El caso del joven salteño Daniel Solano desaparecido en Río Negro hace 20 meses tomó un nuevo giro. Luego de una huelga de hambre mantenida durante 18 días por sus familiares y abogados frente al Juzgado local, el reclamo tomó fuerza y las autoridades provinciales se vieron obligadas a recibir su petitorio.
Daniel Solano desapareció el 5 de noviembre de 2011 en la localidad de Choele-Choel, Río Negra. Días antes, el joven guaraní oriundo de Salta había instado a sus compañeros de trabajo a tomar una medida de fuerza, en contra del pago injusto de salario que estaba acordado en la empresa donde trabajaba: Univeg Expofrut. Los testimonios acreditan que la última vez que se vio a Daniel con vida lo estaban subiendo a un patrullero policial, luego de sacarlo por la fuerza de un boliche bailable en medio de la madrugada.
Luego del aviso a los familiares de que Daniel había desaparecido, la familia decidió viajar al sur rionegrino para buscarlo. De allí en más, se sucedieron movilizaciones y reclamos. Pero el punto límite fue el 1 de julio, cuando su padre Gualberto junto a su prima Romina y sus tíos Maira y Pablo decidieron comenzar una huelga de hambre, exigiendo su aparición.
Así pasaron 18 días. El acampe frente al Juzgado N° 30 de Choele-Choel tuvo como consecuencias dos principios de ACV para Gualberto y el adelgazamiento del resto de los familiares.
El último viernes se realizó una movilización de más de 500 personas por las calles de la localidad rionegrina, en apoyo al reclamo de la familia Solano. Asimismo, hubo marchas en Viedma como en Buenos Aires, hacia la casa de la provincia de Río Negro. El petitorio presentado por la familia consistía en lo siguiente: Cárcel común y efectiva a los 7 policías procesados por la desaparición de Daniel; Juicio y castigo a todos los responsables materiales e intelectuales; desmantelamiento del aparato represivo del Estado; entrevista inmediata con el secretario de DDHH y el gobernador de Río Negro.
Semejante coyuntura determinó la visita de Néstor Busso, secretario de Derechos Humanos de Río Negro, a Choele-Choel, a los fines de dar respuesta al petitorio presentado por la familia. Luego en Viedma, se dio efectivamente la reunión con el gobernador Alberto Weretilneck junto la procuradora Liliana Piccininni.
Sobre tal encuentro, “la respuesta fue positiva respecto de la mayoría de los puntos que reclamaba la familia” sostuvo en declaraciones para Radio Sur FM 88.3 la periodista Natalia Canteras de la Red de Medios. Entre ellos, “la imputación por estafa y asociación ilícita de los directivos de Expofrut, por ser parte y cómplices de la diagramación de la desaparición de Daniel Solano”. Es decir, involucrar no sólo a los policías intervinientes en el caso como autores materiales, sino dar cuenta del de la responsabilidad de la empresa en tanto autor ideológico como otra de las variables determinantes que permitan resolverlo.
En este sentido, el abogado Heredia también se refirió al encuentro como positivo dado que, entre otras cuestiones, los “directivos de Expofrut van a ser denunciados por ser miembros de la asociación ilícita que estafó a cientos de trabajadores”. Por otro lado, debido a que la jueza Constanzo -quien fue la que otorgó privilegios a los 7 policías procesados mediante su traslado del Penal donde se hallaban detenidos- fue suspendida de sus funciones y desplazada de su cargo, quedó demostrado que “el gobierno y el intendente de Lamarque (localidad cercana Choele-Choel, donde trabajaba Daniel) admiten el manejo delictivo de esta funcionaria”, expresó el letrado. Y concluyó: “Nos dieron las respuestas que fuimos a buscar”.
El diálogo entablado con Weretilneck permitió a los familiares levantar la huelga de hambre y contar con un compromiso, al menos formalmente, del gobernador para avanzar en el esclarecimiento de la causa sobre la desaparición de Daniel. El abogado de la familia subrayó: “No se va a elevar la causa a juicio hasta que estén todos los imputados procesados, civiles y policías. Y si tiene que haber más detenidos los habrá”.
En una lucha que la familia viene dando desde hace más de 20 meses, la reunión constituyó un paso sumamente significativo. Resta ver cómo avanza la causa y si realmente se involucra a los autores ideológicos de la desaparición de Daniel Solano, ese joven cuyo único crimen fue exigir por el pago justo de su salario.