Por Emiliano Azubel. Tuvieron que pasar 363 días para dejar atrás los fantasmas, los miedos y los nervios. Casi un año después, y tras una temporada muy sufrida en la B Nacional, River logró el desahogo final y consiguió el ansiado ascenso a la Primera División.
Atrás quedaron los recuerdos de la Promoción con Belgrano, en aquella fría tarde del 26 de junio del 2011, donde el Millonario vivió la página más opaca de sus 111 años de historia.
El equipo de Matías Almeyda, en un partido cargado de tensión y con más ganas que fútbol, le ganó 2-0 a Almirante Brown, con un doblete de David Trezeguet. No solo logró volver a la máxima categoría del fútbol argentino sino que también fue el campeón de la temporada
2011/12 de la B Nacional.
En un estadio Monumental que debió adaptarse a las medidas de seguridad impuestas tras el asesinato de Gonzalo Saucedo ante Boca Unidos hace dos semanas, con la tribuna Sivori Alta completamente vacía, River volvió a tener un día de alivio, pese a sentir la presión de los casi 45 mil hinchas que coparon las localidades habilitadas.
Otra vez se maltrató al hincha, que debió esperar a la Policía para entrar al estadio porque ésta llegó a las 13, dos horas antes del partido, cuando debía estar a las 11.30.
Como se especulaba en la previa de la jornada de ayer, los nervios dominaron a los jugadores en el Monumental. El fútbol estuvo, en gran parte de los 90 minutos, ausente. Durante el primer tiempo, mientras llegaban las novedades de los goles de Quilmes, la tensión se elevaba.
Más allá de la actitud que puso Almirante durante todo el encuentro, el equipo de Isidro Casanova no tuvo grandes chances de gol, en medio de una pobreza ofensiva de ambos equipos. Solo un cabezazo de Daniel Vega, que tapó su homónimo arquero riverplatense.
El local, por su parte, tuvo la apertura del marcador en los pies de Trezeguet, que no pudo definir tres veces en la misma jugada.
Los primeros 45 minutos se fueron con más miedos que emociones y para la etapa final se necesitaba un golpe de efecto. Almeyda decidió meter dos cambios de entrada y jugó fuerte: sacó a Cavenaghi y César González, ambos de flojo rendimiento, y puso a Rogelio Funes Mori y Lucas Ocampos. Tras una combinación de los recién ingresados, la pelota le quedó a Ponzio, que sacó un remate fuerte en la puerta del área grande. Monasterio, con esfuerzo evitó el gol.
Pero River siguió en su búsqueda, desordenada, con la pelota por el aire, y encontró la diferencia. Tras un pelotazo desde el fondo, Trezeguet encontró a Funes Mori, en clara posición adelantada, y este le devolvió la pared de cabeza. El ex delantero de Juventus no dudó y de aire le dio un zurdazo que se metió en la esquina e hizo delirar a
todo el estadio.
De ahí en más, River manejo el partido, con sus nervios a cuestas. Tras un penal errado de Trezeguet, el propio David se recuperó y desató el alivio Monumental y el ascenso, con un toque suave luego de un pase de Funes Mori.