Este miércoles la Cámara de Representantes de Colombia aprobó el retiro del proyecto de reforma de Educación Superior, que rechazaban y mantenía en movilización permanente a casi medio millón de estudiantes universitarios colombianos.
La Mesa Amplia Nacional Estudiantil (MANE) anunció que el paro que mantienen hace poco más de un mes se suspenderá pero que se mantendrán en pie de lucha. Sergio Fernández, uno de sus integrantes, planteó en conferencia de prensa: “Nosotros empeñamos la palabra y por eso hoy suspendemos el paro”. De todos modos los estudiantes, quienes preven retomar las clases el lunes próximo, advirtieron que ante cualquier incumplimiento del gobierno nacional inmediatamente retomarán el paro.
Sin embargo, la suspensión del paro no significa que no habrá nuevas movilizaciones como la marcha convocada para el próximo 24 de noviembre, fecha en la que los estudiantes colombianos y chilenos planean movilizaciones coordinadas en apoyo a una educación pública para todos.
“El viernes pasado el presidente Juan Manuel Santos sacó un comunicado a la opinión pública, poniendo condiciones para que nosotros levantemos el paro y él retirar el proyecto de reforma a la Ley 30”, afirmó Alejandro, integrante de la Unidad Popular del suroccidente colombiano y de la MANE.
Ante esta exigencia del gobierno colombiano, los estudiantes universitarios realizaron una asamblea extraordinaria y tomaron decisiones en oposición a la actitud de Santos. Ellos consideran que han generado un movimiento histórico y que, por lo tanto, no sólo no deben ponerles condiciones sino que “al contrario, creemos que en este momento de ascenso del movimiento estudiantil debemos nosotros poner las condiciones para levantar el paro. No ser los condicionados sino los condicionadores”, manifestó Alejandro.
Los estudiantes de las 32 universidades públicas de Colombia exigieron a través de un comunicado votado en asamblea tres puntos esenciales para levantar la huelga.
El primero de ellos es la exigencia del retiro efectivo del proyecto de ley de reforma a la educación superior, reclamo que ha sido satisfecho este miércoles 16 de noviembre. Al respecto Wilson Gómez, representante a la Cámara por Bogotá, afirmó que el siguiente paso “será comenzar la mesa de concertación para elaborar una nueva iniciativa, la cual podría estar entrando en marzo del próximo año a consideración del Congreso”
Esto tiene que ver con la segunda condición impuesta por los estudiantes, quienes exigen una demostración de voluntad política real por parte del gobierno para formular “una metodología de construcción de una reforma a la educación superior que responda a las reales exigencias de la nación colombiana. Lo anterior con respeto y sin perjuicio de los espacios propios y autónomos que la comunidad universitaria se dé para la construcción de su propuesta”, según reza el comunicado. Alejandro considera este punto como uno de los más vitales, ya que garantizaría que la nueva ley nazca desde la academia.
En el tercer punto exigen “garantías políticas y civiles para desarrollar el derecho a la protesta, la movilización y organización de los estudiantes en todos los espacios del territorio nacional”. Aljenadro explica que esto tiene que ver directamente con la desmilitarización de los campus universitarios, ya que durante este mes de protestas han ingresado las fuerzas militares a las universidades.
Además de estos tres puntos, los estudiantes piden la liberación de los compañeros que están detenidos por luchar en defensa de la universidad pública. Alejandro cuenta que los han encarcelado en base a montajes judiciales, práctica muy común en Colombia.
Desde hace un mes que los estudiantes colombianos salieron a las calles por considerar que algunos de los 164 artículos del proyecto de reforma de ley abren la puerta a una posible privatización de los centros de educación superior. Huelgas, marchas multitudinarias y universidades tomadas fueron parte de las iniciativas tomadas en rechazo del proyecto.
Los estudiantes recibieron la solidaridad y el apoyo de otros sectores, como los profesores y los sindicatos. Esta fuerte presencia en las calles, cuestión no muy común en la militarizada Colombia, abrió las puertas para la visibilización de otras sentidas demandas sociales y pudiera ser la antesala de nuevas protestas.
“El movimiento estudiantil ha avanzado mucho, un poco porque hemos tenido esta primera victoria parcial con el retiro de la reforma a la ley pero también porque el movimiento estudiantil ha logrado vincular a toda la ciudadanía, a todos los sectores sociales y populares de Colombia”, agregó Alejandro a este respecto.
“Si bien nuestra lucha es por una educación acorde a las necesidades del pueblo, también es una lucha conjunta con los diferentes sectores”, concluyó el dirigente estudiantil.