Por Julia Varela. Bajo el argumento de que se asegurará el “autoconsumo nacional de gas y petróleo y se abrirán puestos laborales”, el gobierno golpista de Paraguay accedió a la explotación de hidrocarburos en el Chaco y la cuenca del Río Paraná.
A 45 días del golpe institucional a Fernando Lugo, que colocó en la presidencia a Federico Franco, el Grupo Dahava cerró las negociaciones para comprar los derechos de las empresas paraguayas y extranjeras Aurora Petroleos S.A., Boreal Petróleos S.A. y CDS Energy S.A., que venían explorando la presencia de hidrocarburos en la zona del Alto Paraguay. A través de esta negociación, se conformó una gran corporación llamada Grupo Dahava SAECA -Sociedad Emisora de Capital Abierto- que aglutina la explotación de petróleo y gas en el país, bajo el mando del capital estadounidense.
A partir de la compra de las firmas, el grupo Dahava consiguió hacerse de 6 millones de hectáreas en la cuenca del río Paraná y de 3 millones de hectáreas en la zona del Alto Paraguay, con el objetivo de obtener 350 millones de barriles de petróleo y 1 trillón de pies cúbicos de gas. Estas cifras podrían aumentar debido a que todavía no se han hecho profundos estudios en la zona.
Dahava es una compañía cargo de Joseph Goldstein, un empresario estadounidense apoyado por capitales israelíes que cuenta con explotaciones de petróleo y gas, dos minas de diamantes y producción de jade negro en el sur de África. También tiene proyectos extractivos en Texas, Luisiana (EE.UU.) y Belice.
En una conferencia de prensa en la que se presentó la compra, Goldstein sostuvo: “Dahava Petróleos está muy agradecida por el apoyo recibido por parte del gobierno del Paraguay, encabezado por el presidente Franco y su gabinete. La actitud favorable hacia las empresas permitirá a Dahava proceder a una fase acelerada de la producción”.
Al día siguiente, Joseph Goldstein se reunió con el ministro de Minas y Energía del gobierno, Hugo Cacace y el ministro de Obras Públicas y Comunicaciones, Enrique Salyn Buzarquis. “Ellos todavía no presentaron un informe sobre cómo van a hacer su proyecto. Ahora, tienen que presentarnos su plan de trabajo”, sostuvo Buzarquis.
En su sitio web, la empresa define a la zona del chaco paraguayo como una de las áreas más prometedoras para la exploración y la explotación de minerales del mundo, y las considera un gran descubrimiento. Sostiene además, que son territorios poco explorados y le otorga a la empresa la magnificencia del hallazgo.
“Estamos encantados de estar invirtiendo en el futuro de petróleo y gas en el Paraguay. La cotización de las acciones en el mercado interno y en los mercados en el extranjero ofrecerá la oportunidad a los inversionistas en Paraguay de participar del potencial”, dijo Goldstein.
La corporación pretende terminar con los estudios sísmicos durante este año, para poder iniciar las perforaciones de los pozos lo antes posible. “Tenemos un proyecto muy ambicioso donde esperamos empezar la producción en 6 meses, ya hay contratos firmados con empresas para la instalación de dos torres de perforación”, agregó.
George Botha, directivo de Aurora y Boreal Petróleos, las firmas que ahora pertenecen al grupo, indicó que sus exploraciones se encuentran con los papeles al día y que el costo de cada perforación rondará los 5 millones de dólares. “Si se van a perforar más de 3 a 4 pozos, el costo será menor. Además, con el volumen que se está hablando es un proyecto rentable y también hay que tener en cuenta en un área que es bastante fácil de perforar. Los bolivianos tienen pozos en las montañas y es mucho más profundo. Con seguridad vamos a tener gas”, finalizó.
El Grupo trabajará en conjunto con Pantera Petroleum, también de capitales estadounidenses, que está extrayendo el petróleo de Curupayty, al sur del chaco paraguayo.
Además, contrató a dos casas de valores, una paraguaya y otra inglesa, para poder ubicar las acciones de la empresa dentro de las respectivas bolsas bursátiles y acelerar el desarrollo a partir de inversionistas internacionales.
Soberanía golpista
El Ministro de Obras Públicas y Comunicación, Enrique Salyn Buzarquis sostuvo que Dahava “hará del Paraguay un productor independiente de gas por primera vez en la historia y no va a depender más de problemas políticos en torno a si recibirá gas o no. Eso es historia”.
“En el viceministerio estamos haciendo todo lo posible para que empresas de calidad inviertan y tratar de no trabar sus proyectos. La intención es lograr la verdadera soberanía energética y eso sólo será posible con la explotación de hidrocarburos”, agregó Hugo Cacace, viceministro de Minas y Energías. Bajo el nombre de soberanía energética también se aprobó, días atrás, la instalación de la fundidora de aluminio Río Tinto Alcan, de capitales canadienses.
Trabajo en 9 millones de hectáreas
El argumento de Dahava Petróleos SAECA es que con la construcción de los pozos petrolíferos se abrirán tres mil puestos laborales. Lo que se plantea como un avance en materia laboral, solamente representa a un ínfimo porcentaje de la población nacional.
En Paraguay hay 6 millones de habitantes, de las cuales 2 millones 400 mil personas son pobres: el 40% de la población. Al mismo tiempo, 250 mil trabajadores son estatales y desde la subida de Franco al poder, ha habido mil quinientos despidos solamente en el sector público.
También hay que destacar que las tierras compradas por Dahava no son territorios inhabitados: en Cerro Cabrera, Boquerón, Gabino Mendoza y Puerto Bahía Negra hay comunidades campesinas.
Pero en Paraguay el 85% de las tierras está en manos del 2% de los grandes terratenientes y las corporaciones trasnacionales que, tras el avance de los agronegocios, están eliminado a la población campesina de sus territorios, haciéndolos migrar a los conurbanos de las ciudades capitales, barriendo así con su idiosincrasia y sus modos de producción.
Antes de Dahava
Cabe destacar que “Aurora Petróleos S.A., Boreal Petróleos S.A. y CDS Energy S.A., las empresas que hoy conforman Dahava Petróleos, habían, por separado, accedido a la concesión o permiso para la exploración de los hidrocarburos, mediante contratos firmados con el Estado paraguayo durante los gobiernos colorados de Luis González Macchi y Nicanor Duarte Frutos”, sostiene el periódico paraguayo E’a.
Al mismo tiempo, Joseph Goldstein agregó: “La economía está a nuestro favor. En el caso del gas, se tendrá un buen valor tanto para la exportación o para el uso doméstico para consumo o aplicación a la generación de electricidad”. Paradójicamente, Paraguay es un país en el que no existe el consumo de gas en la economía doméstica: con las represas hidroeléctricas Itaipú Binacional y Yaciretá, el consumo de los hidrocarburos es reemplazado por la energía eléctrica.