policía civil, o sea espías de la población, a policías uniformados. Tiene toda la provincia preparada para reprimir.
Pero además es un muchacho bastante incapaz como político. Juan Carlos Romero, es su padrino político, son ellos lo que sin militancia, sin nada, lo llevan a la política. Nada que ver con López, por ejemplo, que sale del Partido Obrero, que milita entre los trabajadores y en los barrios. Es el “Club 20” que lo impulsa hacia la gobernación y es un peronista de derecha, nada que ver con el kirchnerismo. Él puede tener una identidad ideológica cercana a Massa o a Elisa Carrió. Él se inscribe en toda la derecha continental, ése es el gobierno que tiene Salta.