Este martes, por vigésimo primer año consecutivo la Asamblea General de las Naciones Unidas votó el rechazo al bloqueo unilateral llevado a cabo por Estados Unidos contra Cuba. 188 países votaron a favor de la resolución, tres en contra y hubo dos abstenciones.
La Asamblea General de la ONU reiteró el martes su demanda por el levantamiento del bloqueo económico, comercial y financiero implantado por Estados Unidos contra Cuba hace medio siglo. El reclamo está contenido en una resolución aprobada por el máximo órgano de Naciones Unidas por 188 votos a favor, tres en contra (Estados Unidos, Israel y Palau) y dos abstenciones (Islas Marshall y Micronesia).
El texto destaca la importancia del respeto estricto de los principios de la Carta de la ONU, entre ellos la igualdad soberana de los Estados, la no intervención y no injerencia en sus asuntos internos y la libertad de comercio y navegación internacionales. También menciona las declaraciones de las cumbres iberoamericanas sobre la necesidad de eliminar la aplicación unilateral de medidas de carácter económico y comercial contra otro Estado que afecten al libre desarrollo del comercio internacional. Y exhorta a abstenerse de promulgar ese tipo de normas que tienen efectos extraterritoriales y afectan la soberanía de otros países, los intereses legítimos de entidades o personas bajo su jurisdicción y la libertad de comercio y navegación.
“Como el bloqueo es una política unilateral, deberá cesar unilateralmente” afirmó el canciller cubano Bruno Rodríguez ante la Asamblea General momentos antes de la votación. Precisó que Cuba nunca ha estado en guerra ni ha realizado actos hostiles contra Estados Unidos y jamás ha permitido la organización de acciones terroristas contra el pueblo norteamericano. “No existe ningún motivo legítimo o moral para mantener este bloqueo que está anclado en la Guerra Fría”, apuntó.
Rodríguez enumeró una serie de ejemplos que demuestran las múltiples y diversas consecuencias ocasionadas por el bloqueo “no solo a mi país, sino también a muchos de los gobiernos aquí representados”. Durante la gestión del presidente Barack Obama, “las multas por sanciones ascienden a 2.000.259.732 dólares y duplican las correspondientes a ambos períodos del ex mandatario George W. Bush”, indicó.
Por su propósito declarado y sus efectos directos, el bloqueo contra Cuba califica como “un acto de genocidio y una violación masiva, flagrante y sistemática de los derechos humanos de un pueblo entero”, puntualizó. Rodríguez reiteró que los daños económicos acumulados durante más medio siglo por esa medida ascienden hasta el 2011 a 1.066.000.000.000 (un billón 66 mil millones) de dólares, “calculados de manera rigurosa y conservadora sobre la base de la depreciación del dólar respecto al oro”.
Finalmente, el canciller reiteró “la firme voluntad del gobierno de Cuba de avanzar hacia la normalización de relaciones con los Estados Unidos, mediante un diálogo respetuoso, sin condiciones previas, sobre bases recíprocas y de igualdad soberana, sin merma alguna a nuestra independencia y soberanía”.
Breve historia de una votación
En 1992, la Asamblea General de la ONU por primera vez se expidió sobre la resolución denominada “Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba”. En esa ocasión 59 países votaron a favor, cuatro en contra y hubo 71 abstenciones. Por primera vez los Estados Unidos recibían un rechazo tan amplio y masivo a sus medidas en ese organismo internacional.
Desde entonces, año a año la votación se ha repetido con un progresivo aumento de los países que apoyan a Cuba y jamás superando los cuatro votos en contra de la primera oportunidad. Los únicos dos países que han mantenido su apoyo al bloqueo de manera constante a lo largo de todas las votaciones han sido los Estados Unidos e Israel.
En 2012 se ha logrado el mayor número de apoyos a la resolución presentada por Cuba con 188 votos afirmativos sobre 193 países miembros. Sin embargo, luego de 21 años de votaciones sistemáticas de rechazo, el bloqueo persiste. Evidentemente el valor moral y diplomático de esta acción es alto, pero sus efectos prácticos no. Nuevamente, está situación pone en cuestión el rol de las Naciones Unidas ya que se ha vuelto incapaz de aplicar una medida defendida por casi el totalidad de sus miembros. Mientras tanto, el rechazo mundial al bloqueo cumplió la mayoría de edad.