“Hay dos caminos, muere al servicio del imperio o renace para servir a los pueblos de América”. Las palabras corresponden al presidente boliviano, Evo Morales, al inaugurar de la 42° asamblea de la Organización de Estados Americanos.
“Hay dos caminos, muere al servicio del imperio o renace para servir a los pueblos de América”. Las palabras corresponden al presidente boliviano, Evo Morales, al inaugurar la 42° asamblea de la OEA.
En la ciudad de Cochabamba se inició este lunes la 42° Asamblea de la Organización de Estados Americanos (OEA). El tema principal a discutir era la problemática del hambre y la desnutrición que aqueja al continente, sin embargo la reunión giró sobre sí misma, se cuestionó fuertemente el sistema interamericano de derechos humanos y el tema central fue el propio rol de la organización y su existencia.
El anfitrión de la velada, el presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, Evo Morales, estuvo acompañado de su par ecuatoriano, Rafael Correa. Juntos constituyeron el núcleo duro de las críticas al organismo, secundados principalmente por los representantes de Venezuela y Nicaragua.
Desde hace algunos años, principalmente desde la creación de la Alianza Bolivariana para los pueblos de América (ALBA), el rol de la OEA ha sido fuertemente cuestionado por los líderes de los procesos de cambios del continente. Este organismo ha venido perdiendo peso específico en la región, a la vez que cobraron impulso nuevos organismos de integración latinoamericana.
“¿De qué derechos humanos se ocupa la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH)? ¿Por qué no se dedica también a los derechos humanos de los Estados Unidos?”, fueron las palabras de Evo Morales al inaugurar la asamblea, interrumpidas por un estridente aplauso.
Los países de la alianza bolivariana -representados principalmente en las figuras de Evo, Correa y el canciller venezolano Nicolás Maduro- llegaron a Cochabamba con la propuesta de transformar el sistema interamericano de derechos humanos.
Para esto propusieron universalizar la jurisdicción dela CIDH, planteando que podría ser refundada para “supervisar la vigencia de los derechos humanos no sólo en Latinoamérica, sino también en Estados Unidos”, según indicó Morales.
Morales concluyó diciendo que si no logra reformarse ese organismo mejor sería su desaparición. “Si queremos quela OEA esté al servicio de América, debe eliminarsela CIDH y eliminar la llamada Escuela de las Américas”, afirmó el presidente boliviano.
El canciller de Venezuela, Nicolás Maduro, habló en nombre de los países del ALBA. Afirmó que todo el sistema interamericano de DDHH está degradado y enumeró varios ejemplos donde la Comisión funcionó como un instrumento de la política exterior de EE.UU.
Fue en este sentido que continuaron las intervenciones más duras. Correa enfatizó que quienes más hablan de los DDHH son los que apoyaron las dictaduras que “torturaron y desaparecieron gente en nombre de la libertad”. Cuestionó también el rol de muchas ONG que operan en Latinoamérica. Se refirió al “oenegeísmo” con sede en Washington, “burocracias internacionales pretenden que las políticas públicas estén en manos de ONG’s y esto es un serio riesgo para nuestras democracias, porque por más que se digan organizaciones sin fines de lucro, muchas de ellas defienden claros intereses”.
Estados Unidos y sus aliados en el continente se vieron muy disminuidos frente a los golpes en los discursos de los líderes de la región. Correa remarcó quela OEA se ha vaciado de contenido desde el momento en que no se adaptó a los cambios en América. “Estamos transformando Estados burgueses, estamos cambiando esos Estados aparentes en Estados que velen por el interés general, Estados de plastilina por Estados reales”, señaló el ecuatoriano.
Sintomáticamente, la gran ausente del evento fuela Secretariade Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton. El representante de su país solo puedo expresar “una gran preocupación” por la propuesta de reforma del organismo. En este marco, un débil José Miguel Insulza, secretario general dela OEA, debió lidiar bastante solo contra las embestidas hacia la organización.
Insulza debió admitir que el debate sobre el sistema interamericano de derechos humanos marque la agenda de discusión, pero intentó destacar el “prestigio bien ganado” porla CIDH en la época de las dictaduras en el continente y pidió a los propulsores de los cambios que sean cuidadosos ante una posible reforma de esta entidad.
Por el momento, el primer cambio surge con la aprobación este lunes dela Carta Socialde las Américas, un instrumento jurídico que se viene debatiendo hace seis años y supone el impulso al desarrollo económico de los países, reduciendo las asimetrías sociales.
La cumbre paralela de los pueblos
El domingo inició en el coliseo de Tiquipaya, a12 kilómetros de la ciudad de Cochabamba, la Cumbre Social paralela a la Asamblea de la OEA. Másde 2000 delegados de movimientos sociales y políticos de todos los países miembros se convocaron para discutir sobre la soberanía alimentaria, cambio climático, seguridad ciudadana, integración de los pueblos y la profundización de la democracia en el continente.
También fue el presidente Evo Morales quien inauguró esta Cumbre, llamando a “recuperar o nacionalizar todos los recursos naturales” para que “estén en manos del pueblo, bajo la administración del Estado”.
Las conclusiones del debate serán entregadas a Insulza para que sean consideradas en la asamblea oficial. Aunque su principal logro sea continuar con la articulación de movimientos sociales a nivel continental, aprovechando estos espacios como lugares de fortalecimiento de los pueblos organizados, no sólo de los líderes regionales.