En su columna semanal en Radio Sur FM 88.3 Graciela Rosenblum, presidenta de la Liga Argentina por los Derechos del Hombre (LADH), hizo un análisis de los conflictos policiales de los últimos días y los 30 años de gobiernos constitucionales ininterrumpidos en Argentina.
La cultura represora
Consultada sobre sus impresiones respecto a los levantamientos policiales, Rosenblum explicó que “lo que nos pasa, y creo que no solamente a los argentinos sino a casi toda América Latina (exceptuando Cuba) es que la policía expresa la cultura represora del siglo pasado y de este”. En ese sentido aclaró que si bien “es cierto que los salarios son bajos, como lo son para cualquier trabajador (aunque habría que discutir la categoría de trabajador en el caso de los policías)”, lo que aparece “a flor de piel” es que “no alcanza con cursos de derechos humanos para las fuerzas de seguridad para resolver una cultura”.
La presidenta de la LADH destacó que respecto a esto hay “un gran bache de los 30 años de gobiernos constitucionales”. Por este motivo “hay que depurar primero las fuerzas de seguridad y fuerzas armadas. Primero de todo aquel tuvo algo que ver con el terrorismo de Estado y la dictadura cívico-militar. Pero también hay que cambiar la cultura. Y cambiar una cultura es un proceso”.
Luego de enumerar todos los problemas relacionados con las fuerzas de seguridad (corrupción, gatillo fácil, redes trata y prostitución, narcotráfico, etc.), Rosenblum explicó que “esto no es un problema solo de este gobierno, sino que es un problema de carácter político profundo”. Sin embargo, el gobierno de turno “en particular tiene políticas de memoria pero no ha profundizado en una efectiva política de derechos humanos” reforzando así este problema que se arrastra desde el fin de la dictadura cívico-militar.
Como ejemplo destacó que “acaba de ser aprobado el pliego del general Milani al frente del ejército. Un hombre con una causa abierta acusado de violaciones a los derechos humanos”.
Gobiernos constitucionales si, democracia no
“Son 30 años de gobiernos constitucionales, democracia es otra cosa”, sostuvo contundente Graciela Rosenblum y a continuación aclaró: “Democracia es, como la entendemos nosotros, la que queremos, esa forma de protagonismo que hoy el pueblo no tiene y solo participa en las elecciones”.
Lo que viene sucediendo en nuestro país desde 1983 es que “en todo caso se ponen en funcionamiento los mecanismos que están establecidos en la Constitución”. Pero también esa “Constitución debe ser revisada, estudiada y trabajada por el movimiento popular y cambiada para no garantizar solo el derecho a la propiedad privada y los beneficios para los grandes monopolios sino para el pueblo en su conjunto”.
Por estos motivos la titular de la LADH concluyó que “democracia es una palabra mucho más profunda. Tiene que ver con poder, pero con poder popular, con gente organizada, con gente que cuida de su salud, de su educación, de sus niños, de sus viejos. Cuida esa sociedad”. En cambio “nosotros hoy lo que tenemos son subsidios, discusiones sobre salarios que todavía no llegan al peso que tienen que tener y fundamentalmente todavía las raíces de la impunidad siguen perforando nuestro suelo”.