Por Ezequiel Arauz. Marcha entrevistó a Oscar De Isasi, Secretario General de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) de la Provincia de Buenos Aires, y lo consultó sobre la postura que asumirá frente a la decisión de Scioli de pagar el medio aguinaldo en cuatro cuotas hasta octubre.
Según lo confirmó el ministro de Trabajo provincial, Oscar Cuartango, 550.000 trabajadores bonaerenses cobrarán el medio aguinaldo fraccionado en cuatro etapas mensuales de julio a octubre. La mayoría de los gremios estatales anunciaron una jornada de lucha para el miércoles 4 en la que se opondrán a tal medida, mientras que los docentes pararían el viernes.
¿Cual es la decisión de la conducción de ATE frente a la forma en el gobierno quiere abonar el medio aguinaldo?
– Decidimos repudiar y rechazar el pago en cuotas del aguinaldo. Desde el concejo directivo provincial de ATE impulsamos las siguientes medidas: asambleas permanentes en todos los organismos de Estado, apoyando todas las medidas que emanen de esas asambleas y el día miércoles, jornada provincial de lucha con paro, movilizaciones, cortes de rutas y calles en toda la provincia. Esa medida ya fue acordada con CICOP, gremio de los profesionales de la Salud, el gremio legislativo, con seccionales de SUTEBA (docentes) y la Asociación Judicial Bonaerense (AJB). Nos expresamos en claro rechazo a la medida provincial y hacemos responsable al gobernador Scioli, por el ajuste que inició con el presupuesto provincial y a la vez, al gobierno nacional por jugar una interna feroz que se quiere llevar puestos a los bonaerenses.
– Mencionaste solo algunas seccionales de SUTEBA, el Frente Gremial Docente se reúne el lunes, pero se afirma que podrían parar el viernes. ¿Es posible la confluencia con la conducción del sindicato y la CTA provincial que encabeza Roberto Baradel durante la movilización del miércoles?
– No lo sé, la verdad no hemos tenido contactos, es posible. Hay que construir unidad al máximo nivel posible, pero teniendo en claro, como decía, que las responsabilidades son compartidas por el gobierno nacional y el provincial.
– Hay dos visiones sobre el conflicto. Una lo adjudica a una mala administración de recursos por parte del gobierno provincial y otra que pone el foco en una especie de “apriete político” del gobierno nacional sobre la figura del gobernador, con quien disputa candidaturas de cara a 2015. ¿Cómo lo ven ustedes?
– Ya a finales del 2011, el gobernador decidió elevar a la legislatura provincial un presupuesto 2012 de neto corte de ajuste neoliberal. Ese presupuesto disminuía las partidas para las políticas sociales, comparadas con los fondos que se tuvieron en 2011, y lo mismo hacía con las partidas destinadas a personal. Sin embargo, aumentaban alrededor de un 120% lo destinado al pago de la deuda pública a organismos internacionales y al Estado nacional. Scioli decidió priorizar el pago de la deuda en detrimento de los sectores más vulnerables de la sociedad bonaerense y de los trabajadores del Estado. Parte de lo que sucede hoy tiene que ver con esa decisión, que fue tomada como correlato del fuerte respaldo popular que había tenido el 23 de octubre en las urnas, pero que llevaba expectativa de mayor distribución y no de ajuste. En segundo lugar esto se acelera con la interna del partido gobernante. Uno escucha ahora el discurso de la presidenta en relación a Scioli y parece estar descubriendo cosas que tenía que haber visto antes. Vienen a descubrir ahora la mala administración, el endeudamiento irresponsable, que no fue hacia los sectores más vulnerables porque la deuda social para los bonaerenses sigue intacta, cuando fueron socios mayoritarios durante cuatro años de ese endeudamiento. Esa sociedad se expresó en que la presidenta fue candidata por el mismo partido y en la misma lista que el gobernador. Lo que ahora pasa, es una combinación de responsabilidades y decisiones.
– ¿De qué otra manera se refleja el recorte presupuestario en la provincia?
– Desde hace un par de meses, fruto de ese presupuesto estamos teniendo serios problemas en los comedores escolares de la provincia en lo que hace a insumos, en cantidad y calidad. Muchos pibes cuya única comida es la de los comedores, están sufriendo aun más su destino de pobreza. Por eso digo que no hay que ver el problema solamente como una interna partidaria, hay una decisión del gobierno provincial de transitar el camino del ajuste, estafando el voto popular que tenía expectativas de mayor distribución.
– En sus declaraciones tanto Cuartango como el propio Scioli piden a los sindicatos “comprensión” y “buena voluntad”…
– Nosotros lo comprendemos. Pero esto no es ley de dios, si uno es creyente o ley de la naturaleza si uno no cree. Acá se trata de decisiones políticas. Si la provincia hubiera elevado un presupuesto que mantuviera las políticas sociales, esto no estaría pasando. Si el gobernador hubiera peleado la coparticipación en vez de ser socio mayoritario del gobierno nacional, hoy habría 9 mil millones de pesos y no tendríamos déficit; y si Scioli hubiera tenido la decisión política de ir a buscar el dinero donde está, hubiera hecho una reforma impositiva que grave a la riqueza y no al consumo y a la producción, entonces la situación hoy sería otra. Lo que hubo fue un acuerdo político. Yo puedo comprender a un gobierno en medio de un terremoto o un desastre natural, allí deponemos las discusiones o nos ponemos a trabajar todos para ayudar a las víctimas. Ahora, en esto, nosotros entendemos muy bien qué pasa: privilegiaron los intereses de los poderosos en detrimento de los sectores más vulnerables de la sociedad bonaerense. Es por eso que vamos a profundizar el plan de acción y vamos a convocar a otras organizaciones gremiales y sociales de la provincia para generar un polo que permita torcerle el brazo a un gobernador que parece más de la vieja política que de la nueva.