Por Guido Turdera. A casi tres meses del inicio de la Megacausa de la ESMA, mañana se dará por finalizada la etapa de las indagatorias de este histórico juicio.
Cerca de las 11 horas del 28 de noviembre del 2012, en las paredes de la sala AMIA de los Tribunales Federales de Retiro resonaron los apellidos que representan las épocas más oscuras de nuestra historia. Astiz, Acosta, Poch, Capdevilla, Suárez Mason, Pernías, son sólo algunos de los 68 imputados por haber cometido delitos de lesa humanidad en la Escuela Mecánica de la Armada (ESMA) durante la última dictadura cívico-militar. El juicio en cuestión resulta histórico a nivel mundial. Sus números dan cuenta de su envergadura: 789 víctimas y 830 testigos.
Durante diciembre se dio lugar a la lectura de los casos de las víctimas y de los imputados. La defensa pidió la nulidad del juicio bajo el pretexto de la violación de ciertas normas procesales vigentes. Tal reclamo fue acompañado por la solicitud del imputado Adolfo Donda, basado en que las declaraciones indagatorias se deberían desarrollar por una jerarquía militar, en correspondencia al Código de Justicia Militar. Tanto las querellas como el Ministerio Público Fiscal se opusieron al reclamo y el proceso judicial continuó. “Todavía creen que están en el poder” se escuchó en la sala de los familiares de las víctimas.
El día 20 de diciembre se iniciaron las declaraciones indagatorias. El primero fue el oficial de inteligencia del Grupo de Tareas 3.3.2: Juan Antonio Azic. Negó todos los cargos en su contra, aunque se lo acusa de haber sido apropiador de dos bebas nacidas durante el cautiverio de sus madres. Inscriptas como Carla y Claudia Analía Azic, son Victoria Donda Pérez y Laura Dameri Ruíz quienes lograron recuperar su verdadera identidad. Durante otra jornada, el médico naval Carlos Octavia Capdevilla sostuvo su defensa bajo aquella vieja “teoría de los dos demonios”. Declaró que “todos los testigos en la causa ESMA I y los citados a declarar en este juicio son integrantes de distintas agrupaciones subversivas y terroristas, en su mayoría montoneros, culpables de gravísimos delitos protegidos por nuestra Constitución”, para luego concluir que las víctimas “no fueron presos políticos, sino delincuentes, terroristas, perseguidos”.
El mes de enero estuvo signado por la feria judicial. En febrero el Tribunal Oral en lo Criminal Federal N°5 reanudó el juicio. El turno le tocó esta vez a Juan Alemann, quien ostentó el cargo de Secretario de Hacienda entre 1976 y 1981. En la audiencia sus palabras fueron: “Jamás mataría, soy muy cobarde para hacerlo”. En la jornada siguiente, la declaración de Astiz fue una de las cuales suscitó mayores polémicas. Al comenzar la audiencia, expresó: “Soy el capitán de fragata de la Armada Argentina y no voy a responder ninguna otra pregunta”. A pesar de sus palabras iniciales, se dedicó a exponer durante dos horas un documento donde caracterizó a los organismos de derechos humanos como “grupos de persecución, venganza y rapiña”. Afirmó: “Esto no es justicia, esto es un linchamiento”. Y cuando el presidente del TOF N°5 le solicitó que se atenga a declarar sobre los hechos de la causa arremetió: “¿No me dejará demostrar la ilegitimidad de este juicio? ¿me tiene miedo?”.
Otro que declaró fue el teniente de Fragata retirado de la Armada Julio Poch, presunto implicado en los vuelos de la muerte. “Jamás estuve en la ESMA, ni destinado, ni en comisión, ni como visitante. No integré ningún grupo de tareas, no participé en la lucha contra la subversión, no tuve nada que ver con los vuelos de la muerte” formuló. El ex piloto naval es uno de los 8 acusados en arrojar prisioneros vivos al Río de la Plata durante la dictadura.
El día de ayer constituyó la jornada número 22 del juicio. Se escucharon las palabras de tres imputados por el robo de bebés en la ESMA. El primero de ellos fue Pedro Antonio Santamaría, quien fue vicealmirante de la Armada durante el Proceso. Negó “haber sido autor de delito alguno”, sosteniendo que “hoy estoy aquí sentado en el lugar de los acusados, mientras que otros que no tuvieron una actitud digna están el lugar de los acusadores”. Más tarde, le tocó hablar a Pedro García Velazco, quien estaba a cargo de los secuestros en la sección Operaciones de la ESMA. Como todos los imputados anteriores, rechazó todos los cargos que se le adjudican. Finalmente, el integrante del Grupo de Tareas 3.3.2. Raúl Enrique Scheller -condenado a prisión perpetua en 2011 por delitos de lesa humanidad- expresó: “Como no estoy seguro de lo que se me acusa, debo hablar del contexto en el que sucedieron los hechos: una guerra”.
También declararán Julio Antonio Torti (jefe del estado mayor de la Armada en 1978), Antonio Vañek (ex comandante de Operaciones Navales) y Carlos Orlando Generoso (integrante del Grupo de Tareas 3.3.2 como suboficial del Servicio Penitenciario Federal). De este modo, se estará dando por finalizada la etapa de las declaraciones indagatorias para dar comienzo a las testimoniales de este histórico juicio en la búsqueda de verdad y justicia.