Este jueves la presidenta Cristina Fernández reclamó ante el Comité de Descolonización de las Naciones Unidas que Gran Bretaña se siente a negociar la soberanía de las Malvinas. Desde Londres respondieron con provocaciones.
Acompañada de una amplia comitiva que incluyó gobernadores, ministros y legisladores oficialistas y opositores, la presidenta se convirtió en la primera jefa de Estado de la Argentina que se hace presente en esta instancia de Naciones Unidas.
Luego de informar que estaban junto a ella “la mayoría de los partidos políticos de la República Argentina con representación parlamentaria, que conciben el tema de Malvinas como una cuestión de Estado” la Presidenta sostuvo que “estamos abiertos a la negociación” con el Reino Unido. Manteniendo así la postura Argentina de resolver la cuestión de la soberanía sobre el archipiélago por la vía diplomática.
En su discurso presentó el contenido de documentos secretos de la Cancillería donde se da cuenta que el Reino Unido reconoce un litigio por la soberanía de Malvinas. Se trata de documentos del año 1974 en los cuales el Reino Unido propuso la creación de un condominio en Malvinas.
Durante ese año, según reveló la Presidenta, nuestro país e Inglaterra intercambiaron propuestas para un acuerdo, que incluían banderas, moneda y documentación conjunta para una administración compartida de las islas, lo que implica el reconocimiento de “que hay una cuestión litigiosa en materia de soberanía”. Sin embargo estas negociaciones se vieron truncadas por la muerte de Perón –quién era presidente en ese entonces- y posteriormente por el golpe de Estado de 1976 en nuestro país.
Sobre las críticas por el inicio de la guerra de Malvinas, argumento esgrimido una y otra vez por los británicos para acusar a la Argentina de belicista, la presidenta respondió: “la dictadura decidió unilateralmente sin consultar a ningún argentino los hechos del 2 de abril. ¿Qué culpa tenemos los argentinos de los que nos pasó a partir de marzo de 1976?”.
También sostuvo que “detenernos en las Malvinas sólo como cuestión bilateral territorial de soberanía es achicar el caso, que es un desafío a nosotros mismos, a los organismos multilaterales, a los Gobiernos, para que sean capaces de superar los prejuicios, los ‘cliches’ de lo que ya no es, que ya no volverá a ser, porque el mundo ha cambiado y hay nuevos protagonistas”. Y agregó que las Naciones Unidas tienen distintos “estándares” para analizar las cuestiones dependiendo si “uno es miembro permanente del Consejo de Seguridad”. “Si uno es miembro permanente del Consejo de Seguridad, puede respetar o no respetar una resolución de la ONU, pero si uno no es miembro de ese Consejo y si no respeta alguna resolución o viola los derechos humanos en países sin petróleo, no pasa nada”, sintetizó.
El referéndum, Cameron y la hipocresía británica
Hace unos días se anunció que en 2013 los habitantes de Malvinas participarán de un referéndum para definir si quieren o no seguir perteneciendo al Reino Unido. Esta jugada del gobierno de David Cameron no es novedosa. En 2002 hicieron lo mismo en Gibraltar (peñon que se encuentra en litigio con España) para oponerse a la soberanía ibérica sobre ese lugar. De esta forma se busca ocultar que esos territorios fueron ocupados por los británicos y no están supeditados al principio de autodeterminación tal como reconocen las mismas Naciones Unidas.
“Sólo integramos misiones militares de paz en todo el mundo: no nos van a encontrar en Irak ni en Afganistán, y si de referéndum se trata, ¿por qué no van también a esos dos países a ver qué piensan de lo que están haciendo?”, preguntó contundente la Presidenta.
Por otra parte, y mientras está presentación era llevada adelante por la delegación argentina en la ONU, el primer ministro británico, David Cameron, hizo flamear la bandera del enclave colonial en su residencia oficial. Este acto también tuvo respuesta de la presidenta: “¿Qué pensaría el pueblo alemán o la señora Merkel si el 8 de mayo, fecha de la rendición incondicional de Alemania ondeara la bandera alemana por debajo de la bandera inglesa? ¿Qué pensaría Japón si el 15 de agosto el presidente Obama hiciera ondear la bandera japonesa en la Casa Blanca?”.
La resolución del Comité de Descolonización
La resolución final aprobada por el Comité reitera que la manera de poner fin a la cuestión Malvinas es “la solución pacífica y negociada de la controversia sobre soberanía”.
También llama a que comiencen a aplicarse las resoluciones de la ONU sobre la cuestión y pide a las partes que afiancen el proceso de diálogo y cooperación mediante la reanudación de las negociaciones.
Marcelo Vernet, descendiente de Luis Vernet, el primer Comandante Político y Militar de las Islas Malvinas designado por el gobierno de la Argentina ya independiente en 1829, participó como peticionante argentino ante el Comité. Antes de que hable la presidenta expuso ante los presentes, entre los que había representantes británicos, y concluyó su discurso diciendo: “Señor Presidente, vengo a dar testimonio de esta historia de paz, negada por el usurpador, para contrastarla con el presente: una base militar británica en el Atlántico Sur, un enclave colonial desgajado de su natural presencia americana, una factoría con población trasplantada”.