La próxima semana llegarán 300 observadores internacionales a Siria. Mientras tanto, la violencia continúa en la nación árabe y Estados Unidos dicta nuevas sanciones para desestabilizar al gobierno de Al Assad.
La Organización de Naciones Unidas (ONU) anunció que 300 observadores internacionales llegaron a Siria a finales de abril, para constatar la situación del país y si se cumple el alto el fuego acordado entre el organismo multilateral, el gobierno del presidente Bashar Al Assad y los grupos opositores armados.
La información fue dada a conocer por el portavoz de la ONU, Eduardo del Buey, luego de que el Consejo de Seguridad autorizara el envío de los veedores. El objetivo de la misión es apoyar el trabajo del enviado especial de la ONU, Kofi Annan, para lograr un diálogo político que termine con el conflicto interno sirio, que lleva más de un año. Los observadores se sumaron a otros 30 que ya se encuentran en Siria y su permanencia será de 90 días.
El lunes, un grupo de veedores recorrieron la ciudad de Duma, situada en la provincia de Damasco-Campo, con el objetivo de recoger testimonios de sus habitantes. El fin de semana pasado, otro grupo se trasladó a la conflictiva localidad de Homs, donde se producen los principales enfrentamientos entre el Ejército y los grupos armados, calificados como “terroristas” por el gobierno de Damasco.
Aunque rige el cese del fuego, ayer se produjeron más combates en distintos puntos del país. Mientras los opositores señalaron que las tropas sirias se cobraron la vida de civiles, desde el gobierno volvieron a denunciar el accionar violento de las fuerzas de oposición.
La agencia de noticias Sana reportó que bandas “terroristas” asesinaron al médico Adnan Tawfik Al Sumet, en la ciudad de Deraa, en tanto que otro grupo armado disparó de forma indiscriminada en el poblado de Naima, en la provincia de Deraa, lo que causó heridas a una joven de 14 años. También se informó que en la localidad de Hama, grupos irregulares asesinaron al coronel Mahmud Zaitun y al suboficial Yihad Tawfiq Ismael. A esto se suma que un artefacto explosivo estalló en Yeryanaz, en la provincia de Idleb, cobrándose la vida de varios civiles.
Por su parte, la Secretaría de Aduanas de Judaydat Yabus, centro fronterizo con el Líbano, confiscó un fusil de francotirador, un lanzacohetes RPG, tres ametralladoras, 4 pistolas, 53 detonadores a distancia, 11 proyectiles RPG, 8 obuses de mortero, además de variada munición de armamento menor que se encontraban escondidas en un automovil. El Poder Judicial libanés informó que, por este hecho, tres personas fueron detenidas y acusadas por el delito de contrabando.
A los ataques y sabotajes realizados por los grupos de oposición, se suma que la semana pasada el autodenominado Ejército Sirio Libre (ESL), reiteró su llamado para una intervención militar en el país, medida rechazada por Rusia, China, Irán, Líbano y varios países de América Latina. El general Mostafá Ahmed Al Sheij, jefe del Consejo militar de esa agrupación, demandó que una “alianza militar”, sin el aval de la ONU, ingrese a Siria.
El gobierno de Al Assad ha denunciado en reiteradas oportunidades que los grupos violentos que operan en la nación árabe son financiados y apoyados por las monarquías del Golfo Pérsico y Turquía, hechos corroborados por autoridades de países como Qatar y Arabia Saudita. Además, Estados Unidos confirmó el envío de equipos de comunicación a los grupos opositores y Gran Bretaña reconoció la “donación” de ciento de miles de euros para los grupos contrarios al Ejecutivo.
Más sanciones para presionar
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, anunció que su gobierno emitió nuevas sanciones económicas bilaterales contra Siria e Irán. El mandatario explicó que las medidas buscarán afectar a empresas de tecnologías de vigilancia, rastreo, localización e identificación, telefonía celular e internet. El titular de la Casa Blanca justificó las sanciones bajo el supuesto de que los gobiernos sirio e iraní utilizan estos mecanismos para reprimir a grupos opositores.
Luego del anuncio, el Departamento del Tesoro estadounidense dio vía libre a las medidas, que afectan a seis compañías o agencias de ambos Gobiernos, incluido el congelamiento de bienes que puedan tener en territorio estadounidense.
Durante un discurso pronunciado en el Museo Conmemorativo del Holocausto, ubicado en Washington, el presidente Obama afirmó que su gobierno no intervendrá militarmente en esos países, pero que los EE.UU. poseen “muchas herramientas, diplomáticas, políticas, económicas y de inteligencia, y nuestra persuasión moral” contra esos gobiernos. “Usando estas herramientas durante los últimos tres años, creo y sé que hemos salvado un número incontable de vidas”, reconoció. Obama también aseveró que la Casa Blanca ofrecerá estímulos para que las compañías de tecnología desarrollen nuevos medios para ayudar a los ciudadanos opositores de esas naciones.