Por Agustina Bochini y David Rivas. El barrio Nuevo Alberdi, en el límite norte de la ciudad de Rosario, Santa Fe, es escenario de intensas disputas. El pasado lunes el Tambo La Resistencia, espacio productivo autogestionado por el Movimiento Giros, sufrió el embargo de bienes colectivos por $300.000 en una maniobra poco transparente.
El embargo que sufrió La Resistencia resultó a favor de CIMAR S.A., empresa de inversiones inmobiliarias que codicia los terrenos con la intención de utilizarlos para urbanizaciones de alta gama. El mismo barrio en el que fueron baleados por bandas de narcotraficantes tres militantes del Movimiento Evita, hoy busca una solución definitiva para uno de los proyectos de economía social alternativa mas significativos de la ciudad.
El desalojo a toda costa
En la mañana del lunes, mientras los trabajadores del Tambo La Resistencia se preparan para el ordeñe, el abogado de CIMAR S.A., Jorge Jastreb, y un oficial de justicia se presentaron para tasar los bienes colectivos por valor de $ 300.000, que ordena embargar la jueza de Circuito de la 5ª Nominación, Stella Maris Bertune. El mismo juzgado que el pasado 14 de febrero impuso como fecha límite el último día hábil del mes para desalojar los terrenos.
“Dicho proceso de embargue -afirma Tomas Monteverde, militante del Movimiento Giros entrevistado por Marcha– viene de una causa anexa al desalojo, tramitada en el mismo juzgado, basándose en el falso comodato que Jáuregui le hizo firmar bajo engaño y presión al tambero que posee mas de 20 años en Nuevo Alberdi”. El vocero sostiene que “el único papel que tiene Mario Jáuregui -titular de la empresa-, que como venimos probando no es dueño del terreno, posee una cláusula que devela su carácter fraudulento: define una ‘multa’ de 50 dólares por día, cada día de vencido el falso comodato que data de 2007”.
“Los inmuebles que hay -prosigue Monteverde- fueron tasados: animales, equipos de ordeñe, grupos electrógenos y hasta los dos prototipos de viviendas container autoconstruidas y habitadas por militantes del Movimiento son bienes de propiedad colectiva”. En este punto se expone la auténtica fisonomía de la disputa: un predio de 250 hectáreas para ganancias de negocios inmobiliarios, o proyectos autónomos de producción social y autogestión cooperativa. “Lo que buscan es realizar el desalojo a toda costa”.
La intervención política
Como explican desde la organización, gran parte de la inversión del tambo es a partir de fondos públicos generados a través de proyectos con el Ministerio de Desarrollo Social y el Ministerio de Agricultura de la Nación, Ministerio de Desarrollo Social de Santa Fe, y la Secretaría de Promoción Social de la Municipalidad de Rosario. En última instancia, quienes serían desalojados son los fondos públicos que la organización ha gestionado para generar valor, trabajo, y alternativas de vida junto a los vecinos de uno de los barrios más humildes del conurbano rosarino.
“Todos los movimientos de la empresa son en complicidad y en conjunto con el poder judicial para que estas causas avancen de manera más acelerada que lo normal”, denuncian los militantes del Movimiento Giros, quienes consideran que “se cerraron los caminos de una salida jurídica ‘pacífica’, por lo que hemos llamado en reiteradas oportunidades a una urgente salida política”.
La intención de frenar el desalojo violento tiene un proyecto de ley de expropiación de las 7,5 hectáreas que utiliza el tambo presentado en noviembre del 2012. El proyecto, que busca darle un destino social a las tierras, ya cuenta con el apoyo de alrededor de 30 legisladores provinciales, tanto del oficialismo como de la oposición, aunque el gobernador Antonio Bonfatti no se ha pronunciado al respecto.
La Resistencia
El tambo es un emprendimiento autogestivo que lanzó el Movimiento Giros a fines del año 2010. La unidad produce 800 litros de leche por día en donde trabajan ocho familias que desarrollan la cadena láctea: el dulce de leche “Tan violentamente dulce”, así como quesos y leches que llegan al público a precios populares en redes de comercio alternativo.