Las FARC liberaron al periodista Langlois y volvieron a hacer un llamado al diálogo para lograr un acuerdo de paz en Colombia.
Luego de más de un mes de espera, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), liberaron este miércoles al periodista francés Roméo Langlois, quien había sido capturado como prisionero de guerra por la insurgencia el pasado el pasado 28 de abril. En ese momento, el comunicador acompañaba a un grupo del Ejército colombiano y vestía uniforme militar, en medio de un operativo para destruir laboratorios de droga.
Langlois fue entregado a una misión humanitaria, en una zona rural del Caquetá, departamento ubicado en el sureste colombiano. Al llegar al lugar, el periodista declaró: “No me puedo quejar. Nunca me han tenido amarrado. Siempre me han tratado como un invitado. Me han dado buena comida (…) y siempre han sido muy respetuosos”. Seguido a esto, Langlois criticó que su captura haya sido utilizada como propaganda política y que el conflicto colombiano sólo sea noticia cuando hay retenciones.
Al referirse al operativo militar que integraba, desmintió que fuera para destruir un laboratorio de droga de gran magnitud, ya que “era un pequeño, un modesto laboratorio, como muchos que se destruyen de manera repetida (…) y era de un campesino que contaba con esto para sobrevivir”.
La misión humanitaria estuvo integrada por la defensora de los derechos humanos Piedad Córdoba, tres delegados del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y el representante del Gobierno francés, Jean-Baptiste Chauvin.
Unas horas después de su liberación, Langlois brindó nuevas declaraciones desde Caquetá, acompañado por campesinos, integrantes de la FARC y la misión humanitaria. En esa oportunidad, afirmó que el gobierno del presidente Juan Manuel Santos “vendió la idea” de que el conflicto interno en el país se “acabó y así no es”. “Creo que la guerrilla no quería hacer política conmigo”, agregó. Langlois advirtió que ahora “nosotros nos vamos y este conflicto va a seguir, los campesinos van a seguir sin carreteras” y llamó a los periodistas a “preguntarse cómo se cubre el conflicto”, ya que “se ha vuelto invisible”.
El periodista también manifestó que no comparte “la decisión de guardarme 33 días”, por parte de las FARC y que tanto los soldados como los guerrilleros son personas humildes, y estos últimos “están convencidos de que su lucha es justa”.
Según lo previsto, la misión humanitaria trasladará a Langlois hacia Bogotá y el jueves, desde la sede de la embajada francesa, ofrecerá una rueda de prensa ante los medios de comunicación.
Abanderados de la solución pacífica
La misión humanitaria que recibió a Langlois leyó un comunicado enviado por las FARC, donde la guerrilla expresó: “hemos sido siempre abanderados de la solución política y de la paz con dignidad y justicia social, los verdaderamente sordos y tercos han sido los dueños del poder político y económico del país, que le tienen miedo al poder popular y al cambio social”.
En el texto, la insurgencia afirmó que “en Colombia el pueblo está harto de los gobiernos represivos y corruptos que no nos representan”. Las FARC analizaron que en la actualidad suceden profundos cambios en América Latina y el mundo entero, porque los pueblos muestran “alternativas al capitalismo cada vez más decadente, más injusto y más explotador”.
En el comunicado, se recordó que las FARC cumplieron 48 años de lucha y agregaron que “este nuevo aniversario nos llega en momento claves para el futuro de esta nación, sabremos estar a la altura de las circunstancias como combatientes, como patriotas”.
Por último, llamaron a lograr la paz en el país con la participación “organizaciones cívicas, campesinas, sindicales, estudiantiles y de todo tipo”.
Una comunicad olvidada
Al arribar al poblado rural en Caquetá, la defensora de derechos humanos Piedad Córdoba señaló que esa comunidad vive olvidada. La líder de Colombianas y Colombianos por la Paz (CCP), expresó que la operación humanitaria para la liberación de Langlois “es sumamente importante” porque “va allanando espacios hacia la posibilidad de una negociación política. También significativa porque demuestra que hay un conflicto”.
Córdoba destacó que “dentro de ese conflicto ocurren situaciones como las del periodista Langlois que afortunadamente fue retenido bajo la aplicación del DIH (Derecho Internacional Humanitario) pero pudo haber pasado otra cosa”.
La dirigente social también refirió que los habitantes de la comunidad del Caquetá son héroes al vivir en zonas de acceso muy difíciles, “en lenguaje castizo la gente está extrañada, es decir confinadas en regiones muy bonitas por la naturaleza pero finalmente muy precarias”.
Córdoba aseveró que hay “atacar las causas estructurales de la guerra que vive Colombia como lo son la miseria, la pobreza, y las tantísimas dificultades” que padece el pueblo.