El gobierno israelí ratificó este jueves la construcción de 296 viviendas en el asentamiento de Beit El, en Cisjordania. La decisión fue confirmada a pesar de que el martes circularon rumores de su suspensión a pedido del gobierno de Estados Unidos que busca relanzar el diálogo de paz entre palestinos e israelíes.
Desde la guerra de los seis días en 1967 que el Estado de Israel se ha dado la política sistemática de construir asentamientos en los territorios palestinos ocupados. Este tipo de acciones viola el derecho internacional que prohíbe el traslado o asentamiento de poblaciones en Estados bajo ocupación militar, como es el caso de Palestina.
Sin embargo esto no ha frenado la política del gobierno israelí y en días recientes ha ratificado la licitación para construir 296 viviendas en el asentamiento de Beit El, en Cisjordania, en cuatro edificios de diez pisos y ocho de igual número de plantas. Esta decisión pone nuevamente una traba las negociaciones entre palestinos e israelíes en pos de solucionar el conflicto que los enfrenta hace décadas.
Que si, que no… que si
El ministro de Defensa de Israel, Moshe Yaalon, autorizó las nuevas viviendas, hace dos semanas. Sin embargo el martes fuentes oficiales habían dicho a través de la radio del Ejército que el primer ministro Netanyahu había ordenado una paralización temporal de las licitaciones de nuevas viviendas en zonas palestinas hasta mediados de junio.
Este rumor circuló debido a que Estados Unidos, a través de su secretario de Estado John Kerry, le había solicitado a Israel que frenara la expansión de asentamientos en territorios palestinos. El objetivo era restablecer el diálogo entre ambas naciones, paralizado desde 2010. Como contrapartida los palestinos frenarían por dos meses sus intentos de reconocimiento internacional como Estado autónomo.
A pesar de que el principal aliado militar y comercial de Israel le hizo esta solicitud, el gobierno de Tel Aviv cedió a la presión interna de los sectores más conservadores.
El lobby interno
El ministro de Vivienda Uri Ariel pertenece al partido nacionalista, conservador y pro-colono Hogar Judío. Este funcionario había advertido a Netanyahu que si los próximos presupuestos del Estado no incluían fondos para la construcción de viviendas en Cisjordania, su partido no lo apoyaría en el parlamento.
A su vez el líder de Hogar Judío, Naftalí Bennett, corroboró las palabras de Ariel, asegurando a la radio del ejército que si se paralizaba la construcción de nuevas viviendas en los asentamientos su partido no apoyaría los presupuestos. Esto podría resultar un golpe durísimo para el gobierno de Netanyahu, ya que el anterior parlamento fue disuelto en noviembre de 2012 debido a la incapacidad de los partidos políticos de ponerse de acuerdo para aprobar los presupuestos generales previstos para el 2013-2014.
La política del hecho consumado
Israel reafirma con esta decisión una línea histórica que puede ser catalogada como la política del hecho consumado. El gobierno israelí ocupa y después negocia con miles de ciudadanos instalados en territorio palestino. En este sentido el anterior ministro de Defensa, Ehud Barak, dijo el año pasado que Beit El debería incluirse en la lista de asentamientos a retener por Israel en caso de un acuerdo con los palestinos.
Este es uno de los motivos por los cuales Israel es el único país del mundo que no ha declarado oficialmente cuáles son sus fronteras. Nada es casual.
El rechazo palestino
El principal reclamo por parte de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) para sentarse a negociar es que Israel frene la construcción de asentamientos y libere a los más de cinco mil presos políticos palestinos.
“Condenamos esta nueva decisión, que es la prueba de que el régimen israelí quiere sabotear y arruinar los esfuerzos para reactivar el proceso de paz”, manifestó el jefe negociador por la ANP, Saeb Erekat. Asimismo, añadió que “este es un golpe para el proceso de paz. El objetivo es arrastrar a la región a la violencia en lugar de la paz y la estabilidad”.
Tel Aviv acordó congelar la construcción de asentamientos en el marco del plan de la Paz acordado en 2002. Sin embargo, no ha cumplido con el compromiso.
Actualmente, más de medio millón de israelíes viven en asentamientos ilegales construidos desde la ocupación, en 1967, de los territorios palestinos en Cisjordania y Al-Quds (Jerusalén Este), a pesar de que la mayoría de los países miembros de la ONU repudian la política expansionista del régimen de Israel y la califican de ilegal.