El gobierno griego aprobó nuevos recortes y ajustes a pedido de sus acreedores. Y mientras los funcionarios públicos son despedidos o puestos en movilidad, los de la Troika en Atenas no pagan impuestos.
14 mil funcionarios del Estado griego serán despedidos. 25 mil empleados públicos puestos en movilidad. Y mientras tanto los representantes de las “instituciones internacionales” en Grecia serán eximidos de pagar impuestos. Así lo determinó el parlamento de Atenas en una larga sesión que concluyó en las primeras horas de la mañana del jueves. La ley que exigía la Troika (Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional) obtuvo el beneplácito del gobierno de coalición formado por los conservadores de Nueva Democracia y los socialdemócratas del PASOK. A cambio el país recibirá unos 6.800 millones de euros para paliar la crisis económica que ya lleva más de dos años causando gravísimos problemas sociales.
Los acreedores exigían para Grecia un recorte del gasto público que una vez más recayó en la reducción de empleos. En lo que resta del año 2013, 4 mil funcionarios públicos serán despedidos, y otros 11 mil perderán su trabajo en 2014. Otros 25 mil empleados del Estado y municipios serán puestos en movilidad, esto es un periodo de 8 meses en el cual cobrarán el 75% de su sueldo y al termino del cual se decidirá quienes continúan y quienes serán declarados “prescindibles”.
Se trata del fruto de las negociaciones que el presidente Antonis Samarás llevó adelante con los representantes de la Troika desde el lunes, y que se plasmó en los 109 artículos de la nueva ley aprobada en una sesión blindada, mientras los principales sindicatos llevaban adelante una huelga general de 24 horas.
Sin embargo, el texto sancionado también promueve beneficios para los funcionarios extranjeros. En el nuevo código se plantea que los representantes de “organizaciones internacionales” en Grecia que residen en el país, como las que componen la Troika, no pagarán impuestos. Mientras tanto, la reforma impositiva para los griegos será muy dura, a partir de la centralización de las competencias fiscales en la administración estatal y la quita de beneficios a las autoridades municipales.
El ministro de Reforma Administrativa, Kyriakos Mitsotakis, principal defensor de la iniciativa, aseguró en conferencia de prensa que el actual sistema estatal es “un obstáculo para los negocios saludables”. En una entrevista a la cadena Bloomberg había afirmado que la idea de despedir trabajadores lo hacía “dormir mal por las noches” ya que “no es fácil, también por razones emocionales. En cualquier caso, si tengo que firmar esos despidos, lo mejor que puedo hacer es lograr escoger las mejores opciones”. Estas declaraciones generaron una fuerte indignación, especialmente ante la envergadura de la reforma que finalmente se aprobó el jueves.
Ya el mes pasado, el gobierno griego tomó la decisión de clausurar la compañía de radiotelevisión pública (ERT), despidiendo sus 2.656 trabajadores. Ese anuncio también fue iniciativa de la Troika, los voceros del ejecutivo la justificaron en la necesidad de recortar gastos y acusaron a todos los empleados de la ERT de corrupción. Desde junio, la emisora ha sido tomada y puesta en funcionamiento por parte de los trabajadores, que han recibido el respaldo de otros canales públicos europeos y transmiten a través de la señal satelital, uno de los cuatro canales televisivos que tenía ERT.
Los sindicatos también continúan en conflicto. “Continuamos nuestra lucha para acabar con las políticas que aniquilan a los trabajadores y llevan a la economía a una recesión incluso mayor”, señaló en un comunicado el GSEE, una de las principales centrales sindicales del país. “Nos levantaremos contra aquellos que, con elecciones equivocadas y que no llevan a ninguna parte, han arrastrado a los griegos a la pobreza y la desesperación”. Durante los últimos 3 días, se llevó adelante un paro general de trabajadores municipales, a los que se sumaron los de las demás administraciones y el sector privado el miércoles. El acatamiento llegó a un 80%, y en las calles de Atenas se vivieron distintas movilizaciones en rechazo a la nueva ley impulsada por el gobierno.
Durante el día jueves también hubo fuertes protestas, especialmente ante la llegada del ministro de finanzas alemán, Wolfgang Schäuble. El gobierno de Ángela Merkel es uno de los más rechazados durante las protestas griegas. Schäuble ha recorrido en el último mes todos los países que se encuentran en crisis para asegurarse de que sigan las recetas impuestas por la Troika. Al ser Alemania el mayor contribuyente a los fondos de rescate europeos, Merkel quiere garantizar la solvencia de los gobiernos que reciben el dinero, consolidandose así como la voz de mando de la Europa en crisis.