Por Carina López Monja. Trabajadores de la empresa tercerizada High Assistance Service (HAS) cortaron la Costanera frente al Aeroparque en reclamo de una convocatoria a paritarias vencida hace siete meses. Fueron desalojados por la Federal a bastonazos. La historia de los empleados que lograron pasar a trabajar 8 horas en vez de doce y que hoy denuncian salarios de miseria.
Los delegados denuncian condiciones bochornosas de trabajo, persecución gremial y piden que Aerolíneas se haga cargo. A su alrededor hombres y mujeres que trabajan hace años haciendo tareas de asistencia al pasajero y control de equipaje lo cuentan con claridad. Tienen un compañero de trabajo, por ejemplo, que tiene 64 años, está rengo y le falta poco para jubilarse. Sin embargo, trabaja sus ocho horas en la pista: “bajo la lluvia, con el frío, parado aunque no le den las piernas porque no puede dejar el laburo”, afirman sus compañeras de trabajo. La tercerizada no le permite hacer sus labores en el interior del Aeroparque porque dicen que “no es presentable”. Las historias de la precarización salen a borbotones. Las amenazas de lo que deberían ser derechos, también. Cortar la Avenida, a los trabajadores, les significa volver hoy sabiendo que el supervisor buscará nuevas formas para demostrarles (a quienes se sumaron a la protesta) que no es por esa vía que se consiguen las cosas.
Sin embargo, en HAS los trabajadores le ganaron al miedo, eligieron organizarse, elegir delegados y, en 2010, luego de varias peleas y protestas, consiguieron trabajar 8 horas, en vez de doce. Dos años después, se encuentran de paro por tiempo indeterminado para exigir un aumento salarial. Una de las delegadas, Romina Sosa, explicó: “Cortamos la calle porque hace tres días que estamos de paro y no nos dieron ninguna solución. La respuesta fueron los palos. Le pedimos al ministro [Carlos] Tomada que intervenga sobre la paritaria. Que vean lo que les pasó a nuestras compañeras donde la policía les pegó, le tiró gas pimienta. Esta empresa HAS es una vergüenza, nosotros queremos contar lo que pasa, acá hay tercerizados que estamos a la intemperie, bajo lluvia, nos pagan miseria, no llegamos a 3600 pesos. Acá Aerolíneas Argentinas tiene que hacerse cargo de que somos su tercerizada”.
El problema no es sólo la tercerización y la persecución. Como en muchos de estos casos, se suma la desidia y el oportunismo de quienes conducen el sindicato en donde están encuadrados los trabajadores de la tercerizada. Varios de los trabajadores explicaron que el actual sindicato “se lava las manos” y sólo aparece para cobrar la cuota sindical. En efecto, los empleados de HAS pasaron hace unos meses a UPADEP, el gremio del personal de aeronavegación y entes privados. El sindicato, que se sienta en las negociaciones con la empresa y el ministerio de trabajo, no permite que los delegados de HAS participen en las negociaciones paritarias. Ayer el secretario general de UPADEP, Jorge Sansat, no se hizo presente. Desde febrero a hoy hubo alrededor de 20 reuniones para avanzar en las paritarias. Los empleados todavía aguardan respuestas.
Otro de los delegados, Adrián Fernández recuerda la jornada donde mataron a Mariano Ferreyra, en la que estuvo presente, junto a otros trabajadores, acompañando el reclamo de los tercerizados del ferrocarril. Ayer, a días del inicio del juicio a los responsables del homicidio de Ferreyra, la indignación lo hizo estallar de bronca por la continuidad de la precarización, por el accionar policial. “Ayer dejamos carriles abiertos, como en cada una de las protestas. La diferencia fue que la policía reprimió sin dialogar, de forma animal, es la respuesta que nos dan frente al reclamo de aumento, son palos. “El gobierno autoriza la suba de los productos básicos y cada vez hay más desesperación de los compañeros. Nosotros exigimos que Aerolíneas intervenga. Se soluciona fácil, con la planta permanente. Que [Mariano] Recalde tome la decisión política, saque a la tercerizada y absorba a los empleados que estamos en HAS”.
La tercerizada HAS tiene alrededor de 1000 empleados, que desempeñan tareas en Aeroparque y en Ezeiza, desde la asistencia al pasajero, hasta tareas de control de equipaje y de carga. Los trabajadores pidieron en febrero pasado un 30 por ciento de aumento salarial. Siete meses después, la oferta de los directivos de HAS fue del 7 por ciento para salarios que rondan los 3600 pesos. “La situación es cada vez más difícil. Muchos compañeros, los que pueden, se van de la empresa y buscan otra cosa. Yo tengo lumbalgia y una de mis tareas es levantar a los pasajeros discapacitados. No importa si son jóvenes o adultos. Yo los tengo que levantar. Y cuando le dije a la empresa que tenía lumbalgia no hicieron nada”, explicó una de las jóvenes trabajadoras que se sumó a la protesta. Junto a ella, otra de las trabajadoras dijo que lleva más de seis años trabajando en pista: “en 12 horas a la intemperie gracias si podés ir al baño”, dijo. Los reclamos se agudizan: “ni agua limpia para tomar, ni baño o locker para cambiarse, si las credenciales de ingreso no están a tiempo pueden descontarte el día, si participás te cambian de tarea. Es un momento duro. Mientras protestábamos vino el jefe de recursos humanos a ver quienes nos habíamos sumado a la medida de fuerza. Si eso no es persecución díganme lo que es”.
La empresa comenzó a operar en 2005 luego del escándalo de las narco valijas de Sotuhern Winds. Según cuentan los trabajadores, en sus inicios la empresa pertenecía a Adolfo Donda Tigel, piloto de la Fuerza Aérea actualmente detenido por participar de los vuelos de la muerte, y, entre otros crímenes, responsable de haber entregado a su hermano y cuñada embarazada, apropiándose de su sobrina Victoria Donda. Hoy estaría en manos del ex comisario de Tigre Eduardo Rodolfo Bovero.
A pocos días de inicio del juicio por el homicidio de Mariano Ferreyra, los trabajadores de HAS fueron claros: “Acá no pueden jugar más con los tercerizados. Estamos en condiciones indignas y queremos que se hagan responsables”.