Por Maru Correa. Militantes de la organización La Rotonda Cultural fueron demorados por la Policía cuando pintaban anuncios para el Encuentro Regional de Mujeres. Si bien las acciones represivas son recurrentes frente a actividades alternativas, denuncian la falta de espacios antipatriarcales en la zona.
La organización La Rotonda Cultural, del partido de Hurlingham, denuncia que no puede desarrollar normalmente sus actividades, especialmente las que realiza en la calle, porque la Municipalidad intenta impedirlas con la excusa de la ocupación del espacio público, el mismo que la propia gestión comunal utiliza a diario para hacer propaganda partidaria. Avisos, detenciones, apertura de una causa judicial y la presencia de un juez y de patrulleros son algunas de las situaciones que vive este proyecto social. Las represalias tienen una particularidad: las mueve el machismo.
El 4 de septiembre pasado, policías de la Comisaría Primera de Hurlingham detuvieron a seis integrantes de La Rotonda por hacer pintadas para difundir el XVII Encuentro Regional de Mujeres del Conurbano bonaerense, que se realizó dos días después. Quedaron demorados durante unas cinco horas en la Comisaría Primera y les iniciaron una causa judicial en la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 1 del Departamento Judicial de Morón por “daños a la propiedad privada”.
Las detenciones ocurrieron en Vergara y Jauretche, después de que las cámaras de vigilancia del Centro de Operaciones Municipales (COM) registraron a los jóvenes mientras pintaban los muros. Después, la Policía los trasladó hasta la Policía Científica de Morón, donde les hicieron la revisación médica porque en el Hospital Municipal San Bernardino “no había médicos” que firmen el procedimiento, según les dijo el oficial de turno a los detenidos.
En diálogo con Marcha, Estefanía ‘Toty’ Valentino, militante del espacio cultural y una de las detenidas, señaló: “Nosotros siempre actuamos a través de la autogestión y creemos que eso empieza a molestar porque viene muchísima gente y la parte cultural en la calle no la maneja el intendente”.
A través de un comunicado que emitió al día siguiente de la intervención policial, la gente de La Rotonda acusa: “Las pintadas estaban siendo realizadas en paredes que son usadas cotidianamente por las agrupaciones políticas, más precisamente sobre una propaganda reciente del intendente municipal, Luis Acuña, cuyo equipo de pintores parece ser invisible para las cámaras del COM”.
En esa línea, agrega: “Es de público conocimiento que las paredes de Hurlingham, (Villa) Tesei y (William) Morris son pintadas por diferentes agrupaciones político partidarias, tanto de noche como a plena luz del día -y evidentemente a la vista de las cámaras de seguridad del COM-, sin que nadie haya sido detenido por eso”.
En otro tramo de la nota, La Rotonda recalca que “llama la atención que se haya aplicado un criterio distinto para lxs compañerxs (Sic) que difundían la realización del Encuentro Regional de Mujeres y que esto haya ocurrido en un municipio que es fuertemente cuestionado por carecer en absoluto de políticas de género”. Al respecto, Toty Valentino señaló que en la comuna “funciona, entre comillas, sólo la Comisaría de la Mujer, pero sin los recursos que se necesitan” para dar contención a las víctimas que radican las denuncias allí. Precisamente, en los distintos encuentros de mujeres que se realizan en la comuna hurlinghanense los y las participantes buscan visibilizar esa realidad.
Los mensajes de solidaridad no se hicieron esperar. Por medio de las redes sociales, correo electrónico, teléfono o la difusión de algunos medios de comunicación, La Rotonda supo que no actuaba en soledad. Por eso en este momento, con el apoyo de otras organizaciones sociales, políticas, culturales y periodistas “independientes”, Toty resaltó que ahora el objetivo es “que esa causa se archive porque es muy injusto lo que hicieron”.
Un juez y cinco patrulleros
Este fin de semana tuvo lugar en Hurlingham la Feria del Libro Independiente y Alternativa (F.L.I.A.) Oeste: el sábado en el predio lindero a la estación de ferrocarril San Martín y el domingo en la sede de La Rotonda Cultural, ubicada a pocas cuadras de la estación.
El primer día, el juez de Faltas Rafael Di Francesco, de la UFI 1 del distrito, se acercó al lugar junto con cinco patrulleros con fines de desalojo, y allí se quedaron durante toda la jornada, lo que significó que sólo se haya podido concretar una parte del evento, sin las bandas musicales que estaban previstas para que suban al escenario.
Casualmente -o no-, este fin de semana también se desarrollaba una nueva edición de la Feria de las Colectividades en la Plaza Ravenscroft. “Nos quisieron desalojar porque dicen que vendíamos alcohol. Nosotros jamás vendimos alcohol, mientras que en la Feria de las Colectividades hay un montón de puestos que sí lo hacen”, indicó Toty.
Además, los organizadores de la F.L.I.A. habían pedido permiso formalmente a la Municipalidad para utilizar el predio pero, según aseguró la militante, nunca tuvieron respuestas, entonces dieron por hecho que la autorización estaba en curso.
“Dijimos ‘no nos vamos a ir’, y no nos fuimos”, relató, más a modo de advertencia que de anécdota, y relató que el juez les aconsejó para la próxima vez solicitar el Microestadio Municipal. “Claro, así (en el Ejecutivo local) van a tener manejo sobre lo que hagamos, pero nosotros somos autogestivos”, insistió la militante, y añadió: “No creemos que nada haya sido casualidad”.
Además, sostuvo que los vecinos que viven en los pocos caserones que hay en esa zona céntrica del distrito “se quejan” de la actividades que la organización cultural realiza, aunque al parecer no proceden de la misma forma cuando los eventos o las pintadas los hace el Jefe comunal.