Las asambleas barriales platenses organizadas luego de las inundaciones marcharon ayer junto a movimientos sociales a un mes de la inundación que fue tragedia. “Nación, provincia y municipio son responsables por igual”, aseguran.
Como no pasaba desde hacía mucho tiempo en La Plata, decenas de asambleas vecinales organizaron una multitudinaria protesta al cumplirse un mes de las inundaciones que devastaron la ciudad el pasado 2 de abril. “Somos 10.000 personas”, anunciaron desde los altoparlantes que acompañaron el larguísimo desfile que atravesó las calles del centro bajo un cielo gris y alguna gota, en el medio del enésimo alerta metereológico, que asustó sin consecuencias.
Desde aquella terrible noche en que la ciudad entera quedó inundada, medios y organismos públicos no escatiman en alarmas ante cualquier amenaza de chaparrón. Exactamente lo que no pasó aquél martes a la noche y “ahora se escudan detrás de la cantidad de milímetros que cayeron”, denunciaron los asambleístas en el acto que se desarrolló frente a la municipalidad por la tarde. Los acompañaron partidos de izquierda, la Federación Universitaria de La Plata y movimientos sociales que los mismos vecinos quisieron incluir. Algunas de estas organizaciones -el Frente Popular Darío Santillán Corriente Nacional, Justicia y Libertad y el MTD Anibal Verón- anunciaron para hoy el comienzo de un plan de lucha con el corte de la autopista Buenos Aires-La Plata.
Uno a uno, los representantes de las distintas asambleas se pasaron el micrófono en el medio de la concentración que arrancó a las seis de la tarde en calle 12, en la puerta del municipio, custodiado por centenares de policías. Cada uno leyó un punto de los 6 consensuados por todas las asambleas para manifestar sus demandas.
Ya desde el 3 de abril mismo, centenares de vecinos se autorganizaron para paliar las necesidades inmediatas, recibir y repartir las donaciones que llegaron de todos los rincones del país y luego organizarse para reclamar a las autoridades por la situación que se vive en los barrios.
“Ni el Municipio, ni Provincia ni Nación aparecieron. Ellos son todos responsables por igual”, apuntaron desde los parlantes montados en una camioneta atiborrada de periodistas. Y justamente el pedido de castigo a los responsables políticos de la “catástrofe social” fue el que tuvo el mayor de los protagonismos. Los más señalados fueron sin duda el intendente Pablo Bruera y el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli.
En el caso del primero, los asambleístas ya elevaron un pedido formal de juicio por “estrago doloso”, presentado por el Colectivo de Investigación y Acción Jurídica en los tribunales platenses. En el mismo se subraya “la insuficiencia del sistema de evacuación de excedentes pluviales y la falta de obras de infraestructura y equipamiento urbano para la localidad”, una situación de la que Bruera y su gabinete serían los principales responsables, por desoír las explícitas recomendaciones hechas por la Universidad Nacional de La Plata en 2007 y la Corte Suprema Bonaerense en 2011.
El mandatario platense volvió a pedir disculpas por lo sucedido, aunque ratificó que no va a renunciar como piden los vecinos. El único intento de destitución presentado en el concejo deliberante la semana pasada fue archivado, luego de que el oficialismo lograra votar en contra, y el Frente Para la Victoria decidiera abstenerse.
Una situación, la de Bruera, de las más complicadas. Luego de las agresiones sufridas por varios miembros de su gabinete, los escraches y las denuncias, el intendente rompió el silencio luego de 25 días para anunciar el pedido de un nuevo préstamo al Banco Mundial para realizar las obras de reconstrucción luego de las inundaciones. “A algunos les habrá resultado insuficiente lo que hicimos, o podrán sentir en lo profundo de su corazón que no estuve a la altura de lo que creían o esperaban de mí y de la Municipalidad” se disculpó Bruera.
Pero los miles de vecinos autoconvocados ayer pidieron su renuncia. Junto con la de Scioli, “que al segundo día de la tragedia salía a decir que en La Plata estaba todo bien”.
“Exigimos a la presidenta que decrete el estado de emergencia y libere las partidas necesarias para la reconstucción y subsidios para los damnificados” dijeron en el acto. El plan establecido por las autoridades estatales prevé el otorgamiento de un crédito de hasta $50.000 a tasa blanda para las familias afectadas.
“Además de inundarnos tenemos que endeudarnos con los responsables de la tragedia”, denunciaron los vecinos. También propusieron su plan para la reconstrucción: suspensión por un año de impuestos y tasas para el partido de La Plata, Berisso y Ensenada, eliminación de la exención fiscal para empresas, ejecución de obras hidráulicas bajo el control y participación de las asambleas vecinales y derogación del actual Código de Reordenamiento Urbano (COU).
Pero el pedido más fuerte fue sin duda el de justicia. En el comienzo del acto, que siguió en una marcha desde el palacio municipal hasta la casa de gobierno de la provincia pasando por la legislatura provincial y el concejo deliberante, se leyeron los nombres de las 74 victimas contabilizadas por las asambleas. Un número muy distante del oficial. Según el ministro de seguridad bonaerense, Ricardo Casal, los vecinos muertos durante las inundaciones son 51, una cantidad fuertemente criticada por varios lados.
El juez en lo Contencioso Administrativo de La Plata, Luis Arias, volvió ayer a cargar contra los números oficiales. Luego de que fuera apartado de la causa comenzada por el defensor oficial Julián Axat, ayer volvió a tener luz verde para hacerse cargo del Habeas Data presentado en su juzgado, que demostraría que los muertos por el temporal serían, al menos, 57. “Entre el 1 y el 10 de abril fallecieron en la Ciudad unas 300 personas”, señaló Arias en declaraciones a la prensa, en las que aseguró que no se están teniendo en cuenta las víctimas no declaradas, los suicidios, y los fallecidos por las consecuencias directas de la inundación. “Pese a los obstáculos que se imponen dentro de los acuerdos de la Policía, el Poder Ejecutivo y ciertos sectores de la Justicia, nosotros hemos continuado con la tarea”.
“Esclarecimiento del número real de víctimas”, es el primer punto del comunicado que las asambleas difundieron. “Justicia”, gritaron entre lágrimas los familiares de las víctimas frente a la puerta de la casa de gobierno bonaerense. Un pedido cargado de bronca, pero que sin resignación los asambleistas prometen llevar hasta las últimas consecuencias.