Por Fernando López. Se acercan las elecciones en el sindicato de trabajadores de prensa. La conducción convocó a una asamblea para conformar la Junta electoral: se quedaron con la mayoría y minoría, con dos listas del padrón que se niegan a abrir a los espacios opositores. Un sindicato vaciado.
El gremio de Prensa vive momentos de mucho movimiento. Hace ya dos meses que se negocia con las cámaras patronales las #ParitariasPrensa2013 mientras los trabajadores todavía cobran sueldos del acuerdo anterior. La organización de las asambleas en las redacciones es muy importante y ponen el cuerpo a la lucha movilizándose y haciendo paros. Mientras tanto, la conducción de la Unión de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires (UTPBA) encabezada por Lidia Fagale, Juan Carlos Camaño, Daniel Das Neves y Raúl Dellatorre convocó a asamblea de Junta Electoral para elegir nuevas autoridades en septiembre. Un gesto de desidia y ninguneo de una conducción que no se hizo presente en ninguna de las tres grandes movilizaciones.
Para ello convocaron a un territorio lejano al escenario de la batalla paritaria: la Sociedad Italiana de Tiro al Segno (SITAS), en la calle Marconi a diez cuadras de la estación El Palomar en el Partido de Morón. 23 kilómetros para ser exactos, favorable a su base compuesta por radios y medios del conurbano. Fueron llevados al lugar en más de 10 micros rentados por el oficialismo. Mientras tanto, en Bernardo de Irigoyen y Belgrano, unos 60 trabajadores de medios de Capital, opositores a la conducción, fueron en un colectivo escolar financiado por ellos para ir a la asamblea.
En la estación de El Palomar se coordinó con otros afiliados de Capital para ir al SITAS. Una vez en la entrada, tuvieron que esperar 40 minutos para acceder. Finalmente abrieron la reja para que pasen de a tandas y se acrediten como afiliados.
El escenario era un gimnasio con sillas donde estaban sentados unos 250 jubilados. En una esquina una tribuna con 150 personas flameando banderas celestes y blancas (el color de la agrupación oficialista), pero también banderas de Bolivia, Cuba y Venezuela.
Los restantes 60 eran los integrantes de la oposición que viajaron en el colectivo desde Capital. Unas 460 personas en total. Hubo una tensa calma que duró solo dos minutos cuando se empezó a cantar “Paritarias de prensa, paritarias de prensa…”. Los jubilados sentados se dieron vuelta para ver quiénes eran. La tribuna elevó sus cantitos, pero no pudieron tapar a los otros. “Tomala vos, damela a mí, a una marcha podes venir”, fue el hit máximo que dejó en offside a todo el oficialismo debido a que nunca se hizo presente en las concentraciones y marchas por las paritarias. Enojados, un par de jubilados miraban haciendo el gesto del fuck you, pero no se le dio importancia.
“La inoperancia de la conducción ya no tiene el mismo aparato de antaño, y por eso tuvieron que irse a El Palomar, lejos del epicentro donde están la mayoría de los medios, y en un horario pleno de trabajo, para hacer la Asamblea de Junta Electoral”, comentó Gustavo Pando, delegado de Clarín sobre lo que vio en el SITAS.
Fernanda Jara, delegada de Infobae, agregó: “El clima fue festivo pero a la vez muy lejano a la idea de gremio que tengo porque no había unidad. Sentí estar en un club de socios selectos donde los laburantes que no dormimos por estas paritarias no fuimos saludados por quien encabeza en lista a la comisión sindical. Que la doña se acercara a saludar a quienes estamos levantando el propio nombre del sindicato que ella representa pero que no acompaña la verdadera pelea, que llevamos desde las redacciones a la calle”.
Decorado con un cartel enorme que rezaba “La UTPBA no se entrega” y sentada frente a un micrófono se encontraba la secretaria general Lidia Fagale. Muchos afiliados le vieron por primera vez la cara y conocieron su voz. Dio inicio a la orden del día, que era la elección de autoridades para la Junta Electoral. Se presentaron tres listas, dos del oficialismo y una de la oposición. Luego se procedió a votar a mano alzada con dos veedores para contar los sufragios.
Tocó el turno de la tercer lista. Los de atrás levantaron sus manos al canto de “paritarias de prensa…” mientras se contaban los votos. El resultado fue: 331 para la primera, 236 para la minoría, 60 de la tercera. El fagalismo tuvo mayoría y minoría, cuando en el auditorio no superaban los 450 afiliados.
Los ánimos en la oposición frente a la maniobra fraudulenta no dieron más y empezaron a cantar al ritmo de Bad Moon Rising de Creedence: “Fagale decime qué se siente/Ver al gremio reaccionar/Te juro que tarde o temprano/La UTPBA vamo’ a recuperar/Porque el gremio está de pie/Libertad para luchar/A la burocracia la vamos a echar/Porque el gremio está de pie/Libertad para luchar/ ¡Por lo menos convidame un choripán!”. Otra vez la tribuna buscaba responder con cantos, pero otra vez sin éxito. Y así los primeros se retiraron del predio mientras concluía la asamblea. “La debilidad de la conducción quedó demostrada en el paupérrimo recuento de votos, donde por ejemplo Chaneton, abogado del gremio, ¡votó dos veces!”, denunció Pando.
Mientras el fagalismo festejaba, los opositores volvieron a Capital contentos por haber hecho presencia en un lugar adverso en donde hace tres años y en el microestadio de Atlanta, un afiliado fue golpeado por una patota del oficialismo. Sin embargo, los delegados creen que le queda poca vida a esta conducción: “No tienen presencia en las redacciones, no van a las marchas, muchos de ellos ni siquiera paran -como ocurrió con miembros de la UTPBA en varias redacciones- y jamás le dan pelea a las patronales”, dijo Pando, mientras que Jara agregó: “La culpa no es de quienes estaban ahí felizmente cantando a favor de la Celeste y Blanca, sino de quienes están al frente del sindicato y no hicieron más que ignorarnos. Nos escucharon, nos vieron, y seguramente muchos se quedaron con dudas sobre el planteamiento de la conducción”.
Ambos creen que para 2016 los afiliados recapacitarán y darán paso a una nueva generación de dirigentes que levanten un otrora respetable sindicato de prensa. El gremio está en las calles, movilizando desde las asambleas y peleando por sus derechos.