Por Carina López Monja. Por primera vez, un partido surgido del movimiento popular se presenta a elecciones presidenciales en Panamá. Marcha dialogó con Eric Fernández, miembro del Frente Amplio por la Democracia, sobre esta apuesta y la coyuntura en el país centroamericano.
El próximo 4 de mayo, Panamá será escenario de elecciones presidenciales, con un abanico de propuestas acotado donde los partidos políticos tradicionales son las opciones principales. Igualmente, el recambio del Ejecutivo, encabezado por el empresario Ricardo Martinelli, podría abrir posibilidades a un nuevo partido: el Frente Amplio por la Democracia (FAD), surgido desde el seno de los movimientos sociales e impulsado por el Frente Nacional por la Defensa de los Derechos Económicos y Sociales (Frenadeso), organización popular con décadas de historia en el país.
En estos comicios, además de presidente y vicepresidente, se elegirán 71 diputados a la Asamblea Nacional, 20 diputados al Parlamento Centroamericano, 77 alcaldes, 648 representantes de corregimiento y 7 concejales. Casi dos millones y medios de panameños están habilitados para votar.
Sobre el desarrollo de la campaña electoral y los posteriores comicios, Marcha dialogó con Eric Fernández, miembro de Frenadeso, quien explicó el surgimiento del FAD y la actualidad del movimiento popular panameño.
-¿Cómo han enfrentado los movimientos sociales al gobierno de Martinelli?
-El movimiento popular no solo ha tenido problemas con Martinelli, sino con todos los gobiernos anteriores. Todos los partidos que han gobernado en Panamá han sido de derecha y sólo miran el lucro que genera el Estado. Con Mireya Moscoso (presidenta entre 1999 y 2001) tuvimos muchos enfrentamientos y luchas, igualmente con Martín Torrijos (2004-2009). Martinelli llegó a la presidencia producto de una alianza que nació en una fiesta en la embajada de Estados Unidos. Esto lo sabe todo el mundo, hasta en los periódicos salió. Frente a eso, ¿qué podemos esperar de un gobierno así? Martinelli es un multimillonario muy retrógrado. Los sectores obreros y campesinos se han enfrentado debido a los proyectos mineros e hidroeléctricos que impulsó a favor de las multinacionales.
También ha intentado hacer desaparecer la comarca Ngöbe-Buglé, que son el pueblo originario más grande que tiene Panamá. Con los estudiantes y docentes ha tenido enfrentamientos en las calles. En este tiempo la lucha ha sido dura porque el gobierno, como en todos los países, maneja los medios de comunicación y tiene a favor ese instrumento ideológico. Sin embargo, Frenadeso se mantuvo siempre en las calles poniendo el sacrificio, los muertos, los heridos, pero también poniendo nuestras ideas. Y eso es lo que más nos interesa para, de esa manera, quitarnos la venda que nos ponen los medios de comunicación y nos hacen ver a Panamá como el supuesto primer mundo, pero es un país con una de las peores distribuciones de la riqueza. Lo que el gobierno no ha podido es doblarle el brazo a un movimiento que es cada vez más fuerte.
-¿Por qué Frenadeso impulsa la participación en las elecciones?
-Por años hemos enfrentado a los diferentes gobiernos, pero los muertos y el sudor lo poníamos nosotros. Sin embargo, la oposición aprovechaba esos enfrentamientos para subir y cuando ellos eran gobierno hacían lo mismo que los otros. Entonces dijimos que teníamos que dar la lucha también en el plano electoral. Una lucha en la cual el principal objetivo es llegar a más comunidades y organizar al pueblo. Entonces comenzamos a desarrollar una lucha para crear mayor poder popular. Eso es a lo que aspiramos para lograr una participación del pueblo y alcanzar una democracia participativa y una nueva Constitución. En ese sentido fue que creamos este instrumento, con muchas dificultades porque Panamá, comparado con otros países, tal vez tenga uno de los más retrógrados y atrasados sistemas electorales, favorables nada más que a los empresarios.
-¿Cómo fue la campaña para legalizar el partido?
-Panamá sólo tiene 3 millones 600 mil habitantes y tenemos que tener, por lo menos, 64 mil firmas. Encima no es como en otros países en que llevas la lista de las firmas, sino que tienes que invitar al Tribunal Electoral para que audite contigo cuatro veces a la semana. Eso fue muy duro pero la gente puso mucho empeño y sacrificio. Igualmente, los medios de comunicación empezaron a propalar que nosotros éramos patrocinados por Fidel, por Chávez o por Maduro. Pese a todo eso, participamos con el FAD y presentamos candidatos a todos los puestos, y con Genaro López como candidato a presidente, un compañero de extracción campesina e indígena y que además es un dirigente reconocido por la lucha que ha llevado adelante. La compañera Maribel Gordón, que va como vicepresidenta, es docente en la Universidad de Economía y una persona muy comprometida con los sectores populares.
-¿Cuál es el comportamiento de los grandes medios de comunicación en la campaña electoral?
-Tenemos a todos los medios de comunicación en contra porque aunque llevemos el dinero para que pongan nuestras pautas dicen que no o que pueden ponerlas a las 12 de la noche. Nosotros sabíamos que iba a ser una cuestión desigual, pero eso no importa, porque lo interesante es poder mostrar otra alternativa al pueblo, llevar otras ideas y organizar al pueblo para que tenga más fuerza.
-¿El FAD y Frenadeso son la misma organización?
– Frenadeso nunca pensó que la organización se convierta en un partido político clásico, sino que creamos un instrumento político-electoral. En caso de un triunfo electoral, Frenadeso seguirá en las calles con los movimientos populares, porque esa es la única garantía de que un gobierno haga algo: que la gente esté en las calles empujando. Además se decidió que no todos vamos a ir a construir el instrumento político-electoral y abandonar la lucha que llevamos adelante por años y que es la estratégica. La vía electoral es táctica.
-¿Cuáles son los desafíos del campo popular panameño a futuro?
-El desafío es ir organizando al pueblo, acumulando fuerzas, y ver cómo podemos llegar a la democratización de los medios de comunicación en Panamá, porque nos hemos dado cuenta que se nos han cerrado todas las puertas en la campaña electoral. También es muy importante reforzar la solidaridad internacional, porque solos, en cualquiera de nuestros países, no hacemos nada.