Nada parece detener al gobierno conservador de España. Con nuevo recortes al presupuesto, la administración de Mariano Rajoy sigue adelante con el plan de ajuste para reducir el déficit fiscal, aunque eso implique un duro golpe para los ciudadanos y las ciudadanas.
El gobierno español anunció este lunes un nuevo recorte de 10 millones de euros en las áreas de salud y educación, bajo el argumento de la necesidad de una mayor racionalización y mejomiento de la gestión de esos sectores.
Luego de una reunión con varios de sus ministros, Rajoy también definió el Programa de Estabilidad 2012-1015 y el Programa Nacional de Reformas de España 2012, que serán presentados este mes a la Comisión Europea.
En el encuentro del gabinete español además se estipuló un calendario para comenzar con las privatizaciones de empresas públicas y con supuestas modificaciones que implican más recortes y más flexibilidad en la economía.
La semana pasada, la administración de Rajoy aprobó el presupuesto 2012 donde se prevé un ajuste de 27.300 millones de euros, con el objetivo de reducir el déficit público del 8,51% al 5,3% del Producto Interno bruto (PIB) para este año.
Para 2012, el Ejecutivo español calculó una contracción del crecimiento económico del 1,7%, con una tasa de desempleo superior al 23% de la población activa, siendo la cifra más alta de la Unión Europea (UE).
Conocidos los anuncios del gobierno, la coalición Izquierda Unida, tercer fuerza electoral del país, advirtió denunció que la administración de Rajoy busca privatizar la salud y la educación.
El diputado y máximo dirigente de IU, Cayo Lara, emplazó al Ejecutivo a buscar los recursos necesarios para preservar los servicios esenciales mediante una reforma fiscal progresiva.
Las medidas de ajustes aplicadas por el gobierno de Rajoy, que se suman a las aprobadas durante la administración del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), fueron rechazadas de forma masiva por los ciudadanos.
Semanas atrás, los principales sindicatos españoles encabezaron una huelga general que convocó a más de dos millones de personas en repudio a las medidas.
Huelga en el aire
Durante esta jornada, los pilotos de la aerolínea española Iberia iniciaron la primera de las 30 jornadas de huelga programadas hasta finales julio próximo, en rechazo a la creación de una filial de bajo coste.
Este lunes, la mayor compañía de aviación del país ibérico suspendió 156 vuelos (un 40% de los previstos), correspondientes a destinos nacionales, europeos y transoceánicos.
La medida de fuerza se repetirá todos los lunes y viernes hasta el 20 de julio próximo.
Los trabajadores, afiliados al Sindicato Español de Pilotos de Líneas Aéreas (Sepla), ya llevaron adelante 12 días de paro entre diciembre y febrero pasados.
El sindicato aeronáutico se opone al nacimiento de Iberia Express, filial de bajo coste que comenzó a volar el 25 de marzo en recorridos de corto y medio radio.
Los pilotos denunciaron que la decisión de la línea de bandera de restar 40 aeronaves a la matriz para trasladarlas a la nueva sociedad, hace peligrar unos ocho mil puestos de trabajo.
También advirtieron sobre una externalización de la producción y una reducción de los salarios de los empleados de la compañía.
Con una plantilla de 1.500 pilotos, 15 mil trabajadores de tierra y unos 3.500 tripulantes de cabina, Iberia se fusionó en enero de 2011 con la británica British Airways en el holding International Consolidated Airlines Group.