Desde el día de ayer entró en vigencia el embargo petrolero aplicado a Irán por la Unión Europea. Sin embargo, el gobierno persa se muestra optimista ante estas nuevas sanciones de occidente.
A partir de este lunes entró en vigencia el embargo petrolero impuesto contra Irán por parte de los 27 países miembros de la Unión Europea (UE), en protesta por su programa nuclear. La medida prohíbe a los países europeos establecer nuevos contratos en el sector petrolero del país, así como veta la importación de productos petroquímicos y la exportación de equipamiento y tecnología para ese sector, clave en la economía iraní. La prohibición afecta también la financiación y los seguros contratados para los envíos.
Esta no es la primer sanción aplicada al país asiático, y se suma a la impuesta por el gobierno de Estados Unidos, que penaliza a los países que mantengan negociaciones con el Banco Central de Irán impidiéndoles el acceso al sistema bancario estadounidense. Sin embargo, Washington eximió a 20 países durante seis meses de esta medida por considerar significativa la reducción de sus importaciones.
Irán es el tercer país exportador de petróleo, con una venta de 2.2 millones de barriles por día, de los cuales alrededor de 450 mil se venden a la UE, esencialmente a Italia, España y Grecia. Esta semana, reconoció una caída del 30% en sus ventas en lo que va del año, pero el fenómeno fue atribuido por las autoridades iraníes a tareas de mantenimiento de los pozos y al desvío de parte del crudo para refinar.
Europa le restó importancia al impacto de la medida en el suministro de petróleo del viejo continente, ya que Arabia Saudí ha incrementado su producción en el marco de la crisis y ha logrado “bombear crudo a niveles récord de alrededor de 10 millones de barriles al día”, según han divulgado medios europeos. Esto, si bien puede dar cierta tranquilidad a los países del viejo continente, ha producido un caída del 29% en la cotización del crudo.
Ante esto, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) ha sido llamada por el gobierno de Irán a una reunión de emergencia, con el fin de revisar la tendencia de baja que ha registrado en la última semana los precios del crudo, llegando a 95 dólares por barril, la mayor caída cuatrimestral desde 2008. Este fenómeno termina con la tendencia de alza inaugurada luego del anuncio de las sanciones a Irán en el mes de enero, que levantó los precios hasta el pico de 130 dólares por barril en marzo.
El gobierno persa se ha mostrado optimista ante las sanciones y asegura que se viene preparando para que el embargo afecte lo menos posible a su economía. En esta línea, el ministro de Petróleo de Irán, Rostam Qasemi, aseguró que el crudo iraní tiene sus propios mercados y que el país está preparado para afrontar las nuevas sanciones de Occidente a su industria petrolera, que no afectarán a su desarrollo y progreso.
Por su parte, el gobernador del Banco Central de Irán, Mahmud Bahmani, detallo que de los 150 mil millones de dólares que el país obtiene por exportaciones a los mercados internacionales, 100 mil millones provienen de la venta de petróleo, mientras que los ingresos por productos no petroleros oscilan entre los 40 mil y 50 mil millones.
“Esto es más que suficiente para contrarrestar las sanciones”, consideró Bahmani. “Incluso en el peor supuesto, los ingresos del petróleo cubren la totalidad de los 70.000 millones de dólares que Irán precisa para sus importaciones”, añadió. Sin embargo, aclaró que el país “deberá reducir las compras de productos no esenciales”.
Como contrapunto a este optimismo, el portavoz de la cancillería iraní, Ramin Mehmanparast, calificó hoy de ilegales y unilaterales las sanciones promovidas por Estados Unidos, y afirmó que tales prácticas agravarán la crisis económica y el mercado energético global.
Mehmanparast afirmó que la medida profundizará la crisis económica, ya que “la seguridad en materia de energía es una parte indispensable del mercado”, de ahí que Washington y la UE provoquen con tal acción un desbalance en las relaciones comerciales internacionales.
El vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores lamentó que occidente siga apostando a la “política de sanciones y presiones” y describió las sanciones unilaterales de la casa blanca como “ilegítimas y violatorias de las normas y el derecho internacionales, incluyendo las relativas al libre comercio”.
A su vez, aseguró que estas medidas generarán mayor unidad del país contra sus enemigos y promoverá la autosuficiencia, sobre todo en materia económica y energética. “La nación iraní no sucumbirá a amenazas y presiones”, remarcó.