Por Marco Teruggi y Fernando Gómez. De cara a la movilización global del 5 de junio por el día mundial del medio ambiente, se realizó en Buenos Aires un panel de debate para pensar las formas que adopta el saqueo de los bienes naturales en el marco de la crisis del capitalismo y los desafíos que tienen las resistencias.
“Tenemos que superar dos desafíos: la fragmentación de las luchas y el sistema capitalista que nos condena inexorablemente a la destrucción del medio ambiente”, de esta forma el politólogo argentino Atilio Borón encaraba su análisis en el panel que se desarrolló el viernes por la tarde, organizado por la Articulación de Movimientos Sociales hacia el ALBA.
“América Latina, entre saqueos y resistencias populares” fue el nombre que enmarcó esta actividad como parte del camino hacia la Cumbre de los Pueblos que tendrá lugar en Río de Janeiro, entre el 15 y el 23 de este mes, en contraposición con la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Desarrollo Sustentable.
Los principales ejes de las intervenciones fueron la necesidad de “pensar las formas del saqueo en nuestro continente en el marco de la crisis del capitalismo y los desafíos que tienen ante sí las resistencias”.
José Seoane, del Grupo de Estudios sobre América Latina y el Caribe e integrante de la Coordinadora de Organizaciones y Movimientos Populares de Argentina (COMPA) señaló que existe “una ofensiva extractivista en América Latina y en África cómo expresión de la crisis y su necesidad de apropiación, privatización y transnacionalización de nuestros bienes comunes”.
A su vez Atilio Borón remarcó que “la problemática no tiene solución dentro del capitalismo” debido a que “en el modelo consumista y sus valores, la naturaleza no es sujeto de derecho sino una mercancía, este patrón capitalista condena inexorablemente a la destrucción del medio ambiente”.
Para enfrentar esta ofensiva los panelistas destacaron la necesidad de la unidad con el objetivo de “extender las resistencias y avanzar en la construcción de procesos de alternativas políticas al extractivismo”.
¿Cómo pensar las batallas y encrucijadas de la Asamblea de Tinogasta o contra la minera Conga en Perú, dentro un ciclo de luchas a nivel continental que está creciendo? ¿Cómo generar formas alternativas de utilización de los recursos naturales que minimice la destrucción del medio ambiente? Fueron algunos de los interrogantes que intentaron dar respuesta los participantes de la actividad.
En Argentina la extensión y profundización de las resistencias contra la ofensiva extractivista se ha puesto de manifiesto este año y la Cordillera de Los Andes es el principal escenario de desarrollo para la minería a cielo abierto. Darío Moreno, de la asamblea de Tinogasta trazó la historia de esa experiencia al afirmar que “nosotros ejercemos el poder en la ruta construyendo un espacio de lucha nuevo que da sus frutos. Debemos entender que las luchas ambientales son para cuidar nuestra soberanía”.
El documental “Desiertos de Piedra”, cuyo adelanto se presentó en la actividad, dejó en claridad las sombras de la mega minería a cielo abierto ya que “no genera trabajo, no es un motor de desarrollo regional, y las empresas transfieren grandes ganancias al extranjero, dando forma a lo que podríamos denominar una economía de enclave”.
El panel discurrió entonces a través del continente y la necesidad de rearticular al movimiento popular de cara a construir las respuestas necesarias que este momento histórico demanda. La marcha del martes 5 de junio en el día mundial del medio ambiente,la Cumbre de los Pueblos y la Asamblea Continental que realizará la Articulación de Movimientos Sociales hacia el ALBA en el mes de noviembre, fueron remarcados como pasos en esta búsqueda que atraviesa tiempos urgentes.
Como ya decía Fidel Castro hace 20 años en la Conferencia de las Naciones Unidas en Río de Janeiro, esta lucha es por la defensa de la supervivencia de la humanidad.