Los resultados oficiales de la primera etapa de las elecciones confirman las organizaciones islámicas como las fuerzas más bien votadas, con 65 % de los votos.
La primera parte de comicios para la cámara de diputados ocurrieron en los días 28 y 29 de noviembre en nueve de las 27 provincias del país. En los 5 y 6 de diciembre los egipcios de nueve provincias volvieron a las urnas para una segunda vuelta.
Las otras etapas que definirán los miembros de la cámara baja serán realizadas el 14 de diciembre y el 3 enero de 2012. Después, serán elegidos, en otros comicios, los senadores, entre febrero y marzo, mes en que se espera también la realización de las elecciones para presidente.
Los datos oficiales precisaron que las listas del Partido Libertad y Justicia (PLJ), vinculado a los Hermanos Musulmanes, obtuvieron 36,62% (3 millones y 500 mil votos), el partido salafista Al Nur
24,36% (2 millones y 300 mil votos) y el Wassat 4,27% (unos 416 mil votos) en esta primera vuelta, lo que garantiza a las agrupaciones musulmanas, por ahora, 65% de los asientos en la cámara baja.
Las tercera y cuarta posiciones en número de sufragios fueron para el Bloque Egipcio con un 13,4 % (1 millón 299 mil votos) y el partido nacionalista Nuevo Wafd, con 7% (690 mil).
Cuanto a la participación, el presidente de la Alta Comisión Electoral de Egipto, Abdel Moez Ibrahim, informó el viernes, 2, que el 62% de los egipcios participaron en la primera etapa de las elecciones. Hubiera sido una de las mayores participaciones “de la historia de Egipto”, como informó Ibrahim, si el numero fuera correcto.
Días después, el presidente de la Comisión salió a corregir la cifra, que se mantuvo alrededor de los 52%, o sea, casi la mitad de los electores que fueron convocados a las urnas no compareció a los comicios.
Alianzas y boicot
Mohamed ElBaradei, uno de los potenciales candidatos a la presidencia del Egipto afirmó que lo más probable es que los Hermanos Musulmanes construyan una alianza con el Bloque Liberal para gobernar, en lugar de acercarse de los salafistas do Al Nur.
Essam el-Erian, deputado do PLJ, brazo político de los Hermanos Musulmanes, afirmó tras las elecciones que el grupo no tiene la intención de imponer valores islámicos o leyes de modo a amenazar libertades individuales.
“Nosotros representamos un partido moderado y justo. Queremos aplicar las layes básicas de la Sharia de manera justa y respectando a los derechos humanos y derechos individuales”, dijo el diputado.
El líder calificó la primera etapa de las elecciones de “un suceso real”, y llamó a los otros partidos a aceptar los resultados. “Nosotros creemos que nuestro suceso como egipcios hacia una democracia es un éxito y queremos que todos acepten ese sistema democrático. Esa es la garantía de estabilidad”.
Ya los ocupantes de la Plaza Tahir, que días antes de las elecciones volvieron a protestar en masa, en su mayoría, llamaron a un boicot a las elecciones, a la cual consideran ilegitimas debido al hecho de que están ocurriendo bajo régimen militar.
La reivindicación más importante de los manifestantes es la renuncia inmediata del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas (CSFA) en el comando del país desde la caída de Hosni Murabak.
Los manifestantes denuncian la fuerte represión todavía presente, y citan los presos políticos existentes en el país hoy. “¿Cómo las elecciones pueden ser consideradas libres y no violentas cuando hay 12 mil presos políticos en el país?”, cuestionó el articulista de la red árabe Al jazeera, Mark Levine.
“Votar es una acción que hace sentirte bien, pero en pocos días la gente va a descubrir que eso no es nada”, dijo una de las campantes en Tahir, Lobna Darwish, 25 años. “Ellos van a volver a las calles cuando se den cuenta de que el parlamento no tiene poder real y que los partidos políticos traicionaron la revolución”.
El 2 de diciembre una protesta reunió miles de personas en la Plaza. Sin embargo, en el fin de semana, las movilizaciones perdieron intensidad. “Las elecciones absorben la rabia, esa es la naturaleza de las elecciones, pero no pueden contener a la revolución, contener el descontentamiento. Es imposible”, afirmó Darwish.
(Con informaciones de Telesur – www.telesurtv.net y Al Jazeera – www.aljazeera.com)