En el juicio por lo ocurrido en República Cromañon, ayer se leyeron las imputaciones a los cinco acusados. Entre ellas, sobre las coimas recibidas por el entonces Comisario Gabriel Sevald.
Familiares de las 194 víctimas de la tragedia de Cromañón fueron llegando a Comodoro Py en las primeras horas de la mañana de ayer, tal vez por miedo a no poder ingresar. Recordemos que el Tribunal Oral Criminal Nº 24 trasladó las audiencias de los Tribunales de Talcahuano a Comodoro Py precisamente por la falta de espacio, para que las familias de las víctimas presenciaran el juicio. Para llegar a la sala de usos múltiples, prevista para la audiencia, debieron atravesar varios controles. Finalmente, los familiares encontraron las sillas que estaban reservadas para ellos; un vidrio y dos policías los separaban de los jueces.
En esta primera audiencia, sólo se leyeron los requerimientos. Allí se repasó lo ocurrido la noche del 30 de noviembre de 2004: el inicio del show de Callejeros, el pedido para que se apaguen las bengalas, el tumulto, la luz cortada, las puertas cerradas, el pánico, la muerte. Las muertes.
En el segundo juicio están imputados el empresario Rafael Levy; el ex secretario de Seguridad porteño, Juan Carlos López; su segundo, Enrique Carelli; el ex director de Seguridad Privada, Vicente Rizzo; y el ex comisario de la seccional 7ª, Gabriel Sevald.
“En lo personal tengo pocas expectativas. Este es el mismo juzgado que sobreseyó a Callejeros. De cualquier manera, el juicio recién comienza y nosotros seguiremos pidiendo justicia”, afirmó Nilda Gómez, madre de uno de los jóvenes que murió atrapado en el incendio.
En la lectura de los requerimientos, se hizo mención a las salidas de emergencia del boliche y se reiteró que la evacuación “estuvo marcada por factores que generaron una trampa fatal”. De las seis puertas, cuatro estaban cerradas con pasadores metálicos. Sólo funcionaba un extractor de aire. Los matafuegos estaban vencidos.
La imagen del horror apareció nuevamente frente a los familiares: entre el fuego y el corte de luz, y al no encontrar salidas de emergencia abiertas, la gente entró en pánico. Algunos se arrojaron a la calle por las ventanas; otros se desmayaron y no pudieron salir. La evacuación, que debería haberse efectuado rápidamente, demoró más de tres horas.
Los negocios de la Séptima
La entrega de sumas de dinero a efectivos de la Comisaría 7ª para que no controlaran Cromañón quedó probada en el primer juicio.
En el fallo del 19 de agosto de 2009, los jueces Marcelo Alvero, Raúl Llanos y María Cecilia Maiza, hablaron de un “pacto espurio verbal” entre el ex subcomisario Carlos Díaz; Chabán y Raúl Villareal. El acuerdo espurio fue probado al menos en tres ocasiones, en donde Raúl Villareal, mano derecha de Chabán, o el propio Chabán, entregaban sumas de dinero para que la Policía permitiera el funcionamiento del boliche, haciendo caso omiso a las graves infracciones. Díaz, el policía que recibía el dinero, fue condenado a seis años de prisión e inhabilitación especial perpetua, por incendio culposo seguido de muerte y cohecho pasivo.
El subcomisario Díaz iba desde el boliche República Cromañón hasta la Comisaría 7ª, donde se encontraba a cargo el ex comisario Gabriel Sevald. En este segundo juicio, la querella se propone probar que Sevald “omitió deliberadamente” su tarea de control del boliche a cambio del dinero, calculado entre 100 y 600 pesos, dependiendo de la cantidad de asistentes.