El kirchnerismo obtuvo dictamen de mayoría, y se apresta a darle media sanción a la reforma de los Códigos Civil y Comercial, en la Cámara de Senadores la semana próxima. El debate y el revuelo generado por las modificaciones realizadas por el oficialismo a último momento, y el polémico artículo 19.
El kirchnerismo finalmente obtuvo luz verde para tratar la próxima semana en la Cámara de Senadores la reforma de los Códigos Civil y Comercial. Tras la incorporación de algunas modificaciones realizadas en el último plenario de la comisión bicameral que lo discutía, los legisladores oficialistas, en soledad, y sin el apoyo de ningún otro bloque, emitieron dictamen de mayoría que permitirá llevar la discusión a la cámara alta. El miércoles que viene buscarán darle media sanción a la ley de reforma del Código para poder aprobarlo antes de la renovación de ambas cámaras legislativas.
La modificación del código había sido defendida por el ministro de Justicia, Julio Alak, quien sostuvo que la reforma se apoya en “un nuevo ordenamiento jurídico institucional de Argentina que se adoptó en 1994 con la reforma constitucional y la incorporación de nuevos tratados internacionales”, junto a “los cambios sociales y culturales que han venido modificando a nuestra sociedad en las últimas décadas”.
Desde el kirchnerismo señalaron querer aprobarlo antes del recambio de diciembre, se debe al reconocimiento de quienes han venido trabajando a lo largo de los dos últimos años en la reforma y modificación del código, y que por lo tanto deben ser aquellos legisladores quienes lo voten en el recinto. El proyecto original, que ya cuenta con bastante rodaje, había sido elaborado por los jueces del la Corte Suprema de la Nación, Ricardo Lorenzetti y Elena Highton, junto a la doctora Aída Kemelmajer de Carlucci.
La discusión en las diferentes comisiones de ambas cámaras también venia de larga data. En relación a esto, el senador por Rio Negro, Miguel Ángel Pichetto, sostuvo que “no hay precedente de un tratamiento de un Código con las características y la forma en que trabajó este Congreso”, y frente a los legisladores que cuestionaban la forma en que se trató, el senador rionegrino sostuvo: “Seguramente habrá un debate por títulos, seguramente algunos temas puedan ser objeto de un algún debate más profundo. Y si surge alguna cosa valiosa que valga la pena incluir, lo haremos”.
Esto sin embargo no evitó que el dictamen de mayoría sea firmado solamente por el oficialismo, y replicado por el conjunto de la oposición. Entre las voces más discordantes surgió la del senador radical, Ernesto Sanz, que afirmo: “El oficialismo ha roto la posibilidad de consensos”. Su par radical, el diputado Gil Lavedra había sostenido con anterioridad “lamentablemente, la ley no ha sido precedida de un acuerdo generoso. Estamos muy preocupados por las últimas modificaciones que introdujo el FPV.”
Entre las modificaciones introducidas por el kirchnerismo al proyecto original se cuentan por un lado la que refiere a las responsabilidades del Estado y sus funcionarios, las cuales pasarían en caso de aprobarse la reforma, a quedar excluidas del Código Civil, y delegadas a un fuero administrativo municipal o provincial. Esto significa por ejemplo que el Estado se excluye de responder ante perjuicios ocasionados por concesionarios de servicios públicos, y solo se puede demandar a funcionarios en caso de dolo.
Este punto generó fuertes críticas desde el FAP y la UCR, quienes sostuvieron que “la no incorporación de la cuestión de la responsabilidad del Estado y su tratamiento en paralelo supone para la UCR un límite y un posicionamiento diferente respecto a la búsqueda de consenso. Ante lo que el senador Pichetto respondió “el Estado pierde siempre todos los juicios y detrás de las demandas están los grandes estudios jurídicos. Estamos preservando al Estado frente a la ‘patria pleitera’”.
Uno de los puntos que mas revuelo generó fue el de la eliminación del agua como derecho humano. Mientras en el proyecto original estaba contemplado, las modificaciones introducidas por el kirchnerismo barrieron este punto.
Por otro lado se agregó al nuevo Código Civil el carácter imprescriptible de los delitos de lesa humanidad cometidos por acciones civiles, y la eliminación de la función social de la propiedad privada, que también se incluía en el proyecto original. Las críticas que supo levantar este punto llevaron finalmente a que quedara marginado. En ese sentido desde el kirchnerismo sostuvieron que “con las normas de la Constitución y la propia letra del Código se mantiene el derecho a la propiedad como derecho inalienable”.
El artículo de la polémica
Mas allá del debate generado por los diferentes artículos y modificaciones que venimos mencionando, donde el kirchnerismo efectuó la mayor modificación fue en el artículo 19 del nuevo Código. En el mismo se establece que la vida humana comienza desde la concepción. El cambio introducido fue parte del acuerdo que el diputado y presidente de la Cámara, Julián Domínguez alcanzó con sectores de la iglesia vinculados al Papa Francisco.
Esta modificación en el artículo 19, a contramano de lo que sostenía el Código original, implica que un embrión no implantado pasa a ser considerando una persona, y elimina cualquier aclaración sobre técnicas de reproducción asistida. Por otra parte ignora el Código de Ética sobre fertilización asistida, donde se diferencia entre un embrión antes y después de ser transferido.
Desde la oposición, mientras la diputada del Peronismo Federal, Liliana Negre de Alonso saludó la modificación llevada adelante por pedido de la Iglesia, los legisladores radicales sostuvieron que “la desaparición en el artículo 19 de la figura de la concepción desde el momento de la implantación del embrión en la mujer, hace que las técnicas de reproducción humana asistida queden sin efecto práctico”
La discusión fundamental y que toca de cuerpo entero al debate sobre el aborto es en última instancia acerca de en qué momento comienza la existencia de una persona, es decir bajo qué criterio se determina si existe o no vida humana, si es desde la concepción como busca instalar el nuevo código o desde que hay actividad cerebral.