Por Guido Turdera. La tragedia de Once dice presente de nuevo. Esta vez, el homicidio del testigo Leonardo Andrada -motorman del primer turno del Sarmiento el día de la masacre- en medio de un supuesto robo tiñe de incertidumbre una causa que está cercana a cumplir un año.
A pocos días de cumplirse un año de la tragedia de Once, una nueva desgracia sorprende tanto a los familiares de las víctimas como a la sociedad entera: el homicidio de Leonardo Ariel Andrada, motorman del primer turno de la locomotora que luego, bajo la conducción de Marcos Córdoba -procesado en la causa-, chocara en la estación ferroviaria de Once. Andrada tenía 53 años y era un importante testigo en la causa por el esclarecimiento de la masacre. Su declaración estaba vinculada a cómo funcionaba el sistema de frenos de la formación, esto es, un dato de suma relevancia para la investigación.
El suceso ocurrió el viernes pasado alrededor de las 6 de la mañana en la intersección de las calles Malabia y José María Paz, localidad de Villa Ariza, partido de Ituzaingó, en el oeste del conurbano bonaerense. Esperando en la parada del colectivo para dirigirse a su trabajo del ferrocarril Sarmiento en Castelar, Andrada fue asesinado cuando le dispararon 4 balazos por la espalda.
Si bien en un primer momento pareció ser un simple acto de robo, lo único que los delincuentes se llevaron fue su celular, dejándole su mochila y presuntamente unos 1200 pesos que la víctima llevaba consigo. De esta manera, la hipótesis del robo permanece como un tanto sospechosa. Por otro lado, a este hecho se le suma lo acontecido a la medianoche del día siguiente. Mientras que los restos del maquinista eran velados a unas 25 cuadras de su casa, familiares que se encontraban volviendo de la funeraria se encontraron con que la puerta de entrada había sido forzada y allí dieron con dos desconocidos que, saliendo de la casa, los agredieron verbalmente y huyeron rápidamente. La Policía que estaba en la zona trató de dar con ellos pero no los pudieron alcanzar y el confuso episodio quedó sin una conclusión certera. Habiendo quedado dos cuartos de la casa revueltos, no se sabe aún si la acción se correspondía con un posible robo (otro más) o con una búsqueda de algún tipo de información que influyera en la causa.
Frente a tales hechos, Omar Maturano, secretario general del gremio de maquinistas ferroviarios, La Fraternidad- al cual pertenecía la víctima-, declaró: “El miércoles nos vamos a juntar todos los compañeros que fueron testigos para ir a hablar con el juez Bonadío y pedirle la custodia policial si corresponde” pero aseguró que “no podemos llegar a decir, si no lo dice la Justicia, que esto tiene algo que ver con la tragedia de Once”. Asimismo, los familiares de la tragedia exigieron que las fuerzas de seguridad “se unan para encontrar rápidamente a los responsables, pero también para encontrar una explicación de los motivos y circunstancias en las que sucedió semejante crimen”, pidiendo su “rápido esclarecimiento”. Pero fue el abogado Gabriel Dalbón, acompañando a las víctimas de la tragedia, quien sentenció: “La mafia mata cuando se ve en peligro. La querella que encabezo acompañará la investigación de la familia”.
Por otro lado, el diario virtual Villa Crespo Digital publicó un comunicado firmado por el MONAREFA (Movimiento Nacional por la Recuperación de los Ferrocarriles Argentinos), al cual Andrada pertenecía desde el año 2004. Allí sus compañeros sostienen que “no podemos ser crédulos, tenemos grandes dudas sobre que su asesinato es producto de un robo. Casualmente, en el robo no se llevan sólo el celular y luego se asalta la casa”. Considerando que “esta masacre tiene demasiadas víctimas y pocos responsables”, el comunicado concluye: “han asesinado a un imprescindible. Apuntaron bien…”.