Hoy por la mañana, vecinos y numerosas organizaciones nucleadas en la asamblea “No a la entrega de la Costa” se movilizarán hacia la costa de Wilde en Avellaneda, para denunciar y frenar el desmonte que las máquinas del grupo Techint han iniciado en la zona, como inicio de las obras del proyecto “Nuevo Costa del Plata” que, con apoyo del gobierno provincial de Daniel Scioli y sus pares locales, prevé ampliar Puerto Madero en la ribera de ese distrito bonaerense y Quilmes.
Nada menos que Ibérico Saint Jean y Osvaldo Cacciatore, militares que gobernaban de facto la ciudad y la provincia de Buenos Aires, rubricaron en 1978 la cesión de terrenos de la costa bonaerense a manos del grupo Techint para que allí funcionase la CEAMSE. Desde entonces, el grupo multinacional incumplió largamente ese contrato que fijaba el tratamiento de residuos y la parquización. Sin embargo, cuenta con el explícito apoyo de los gobiernos de Avellaneda, Quilmes y la provincia para desarrollar en esas 220 hectáreas lo que todos presentan como la continuidad de Puerto Madero, como parte de un plan de mega negocios inmobiliarios que aspira extenderse hasta La Plata.
Vecinos y organizaciones populares, que desde hace más de tres años convocan a movilizaciones, caminatas y encuentros de difusión de la problemática, se oponen a esa iniciativa y proponen que el lugar sea una reserva natural. Sin embargo, el kirchnerismo cuenta con el apoyo del PRO para generar este proyecto inmobiliario en el que se anuncian que habitarán 20 mil personas.
Públicamente, los gobiernos utilizan dos argumentos para defender el proyecto. En primer lugar, los puestos de trabajo que la iniciativa genera y luego, la “explotación de la única franja libre de tierra que queda en la zona”, precisamente lo que intentan defender las organizaciones ambientalistas de la zona que están conformadas en su mayoría por vecinos que viven en barrios obreros cercanos y conociendo la historia de Techint o experiencias previas, promocionadas como la llegada de “El Progreso”, temen las consecuencias de lujos a los que no van a acceder. En nombre de innegables puestos de trabajo que en términos masivos solo durarían unos años, se modifica para siempre y de forma irreversible una franja de suma importancia ambiental con un criterio elitista.
Un funcionario de uno de los dos distritos en cuestión explicó a Marcha: “La verdad es que sino se hace algo con esas tierras, terminan tomadas”. No es difícil advertir que esa mirada encuentra raíces en el paradigma de las privatizaciones, solo que está vez, no son las empresas de servicios las que pasan a manos privadas como en los `90, sino el propio territorio. El estado se manifiesta incapaz de promover e impulsar allí una iniciativa distinta a la de los grupos económicos, quienes entonces lo convierten en su herramienta para maximizar sus ganancias.
En Quilmes sostienen que es la gobernación que encabeza Daniel Scioli la que se muestra más apurada porque el proyecto avance. En ese distrito, gobernado por Francisco Gutiérrez, el proyecto no paso por el deliberante, donde a la bancada del oficialismo, aliado al PRO, le faltó un voto para aprobar la “resonificación” de esas tierras, que permitiría a Techint iniciar las obras. En Avellaneda, todavía con Baldomero Álvarez en el poder, la votación fue un mero trámite, que despertó rumores de todo tipo en el distrito. Curiosamente, el más firme mencionaba una suma no mayor a treinta mil pesos por mano levantada. El intendente actual Jorge Ferraresi también se manifestó a favor de la iniciativa.
Desde la asamblea “No a la entrega de la Costa” exigen que se cumpla con la Ley Nacional Nro.26.331 Presupuestos Mínimos Protección Ambiental de los Bosques Nativos. Esa legislación prohíbe cualquier tipo de acciones sobre los bosques nativos hasta tanto no se realice ordenamiento territorial correspondiente a las zonas protegidas. Los vecinos denuncian que Techint “pretende quedarse con un bien colectivo para hacer negocios privados. Contaminó toda la región cuando realizaba los trabajos de relleno dentro del CEAMSE hoy esta destruyendo nuestro bien más preciado, la selva marginal que realiza un Servicio Ambiental y es la que contrarrestar la contaminación generada por ellos. No tienen licencia social para hacerlo, ya hemos dicho basta y no vamos a bajar los brazos”.
En Avellaneda, y tal como fue registrado en un video realizado por integrantes de la asamblea, máquinas con el logo de Techint ya comenzaron a desmontar la zona. El sábado por la mañana, organizaciones y vecinos se movilizarán desde la esquina de Las Flores y Pedro Goyena, a diez cuadras de la estación ferroviaria de Wilde, para frenar lo que calificaron como “destrucción y saqueo”.