Los choferes de la Línea 60 levantaron el paro y aguardan una respuesta de la empresa MONSA por el despido de cuatro trabajadores y mejores condiciones en el servicio. Los delegados ya adelantaron que, si la empresa no se sienta a negociar, retomarán las medidas de fuerza.
En la calle Guanahani 420, donde está la terminal de Constitución, los choferes conversaban dentro de los colectivos sobre cómo salía en la televisión el conflicto que estaban protagonizando. “No digas cualquier cosa, nosotros estamos reclamando nuestros derechos”, le gritaron el segundo día de paro al movilero de C5N. Fueron cinco días de huelga. “Si dejamos que despidan a nuestros compañeros de laburo y no hacemos nada, después van a avanzar sobre todos nosotros”, resumieron los trabajadores.
Finalmente, ayer apareció la posibilidad de llegar a una negociación entre la empresa y los trabajadores. Tras el levantamiento del paro, los delegados se reunieron al mediodía con el Ministro de Trabajo Carlos Tomada con un principio de compromiso de que se reincorporará a los cuatro trabajadores y se harán mesas de negociación con la empresa.
Según informaron desde la cartera laboral, hoy Tomada se reunirá con directivos de MONSA para avanzar en la negociación y mañana se reunirían en la Secretaría de Relaciones Laborales los delegados de la 60 y los representantes de la empresa. Uno de los delegados, Hugo Schuartzman anunció que en los próximos días “se trabajará normalmente, pero si al terminar la conciliación obligatoria no se resuelven los problemas fundamentales, se volverá a las medidas de fuerza”.
Los directivos de la 60 no viajan en bondi
El reclamo se inició el martes pasado por el despido de cuatro trabajadores, de los cuales la empresa MONSA sólo reconocía dos. Además se sumaba el pedido de mejores condiciones en el servicio que brinda la línea, mejores condiciones laborales y la posibilidad de cambio de tareas para trabajadores que llevan años en la empresa y ya no pueden conducir un colectivo por motivos de salud.
“Acá en la 60 hay trabajadores que se arruinaron la vida arriba del colectivo, que se enfermaron y que no les quieren cambiar las tareas que realizan. Si el compañero se arruinó la vida con tantos años de manejar en estas condiciones, le tienen que dar otra tarea. No pueden decir que no”, explicó Néstor Marcolin, otro de los delegados.
Otro de los ejes de reclamo de los trabajadores de la 60 se vincula a las condiciones del servicio y la gestión de la línea por parte de la empresa MONSA. Según explicaron los delegados, los subsidios que recibe la empresa (alrededor de 34 mil pesos mensuales por cada colectivo más el subsidio el gasoil) no son utilizados para garantizar un transporte de calidad. “La plata del subsidio se la queda la empresa. Se viaja mal y con menos colectivos. Imaginate, la CNRT dispuso que de Plaza Constitución tienen que salir 54 colectivos por hora en horario pico. Hoy salen 22. Los colectivos tendrían que llevar 60, 70 personas y hoy cargamos 220 pasajeros. ¿Cómo no se van a enfermar los choferes?”, se pregunta Marcolin.
Frente a esto, los choferes concluyeron que, si la empresa no puede garantizar el servicio debería estatizarse. Según los cálculos de los trabajadores más del 70 por ciento de los recursos que recibe la línea son del Estado, con un promedio del sueldo de 3 choferes por cada colectivo. Esta situación no sólo se da en la 60. En la línea 25 que une la localidad de Saénz Peña en la provincia de Buenos Aires con La Boca los choferes llevan más de 20 días de paro y no tienen colectivos en condiciones para brindar el servicio.
Por otro lado, los trabajadores de la 60 denunciaron los operativos de seguridad que se desplegaron en los cinco días de paro. Durante el cese de actividades, los choferes realizaron diversas protestas, como movilizarse hasta el Ministerio de Trabajo, cortar la Panamericana, a la altura de Ingeniero Maschwitz, o realizar marchas hasta la estación ferroviaria de Constitución. Durante esas medidas de fuerza, denunciaron una fuerte tensión por los dispositivos desplegados por las fuerzas de seguridad. En efecto, el sábado por la noche la Policía bonaerense desalojó la terminal de la línea 60, de Maschwitz que se encontraba ocupada por sus empleados.
Los resultados de la reunión de hoy entre Tomada y los directivos de MONSA definirán en gran medida las posibilidades de avanzar en las negociaciones entre trabajadores y directivos en el día de mañana. La postura del Ministro Carlos Tomada, sin embargo, no dejó dudas sobre el lado que se acompaña en la balanza. “Ambas parten tienen responsabilidad. La empresa tiene incumplimientos, pero no puede haber conflictividad permanente, hay que administrar (el conflicto) de otra forma”, afirmó Tomada.
Los delegados, que conocen a la empresa desde que ingresó a la línea hace dos años, dijeron que la llave para destrabar el conflicto está en manos de MONSA.