Los estudiantes de 14 países latinoamericanos se movilizaron para rechazar los sistemas educativos imperantes en el continente, legados de las políticas neoliberales que todavía hoy subsisten en la región, y a favor de una educación libre y gratuita.
Este 24 de noviembre se registraron masivas movilizaciones en Chile y Colombia, dos naciones que hace meses se han convertido en escenarios de fuertes protestas, encabezadas por las federaciones estudiantiles.
En el caso de Chile, por la mañana el diario chileno La Tercera informó que Carabineros desalojó el liceo municipal Darío de Salas, de la capital del país, y detuvo a 30 menores. Esa escuela fue ocupada durante cinco meses y varios de sus alumnos encabezaron una huelga de hambre para reclamar por educación gratuita.
Cristina Silva, alumno del establecimiento, denunció que Carabineros ingresó por la fuerza “rompiendo vidrios y colocando bombas molotov para inculparnos”.
También 27 alumnos fueron detenidos después de que las fuerzas de seguridad comenzaran acciones represivas.
Mientras tanto, el Senado chileno continuó el debate sobre aumento de 7,2% del presupuesto educativo propuesto por el gobierno de Sebastián Piñera, que es rechazado por la oposición y por las federaciones estudiantiles por considerarlo insuficiente.
Colombia
En Bogotá, capital colombiana, la lluvia no impidió que centenares de estudiantes coparan las calles para reclamar una educación digna y de calidad.
Pese a que el gobierno del presidente Juan Manuel Santos tuvo que dar marcha atrás en su propuesta de privatizar el sistema de educación, los estudiantes afirmaron que permanecerán movilizados el tiempo que sea necesario.
Ahora se espera que el Ejecutivo otorgue garantías de diálogo que permitan culminar este semestre en las 42 universidades del país, mientras se discute una propuesta de reforma que priorice las necesidades del sector estudiantil.
El vocero de la Mesa Amplia Nacional Estudiantil (MANE), Sergio Fernández, expresó que están preparados para la pelea decisiva porque lo que está en juego es la educación de los hijos del país. “Las marchas en Colombia no sólo quieren solidarizarse con los estudiantes chilenos sino que, además, quieren plantear que en Latinoamérica se lucha para que la educación sea un derecho”, afirmó Fernández.
Por su parte, David Ponce Patiño, estudiante de la Universidad de Antioquia, manifestó a la prensa local que la actual lucha “es para que la educación sea un derecho y no un privilegio para unos pocos como se vive en la actualidad en muchos países de América Latina y del mundo”.
Otro miembro de la MANE, Jairo Rivera, advirtió que si el Ejecutivo colombiano no atiende las demandas planteadas y decide romper el diálogo, nuevamente se convocarán a masivos paros universitarios.
Las movilizaciones estudiantiles también se desarrollaron en Perú, Argentina, Brasil, México, Ecuador, Venezuela, Costa Rica, Paraguay, El Salvador, Bolivia, Uruguay, Nicaragua y Guatemala.
A estas iniciativas se sumaron varios colectivos y organizaciones universitarias de Europa que realizaron acciones similares en solidaridad con la lucha estudiantil latinoamericana.