Por Marco Teruggi, desde Caracas*. Después de una semana difícil que dejó como saldo pérdida de vidas humanas en el marco de un intento de golpe de Estado, hoy asumirá formalmente la presidencia de Venezuela, Nicolás Maduro.
La Revolución Bolivariana vive desde el domingo por la noche una de las pruebas más difíciles que ha debido enfrentar desde que accedió al poder en 1998. Nuevamente como en el año 2002 la derecha venezolana, títere de los Estados Unidos, quiso intentar acabar con este proceso de forma insurreccional, con acciones “multifoquistas” como las definió el mismo Nicolás Maduro.
Quiso y quiere acabar con la Revolución Bolivariana, pero su avanzada golpista intentada entre el domingo a la noche y el martes a la tarde se frenó y el pueblo de Venezuela respira nuevamente. Recoge el dolor que dejó la noche de horror del lunes: 8 muertos que fueron declarados “Mártires de la Revolución”, Centros de Diagnóstico Integrales, Mercales, radios comunitarias y locales chavistas quemados.
El día jueves fue de pocas palabras públicas. Uno de los hechos de mayor relevancia fue la partida de Nicolás Maduro en horas de la tarde hacia Lima, a la cumbre de la Unasur, “ese legado de Hugo Chávez” como definió a ese espacio de integración continental a través de la cadena nacional dada antes de partir.
Desde las pistas del aeropuerto de Maiquetía llamó “al pueblo mañana a una gran movilización, voy a tomar juramento en la Asamblea Nacional, vienen presidentes, ministros, de América latina y muchos países. A que el 19 de abril se convierta en un día de patria, de alegría (…) me quiero juramentar frente a un pueblo”.
Y, afirmó: “Hemos derrotado el golpe en su primera etapa, se acaban de replegar y ahora se viene una nueva embestida, frente a ellos unión cívico-militar y a trabajar, yo siento una patria fuerte, más consciente, más cohesionada”.
Capriles Radonski siguió sin dar declaraciones durante el día. La “derecha fascista”, como fue calificada por el chavismo en la Asamblea Nacional, siguió reordenando su maniobra pero sabiendo que este viernes Nicolás Maduro asume como presidente de la República Bolivariana de Venezuela, el hecho principal que querían impedir.
En horas de la tarde la presidenta del Consejo Nacional Electoral, Tibisay Lucena, anunció que habían decidido ampliar la auditoria de verificación ciudadana “para aislar a los sectores violentos que buscan lesionar la democracia”. De esta manera auditarán a partir de la semana que viene el 46% de comprobantes de votos restantes luego del 54% que fue auditado el domingo de las elecciones.
Ante el anuncio Capriles Radonski dio una conferencia de prensa en horas avanzadas de la noche. Aceptó lo anunciado por el Consejo Nacional Electoral y buscó una vez más, desvincularse de los hechos de violencia -negándolos o atribuyéndolos al Gobierno- y afirmar que la crisis política que vivía el país es causa del chavismo.
Por su parte las calles de Caracas mostraron tranquilidad durante el día. El pueblo se mantuvo en las plazas principales discutiendo, seguro de su fortaleza, de su poder organizado en los barrios de los cerros, en las diferentes expresiones de poder popular que atraviesan el país.
La noche se adentró calma, en las calles como todas las noches desde el martes se produjeron cacerolazos -cada vez más breves- desde los edificios, y el pueblo del Comandante puso música, tiro cohetes, fuegos artificiales y habitó las calles con banderas y alegría.
Ese pueblo cada vez más seguro de su nuevo Gobierno, de un hombre que demuestra que no le tiembla el pulso, que también porta una espada en la mirada y como anunció día tras día, que no hará pacto con la burguesía y buscará rectificar los errores junto con el pueblo.
La ausencia del Comandante Hugo Chávez sigue siendo inmensa, y así los seguirá siendo seguramente por mucho tiempo, pero el hombre que fue elegido “seguro como la luna llena” el 8 de diciembre, comienza a afirmarse al mando de la Revolución Bolivariana. Transmite calma, actúa firme y mantiene las riendas en tiempos de un intento de Golpe de Estado.
Este viernes asume entonces Nicolás Maduro, el primer presidente chavista ante Venezuela y el mundo que acude con sus presidentes, cancilleres. La página de mayor violencia parece haber pasado, el Gobierno está de pie, entero, el pueblo no descansa un momento, la Revolución Bolivariana continúa.
* Autor del blog http://americasurrealista.blogspot.com/