Por A.F. y C.A.*. El massismo coqueteó con todo el arco opositor, sin terminar de tomar una clara definición hasta hace unas semanas. Los medios de comunicación, también metieron cuchara en el convite. Las alternativas por izquierda mas allá de la visión oficialismo – oposición.
La presentación de Sergio Massa como candidato en las próximas elecciones estuvo signada por un fuerte contenido mediático, donde los medios dominantes jugaron un rol trascendental en su formación como candidato. Si bien su trayectoria política posee ya larga data, siempre vinculado de alguna u otra forma al peronismo bonaerense; desde su gestión municipal en el Partido de Tigre su figura mediática ha ido creciendo considerablemente en los últimos años; y no solamente por sus acciones de gobierno.
En este sentido, la centralidad que los medios de comunicación le dieron a Massa en las semanas previas a la presentación de las listas no tiene que ver solamente con la amplificación de su candidatura; sino que, ante su indefinición permanente, que mantenía en velo a dirigentes políticos, corporativos y sindicales, todos aprovecharon la ocasión para tratar de moldear su figura a sus necesidades.
La mediatización de la pirueta peronista
Por un lado, los medios opositores al gobierno buscaban forzar a Massa para que se defina abiertamente como antikirchnerista y que asuma un discurso confrontativo con el gobierno. Por el otro, los medios oficialistas, se ocupaban de amplificar las declaraciones de Cristina u otros funcionarios cuando salían a tomar distancia del titular del Frente Renovador Peronista.
Sin embargo, como quien camina en la línea fina de la ya conocida archi batalla de la interna peronista, eludió las tentaciones mediáticas y siguió armando su propio proyecto político en la provincia, el cual, a diferencia de De Narváez y Stolbizer, que tiene un claro discurso de confrontación con el gobierno, se presentó como la superación del kirchnerismo en el 2015, dejando a Scioli varios pasos atrás –quien también coqueteó en diversos armados previos a la presentación de las listas más lejos y más cercanos de la presidenta y no se llevó tantos elogios sino las más despiadadas plumas de la prensa escrita-. Pero como quien persiste apura, y los holdings multimedia continúan apretando los pasos, las editoriales opositoras hablan de una ventaja del 10 por ciento de Massa por sobre “el candidato de la Presidenta”; buscando forzar nuevamente las definiciones políticas del tigrense.
La candidatura de Massa para el 2013 es sólo para la provincia de Buenos Aires, que representa el 40% del padrón electoral nacional y sin embargo se proyecta como una lanza hacia la escena nacional. En el resto del país, donde las disputas entre oposición y oficialismo también son bien marcadas -valen como ejemplos Córdoba y Santa Fe- el massismo no tiene injerencia. Por otro lado, existen amplios sectores de la población que buscan variantes frente a la propuesta kirchnerista y que no comulgan con las opciones conservadoras o sistémicas como las que representa el intendente de Tigre.
Corre la voz de la otra Ciudad
Existen otras expresiones que también fueron tomando visibilidad luego de las peleas por los armados, que, desde las izquierdas, buscan en las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) dar aire en la pelea legislativa que pareciera establecerse sólo en una dupla kirchnerismo-oposición.
El Frente de Izquierda y los Trabajadores (FIT), si bien aún representa a una porción social minoritaria, hizo una buena elección en la provincia de Neuquén, donde ingresó como diputado el obrero de la fábrica recuperada Fasinpat (ex Zanon), Raúl Godoy. Asimismo, en ciudades importantes como Rosario, La Plata y la CABA, harán su debut distintas opciones de la denominada izquierda independiente que buscan obtener escaños en las legislaturas locales, pero, sobre todo, hacer visible hacia el resto de la sociedad las construcciones sociales, políticas y culturales que vienen desarrollando. Tales son los casos del Frente para la Ciudad Futura en Rosario, Patria Grande en La Plata y Camino Popular en la CABA.
Otro que busca también ser una opción electoral en la Ciudad de Buenos Aires es Luis Zamora, que se presenta con su partido Autodeterminación y Libertad. Por último, en su esfuerzo por expresar una centro izquierda que se resista a ser deglutida por los fantasmas de una nueva alianza de progresistas y radicales, se encuentra el partido de Víctor De Genaro, Unidad Popular, que, con distintas alianzas, se presenta en varias provincias del país.
Esa centroizquierda consecuente, y la izquierda que suma ahora a expresiones más amplias que el trotskismo, además de un gran abanico social que nutre a las organizaciones sociales y que aún no resuelve su participación electoral en ninguno de los espacios existentes, constituyen una franja social de vital importancia: no para dar la batalla hacia la presidencia en 2015, aunque sí para tener en cuenta por parte de quienes se proponen, que la estrategia no consiste sólo en dejar atrás al kircherismo, sino que además, eso suceda por decantación para dar paso a una opción más decidida de cambio, con verdadera vocación de transformación social. Y para eso ni Cristina, ni la oposición dura, ni el intendente de Tigre, cuentan.
* Agustín Fungi y Camila Amatriain son colaboradores de Marcha.