El primer ministro egipcio, Essam Sharaf, presentó al Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas (CSFA) su dimisión y la de todo su gabinete.
La renuncia se da en el contexto del retorno de las protestas en la Plaza Tahir, en la capital egipcia, donde miles de manifestantes –desde el día viernes 18 de noviembre– exigen la salida de las fuerzas armadas del comando del país.
El Consejo Supremo ya estaría buscando nuevos nombres para ocupar los cargos, para entonces anunciar oficialmente la aceptación de las renuncias. Las manifestantes, sin embargo, siguen en la Plaza y han convocado a una nueva movilización para el martes a la tarde. Las protestas fueron fuertemente reprimidas; los últimos números divulgados por el Ministerio de Salud confirmaban 33 muertos y 1250 heridos.
La principal reivindicación de la protesta es que el CSFA ceda el poder a un gobierno interino civil y que sean realizadas elecciones presidenciales en abril de 2012. El Consejo, hasta hoy, no definió una fecha para la elección; la prometían para mediados de 2012, pero ya consideraron hacerla recién en 2013; tal actitud es criticada por los egipcios ocupantes de la Plaza.
“Nosotros estamos acá hoy y estuvimos acá en los últimos días en lo que probablemente fue la mayor movilización desde la caída de Mubarak, el 11 de febrero, para dar seguimiento a esa revolución y concluir una tarea todavía inacabada que es erradicar el viejo régimen”, declaró el periodista Hossam el-Hamalawy a la agencia de noticias árabe Al Jazeera.
La noticia de la renuncia fue recibida con poco entusiasmo en la Plaza Tahir, ya que el rechazo es a la presencia militar en el comando del país. Las críticas se dirigen sobre todo al jefe de la CSFA, el mariscal de campo Mohamed Hussein Tantawi, ministro de Defensa de Mubarak durante más de 20 años.
El miembro del Frente para la Salvación de Egipto, Yahaya Najm, explicó, en entrevista para Telesur, que los militares tuvieron un respaldo contundente tras la caída del ex presidente, Hosni Mubarak, “el pueblo les dio mucho respeto, mucho respaldo”, sin embargo, “algunas decisiones equivocadas de la junta militar (…) afectaron mucho la coherencia y el respaldo desde el pueblo hacia las Fuerzas Armadas”.
Elecciones
El primer ministro y los miembros de su gabinete tomaron la decisión tras reunirse en una asamblea de emergencia. Asistieron los ministros del Interior, Mansour El-Eissawy, y de Turismo, Hazem El-Beblawi, además de los titulares de las carteras de Información y Justicia y del viceprimer ministro, Alí El-Selmi.
El- Selmi es uno de los que desencadenó la crisis que vive actualmente Egipto al presionar a los partidos políticos para que aceptaran un documento se le otorgaba privilegios y autoridad a las Fuerzas Armadas en la futura Constitución, incluso antes de las elecciones parlamentarias del 28 de noviembre.
“Estoy acá para exigir la salida de Tantawi y que convoque las elecciones presidenciales antes de abril del año próximo”, afirmó el joven Mohamed Emmasry, uno de los ocupantes de la Plaza. “Nos quedaremos acá hasta conquistar nuestras demandas. No nos importa las elecciones”, completó.
Según el especialista Massimo de Ricco, en entrevista con Telesur, el partido Justicia y Libertad, vinculado a los Hermanos Musulmanes, organización islámica nacida en Egipto en 1928 y con presencia en todo mundo árabe, debe lograr la mayoría de los asientos en el parlamento.
Al ser interrogado sobre las expectativas de los comicios, Yahaya Najm señaló que el nuevo Parlamento “no va hacer el cambio que queremos” porque a su juicio, la mayoría de los revolucionarios son jóvenes “que no han podido organizarse en un partido fuerte (…) lamentablemente los que están preparados para estas elecciones son los partidos tradicionales”.
(Con informaciones de Telesur – www.telesurtv.net y Al Jazeera – www.aljazeera.com)