Por Leandro Albani. Con el objetivo de derrocar al presidente de Siria, Bashar Al Assad, y los argumentos de golpear las posiciones del Estado Islámico de Irak y el Levente, la Coalición militar encabezada por los Estados Unidos inició los bombardeos en la ciudad de Ragga.
La coalición militar encabezada por Estados Unidos comenzó los bombardeos en territorio sirio, bajo el argumento de golpear las posiciones del Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL), como lo había anunciado el presidente Barack Obama. Con las primeras incursiones contra la ciudad siria de Raqqa, en la cual está asentado el EIIL, podría desatarse una avanzada mayor contra Siria, teniendo en cuenta que la Casa Blanca anunció hace bastante tiempo la intención de derrocar al presidente Bashar Al Assad.
El inicio de las operaciones se realizó en la noche del lunes, cuando el portavoz del Pentágono, contralmirante John Kirby, declaró que “fuerzas de Estados Unidos y de naciones aliadas han comenzado los ataques contra el EI en Siria usando una combinación de cazas, bombarderos y misiles Tomahawk”. En ese momento, el militar había agregado que teniendo en cuenta “que las operaciones están en curso no estamos en posición por el momento de suministrar más detalles”.
Las palabras de Kirby hacían referencia al rechazo del gobierno sirio, Rusia e Irán de un bombardeo sobre la nación árabe. Pero ayer, la cancillería de Damasco señaló que Washington “informó al representante permanente de Siria ante las Naciones Unidas, Bashar Al Jaafari” del comienzo de los “ataques aéreos a los sitios de la organización terrorista del Estado Islámico, en Raqqa”. Por su parte, Falah Fayad, asesor en seguridad de Irak, se reunión con Al Assad, quien le comunicó que Damasco respalda “los esfuerzos internacionales” para terminar con el terrorismo. Según Fayad, el mandatario sirio manifestó su apoyo “a cualquier esfuerzo internacional contra los grupos terroristas”. Al Assad agregó que la derrota del EIIL no depende solamente de la acción militar, sino también del compromiso con las resoluciones internacionales para detener cualquier tipo de apoyo al terrorismo. Fayad comunicó que el presidente Al Assad aseveró que “Siria va a continuar firme en la lucha que enarbola contra el terrorismo takfiri (radical sunní) en todas sus formas”.
Entre las declaraciones cruzadas, también se destacó la de la portavoz del Departamento de Estado, Jen Psaki, que aclaró que “no hemos requerido el permiso” del gobierno sirio para lanzar los bombardeos.
Al cierre de esta edición, la cifra de muertos por los ataques sobrepasaba los 100, de los cuales ocho eran civiles, entre los que se encuentran tres niños. El Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), con sede en Londres, detalló que de las víctimas mortales 70 eran miembros del EIIL y 50 del Frente al Nusra, filial de Al Qaeda en Siria.
Desde que Obama anunció que su país estaba dispuesto a bombardear Siria con el objetivo de eliminar las posiciones del Estado Islámico, el gobierno de Al Assad denunció esta actitud, ya que no respetaba la normativa internacional y era un hecho más de injerencia por parte de la Casa Blanca. La administración siria había criticado duramente el anuncio de Washington, porque el gobierno de Obama financia a lo que denomina “oposición moderada”, pero que en realidad son grupos mercenarios, como el Ejército Libre Sirio (ELS), vinculado al propio EIIL.
En medio de las declaraciones y noticias urgentes sobre lo que sucede en Siria, habrá que esperar si realmente el gobierno de Damasco aprueba los bombardeos, o abiertamente los rechaza. Si ocurriera lo primero, se abre la posibilidad real de que Estados Unidos y sus aliados avancen hacia otras zonas del territorio sirio, siempre con la excusa de combatir al terrorismo, pese a que el mismo Washington, con sus socios del Golfo Pérsico y Turquía, financian al EIIL, al Frente Al Nusra y al ELS.
Las primeras repercusiones
Rusia, Irán y el propio titular de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, se pronunciaron sobre los bombardeos y coincidieron que en este nuevo ataque es necesario respetar las leyes internacionales como también la vida de los civiles.
El gobierno de Moscú, a través de su cancillería, expresó que los bombardeos “de Estados Unidos y sus socios requieren no solo una ‘notificación’ unilateral formal de Damasco, sino la aprobación de Siria o la decisión del Consejo de Seguridad de la ONU”. La cancillería recordó que “dichas acciones pueden ser realizadas excepcionalmente conforme la ley internacional”. “La lucha contra el terrorismo en Oriente Próximo y en el Norte de África requiere un esfuerzo coordinado de la comunidad internacional liderado por la ONU”, insistió el gobierno del presidente Vladimir Putin. Y denunció que los intentos de la Casa Blanca “de perseguir sus propios objetivos geopolíticos, violando la soberanía de los países de la región solo aumentan la tensión y desestabilizan la situación aún más”.
En tanto, el presidente iraní, Hasan Rohani, condenó los ataques contra Siria y también denunció que se efectuaron sin la aprobación de los países árabes ni de Naciones Unidas. El mandatario explicó que “la realización de operaciones con carácter de urgencia en un tercer país, ha de llevarse a cabo dentro de un marco bien definido, y en caso de no contar con la solicitud del país de destino o con el permiso y/o el mandato de la ONU, no tiene justificación legal alguna”.
Por su parte, el titular de Naciones Unidas reconoció “que los ataques de hoy no se llevaron a cabo a petición directa del gobierno sirio, pero, hay que tomar en cuenta que el gobierno había sido informado con anterioridad”. Ban remarcó que en esta campaña desatada por Estados Unidos debe ajustarse a las leyes internacionales y tomar las medidas necesarias para minimizar las víctimas civiles.
PKK llama a la resistencia
Mientras tanto, en la zona de Kobani, en las cercanías de la ciudad siria de Alepo, el pueblo kurdo del lugar sufre el avance del EIIL, detenido principalmente por las milicias guerrilleras del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK). Medios internacionales informaron que 150 mil kurdo escaparon de la zona y que el Estado Islámico ya capturó a más de 60 villas del área. Los kurdos, juntos a los yezedíes y cristianos de la región, en la frontera entre Siria e Irak, son las principales víctimas del EIIL.
Al mismo tiempo, se conoció un anunció realizado por el líder máximo del PKK, Abdullah Öcalan, quien se encuentra preso desde hace más de 10 años en Turquía. La agencia Firat News difundió el llamado de Öcalan a todos los kurdos para “iniciar una movilización de masas contra la guerra que se intensificó” y contra los ataques del EIIL.
“Todo nuestro pueblo deben dar forma a sus vidas en línea con la guerra intensificada que está pasando en el Kurdistán en este momento. No es sólo la gente de Rojava (Kurdistán sirio) sino también toda la gente en el Norte y otras partes del Kurdistán que debe actuar en consecuencia”, aseveró el máximo comandante del PKK.