El sociólogo Pablo Alabarces reflexionó sobre la violencia en el fútbol, a propósito del asesinato del hincha de Lanús Javier Gerez, y la posterior prohibición de asistencia a los visitantes.
El sociólogo especializado en temas de violencia en el fútbol, Pablo Alabarces, aseguró durante una entrevista con el programa Llevalopuesto en FM La Tribu 88.7. que la prohibición de asistencia a los estadios para las hinchadas visitantes no significa ninguna solución dado que para generar violencia “basta y sobra” con la policía.
El pasado lunes 10 de julio un hincha de Lanús, Javier Gerez, fue asesinado por la Policía Bonaerense en el Estadio Ciudad de La Plata, en la previa del partido de su equipo con Estudiantes. La respuesta a este asesinato por parte de la AFA y los organismos de seguridad fue una vieja y conocida: prohibir la entrada de simpatizantes visitantes hasta el final del torneo.
“No hace falta el público visitante para que haya violencia” dijo sobre esta medida Alabarces, “la policía siempre es local y en general le pega a los visitantes, pero si no los tienen van a ir contra los locales”. El autor de Crónicas del aguante afirmó que se siente tentado de pedir que se suspenda el fútbol, pero “no valdría la pena porque sería para hacer algo, y ese algo no lo van a hacer”.
“Ayer [por el domingo] no había hinchas visitantes en el partido de Boca, pero los jugadores de Arsenal estaban más que dispuestos a matar al árbitro cuando terminó el partido” continuó con ironía el sociólogo. “Lo que estructura la violencia en el fútbol argentino, y la garantiza por mucho tiempo, es un complejo cultural que podemos denominar ‘cultura del aguante’, que entre otras cosas obliga a los jugadores a querer trompear al referí para demostrarle a la hinchada que son machos”.
Cuando se conoció la noticia de la muerte de Gerez, rápidamente la Policía Bonaerense y algunos medios masivos de comunicación echaron a rodar la versión de una interna entre la propia barra granate, y es allí a donde se suele apuntar ante cualquier hecho de violencia en el fútbol. Sobre esto, opinó Alabarces: “Si pensamos que la cuestión de la violencia se termina en las barras nos estamos equivocando. Hace una semana la policía mató a un hincha. No voy a decir que no son un problema, pero no son el único”.
La espiral de los incidentes relacionados con el deporte parece no tener fin y no hay a la vista soluciones ni voluntad política para encontrarlas. Para el docente de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA se trata, entre otras cosas, de una cuestión de enfoque: “Es una de las pocas cosas en que los ingleses [cuando resolvieron el problema con los hooligans, a principios de los ‘90] acertaron. La violencia en el fútbol no es una cuestión de seguridad policial, sino de seguridad del espectador”.