Por Evelin Heidel*. Segunda parte de la entrevista realizada a Daniel Reetz, quien introdujo el uso de la fotografía para digitalización de libros a bajo costo, y puso a disposición de la comunidad los manuales y técnicas diseñadas.
– Contanos un poco de los temas de los que vas a hablar en Argentina.
El tema principal de mis charlas será sobre la necesidad del acceso libre y gratuito a los libros, y sobre la noción de “Contenido Abierto”, pero hablaré de esto a través de historias de mi comunidad de escáneres y de la gente que usa los escáneres. Tenemos unas historias bastante curiosas de cómo la gente está usando el escáner.
– ¿Cuál es el futuro de los libros, físicos y digitales?
Creo los libros físicos van a seguir un camino similar al de los vinilos. Siempre van a tener información que nos importa y a la que queremos tener acceso. Como medio, tienen propiedades especiales y maravillosas que los hacen adorables y que sean difíciles de desechar, a diferencia de, por ejemplo, los casetes de 8 canciones. Así que van a andar por ahí durante algún tiempo, pero cada vez más su mantenimiento se va a volver más y más costoso.
Mientras tanto, el mercado se va mover hacia formas cada vez más baratas y efímeras de distribución, tal como ha hecho hasta ahora. En una escala personal, vas a comprar cada vez menos bits y cada vez más bytes. Vas a poseer menos, pero a tener más. Hasta cierto punto, los libros físicos, como las cartas, el vinilo y otros medios van a ser historia pasada y manifestaciones físicas maravillosas, van a ser un nicho. Va a haber encuadernadores artesanales que te van a coser los libros al viejo estilo, con cola de conejo, y va a haber una variedad de profesiones que van a sobrevivir en base a tecnicismos, como los documentos que son legalmente requeridos que sean impresos, o algunas personas, como los disminuidos visualmente, que los necesiten en una forma física particular.
Pero a medida que el tiempo pase, los nuevos libros físicos se van a convertir en una novedad, en un plugin en un proceso digital de compra. Su posición como una fuente de información de calidad editada, clarificada y concentrada probablemente no cambie, debido quizás a la extrema brevedad de la comunicación online, pero el flujo de información y discusión probablemente no gire alrededor de ellos.
Las bibliotecas van a evolucionar de modos interesantes. Algunas quizás se conviertan en museos y archivos. Otras quizás se conviertan en núcleos de información, incluso aún más de lo que ya lo son. Algunas van a tomar decisiones desastrosas, tales como poner todo el lugar en iPads e iTunes para quedar permanentemente enganchados con cada versión de software. Por lo menos hay una idea en progreso alrededor de estos problemas. Pero esto no es un lamento. Espero con ansias ver que haya más acceso y una distribución más inteligente, con cada vez más volúmenes de libros para aquellos que sólo pueden consumirlos en una manera particular. También me gustaría ver el fin del oscurantismo. Eso es lo que realmente espero sacar en limpio de todo esto. No más de esos libros raros, únicos en su especie, pudriéndose hasta que alguien accidentalmente se lo encuentra. Van a estar por ahí, en algún lado, listos para ser descubiertos. Listos para ser leídos.
– Por último, el proyecto combina diversas filosofías: la filosofía hacker, la filosofía del movimiento de software libre, pero se habla poco de las amenazas a proyectos como éste o como la impresión 3D, en particular sobre la propiedad intelectual. ¿Creés que las leyes de propiedad intelectual chocan con este tipo de proyectos? Si es así, ¿cómo?
En parte, la razón por la que no se habla mucho de la ley es que hablar de la ley puede ser peligroso. No sé nada sobre la ley, sólo que son amenazantes y extralimitadas. No ofrezco consejos sobre las leyes ni sobre el copyright, más que el de decir que la gente debería evitarlo siempre que pueda. Los abogados me han dicho que mi escáner es la perfecta encarnación del problema del copyright en los Estados Unidos que enfrentan los dueños de los libros: si vos sos el dueño del libro, podés cambiarlo a otro formato? Yo diría que sí, que podés, pero estoy seguro de que los editores tratarían de argumentar de otro modo.
Mi conclusión es que muchos de nuestros proyectos trascienden estos argumentos triviales sobre el dinero. Nosotros, como comunidad, hemos ayudado en situaciones de desastre. Muchos de nuestros usuarios tienen usos que no infringen las leyes para sus máquinas, que están haciendo del mundo un lugar mejor. Y hemos creado todo en este proyecto gratis, claro y libre: software libre, documentos de diseño hechos en Open Hardware, y una comunidad abierta con la cual compartirlos. También es importante hacer notar que muchas compañías venden máquinas fotocopiadoras todos los días. Las fotocopiadoras tienen todo el potencial para el abuso, y todas tienen el potencial de mejorar el mundo. La comunidad a la que pertenezco está mucho más preocupada por mejorar el mundo que cualquier otra cosa.
*Integrante de la Fundación Vía Libre